Argentina en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956
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La participación de Argentina en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 fue la séptima actuación olímpica oficial organizada por el Comité Olímpico Argentino. La delegación presentó solo 28 deportistas, la cantidad más reducida de la historia del país, de los cuales solo una fue mujer. La abanderada fue Isabel Avellán, una atleta lanzadora de disco, la única mujer en la delegación.
Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 | |
País participante | Argentina |
Posición en medallero | 29º (s/67) |
Total de medallas | 2 |
Medallas de oro | - |
Medallas de plata | |
Medallas de bronce | |
Atletas con medallas | 2 (7,14%) |
Diplomas olímpicos[1] | 10 |
Delegación (atletas) | 28 |
Varones | 27 |
Mujeres | 1 |
Deportes | 8 |
Abanderada | Isabel Avellán |
Sports Reference | SR |
Juego anterior | Helsinki 1952 |
Juego siguiente | Roma 1960 |
El equipo olímpico obtuvo dos medallas, una de plata y otra de bronce, y 10 diplomas olímpicos (puestos premiados).[1] En el medallero general ocupó la posición N.º 29 sobre 67 países participantes.[2]
La medalla de plata fue ganada en halterofilia (levantamiento del pesas) y la de bronce en boxeo que, como fue habitual hasta México 1968, se destacó aportando una importante proporción de las medallas, y en este caso también la mitad de los diplomas olímpicos (5).
La presencia olímpica de Argentina en los Juegos de Melbourne se vio fuertemente afectada por razones políticas, debido a que la dictadura militar instalada en 1955 consideraba que la mayoría de los deportistas argentinos tenían simpatía por las ideas del peronismo, razón por la cual dispuso la suspensión de muchos de ellos por 99 años, quedando eliminados de la delegación oficial.[3] Fueron los primeros Juegos Olímpicos en los que Argentina no ganó ninguna medalla de oro, y las dos obtenidas se encontraban muy por debajo del promedio de entre cuatro y siete medallas ganadas en todos los juegos anteriores. A partir de estos juegos, Argentina comenzaría una fuerte caída de su rendimiento olímpico, que recién en 2004 recuperaría los niveles que tuvo en el período 1924-1952.