Cataluña napoleónica
periodo de la historia de Cataluña (España) / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Cataluña napoleónica se refiere al periodo de la historia de Cataluña en la que estuvo ocupada por los ejércitos del Imperio napoleónico en el contexto de la Guerra de la Independencia española (en Cataluña denominada «la Guerra del Francès») y del reinado de José I de España.[1]
Cataluña fue la zona de la península Ibérica que más tiempo estuvo bajo la ocupación francesa, aunque «sin haberlo estado nunca del todo ―lo más frecuente era que dominaran las villas y ciudades, pero no las zonas rurales: así sucedía en Barcelona donde el control efectivo por parte de los franceses no acostumbraba a pasar de la línea del Llobregat, dejando los pueblos a la derecha del río en manos de los “patriotas”― con la consecuencia de encontrarse constantemente en pie de guerra y de sufrir mayores destrucciones que cualquier otra "provincia" de la monarquía».[2]
Cataluña también fue el territorio peninsular español en el que mayor unanimidad se registró en contra de la ocupación. Entre las clases populares esto se debió, según Josep Fontana, a una mezcla de motivos: «el odio tradicional al francés, el malestar ante una situación de crisis ―que enlaza con la creencia de que el buen rey ausente puede retornar las cosas al estado en que estaban en un pasado más feliz―, el apoyo dado por la Iglesia, de la que hace una guerra santa, y todavía por motivaciones de ganancia o de venganza mucho más próximas e inmediatas».[3] En una canción popular se decía: Napoleón «és un dimoni, y és menester fer-li creus; és barbut com una cabra, y pelut de cap a peus» (Napoleón ‘es un demonio, y es menester hacerle cruces; es barbudo como una cabra, y peludo de pies a cabeza’).[4]
Josep Fontana señaló en 1988 la paradoja de que «contra lo que parecería normal, la Cataluña napoleónica ha recibido bastante más atención de los investigadores que la de los patriotas», y a ello a pesar de que «los cambios políticos y administrativos del régimen napoleónico han resultado intranscendentes: han sido reformas “de papel”, que no han podido aplicarse en un país que los franceses no ocupaban eficazmente y por no haber influido apenas en el futuro», a diferencia de «los intentos de reforma del bando "patriota" [que] han sido una de las bases de los replanteamientos formulados en España después de 1814: una fuente de experiencias y un legado de proyectos que ha fructificado en la obra del liberalismo».[5]