Historia de las Cícladas
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Las Cícladas (en griego: Κυκλάδες Kykládes) son islas griegas situadas en la parte sur del mar Egeo. El archipiélago contiene alrededor de 2200 islas, islotes y rocas, de las cuales solo 33 islas están habitadas. Según los griegos antiguos estas formaban un círculo (κύκλος / kyklos en griego) alrededor de la isla sagrada de Delos, de ahí el nombre del archipiélago. Las islas más conocidas son, de norte a sur y de este a oeste: Andros, Tinos, Miconos, Naxos, Amorgos, Siros, Paros y Antíparos, Ios, Santorini, Ánafe, Ceos, Citnos, Serifos, Sifnos, Folégandros y Síkinos, Milos y Kímolos; a ellos se suman las islas de las Cícladas menores: Iraklia, Shinusa, Kufonisia, Keros y Donusa, así como Makrónisos entre Ceos y el Ática, Giaros, que se encuentra antes de Andros, y Políegos al este de Kímolos y Therasia, antes de Santorini. A veces también se les llamaba por el nombre genérico de Archipiélago.
Las islas se encuentran en una zona situada entre Europa y Asia Menor y el Cercano Oriente, así como entre Europa y África. En la Antigüedad, cuando la navegación se solía realizar con el método de cabotaje por lo que los marineros trataban de no perder de vista la tierra, estas islas desempeñaron un papel preponderante como escala de viajes. Esta situación le trajo fortuna (el comercio fue una de sus principales actividades) y desgracia (debido a que el control de las Cícladas permite el control comercial y estratégico de las rutas en el mar Egeo).
Numerosos autores les consideran como una sola entidad, una unidad. El grupo insular de hecho es bastante homogéneo desde un punto de vista geomorfológico; por otra parte, las islas son visibles entre ellas, además de estar claramente separadas de los continentes que les rodean.[1] También la sequedad del clima y del suelo sugiere la unidad.[2] Algunos autores consideran que, en estas islas, la población es, de todas las regiones de Grecia, la única original, y que no ha sido sometida a mestizajes.[3][4] Sin embargo; las Cícladas, a menudo, han conocido diferentes destinos.
Sus recursos naturales y su potencial papel en el comercio como escala de viajes le han permitido ser poblada desde el Neolítico. Gracias a esto, experimentaron un brillante florecimiento cultural en el 3er milenio a. C.: la Civilización cicládica. Posteriormente, los minoicos y los micénicos ejercieron su influencia. Las Cícladas alcanzaron un nuevo apogeo durante el período Arcaico (del VIII al siglo VI a. C.) En época clásica, los persas intentaron dominarlas durante sus intentos de conquistar Grecia. Después entraron en la órbita de Atenas con la formación de la liga de Delos. Luego los reinos Helenísticos se disputaron su dominio mientras Delos se convertía en una gran potencia comercial.
Las actividades comerciales siguieron llevándose a cabo durante los Imperios Romano y Bizantino, y fueron suficientemente prósperas como para atraer la atención de los piratas. Los participantes de la Cuarta Cruzada dividieron el Imperio Bizantino y las Cícladas cayeron dentro de la órbita de Venecia. Los señores feudales crearon un cierto número de feudos, de los cuales el Ducado de Naxos fue el más importante. El Ducado fue conquistado por el Imperio Otomano, manteniendo las islas una autonomía administrativa y fiscal. La prosperidad económica continuó a pesar de los piratas. El archipiélago tuvo una actitud ambigua durante la Guerra de independencia de Grecia. Desde que se adhirieron a Grecia en la década de 1830, las Cícladas han compartido la historia de ese país. El primer periodo con ellos fue un período de prosperidad comercial, debido a su posición geográfica, antes de que se abrieran nuevas rutas comerciales y los medios de transporte cambiaran. Después de sufrir un éxodo rural, comenzó la afluencia de turistas, que aportaron una nueva prosperidad a las islas. Sin embargo, el turismo no es el único recurso que poseen la Cícladas ya que se mantienen la agricultura de subsistencia, el pastoreo extensivo y la pesca.