Honduras
país de América Central / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Estimado Wikiwand AI, Seamos breves simplemente respondiendo estas preguntas clave:
¿Puede enumerar los principales datos y estadísticas sobre República de Honduras?
Resumir este artículo para un niño de 10 años
Honduras, oficialmente República de Honduras, es un país de América Central con costas en el mar Caribe al norte y en el océano Pacífico al sur.[10] Honduras es un Estado unitario, y se autodefine como libre, soberano e independiente. Tegucigalpa, junto con Comayagüela, constituyen el Distrito Central, la capital del país, siendo el primer y más grande núcleo urbano de Honduras. Limita al norte y este con el mar Caribe, al sureste con Nicaragua, al suroeste con el golfo de Fonseca y al sur con El Salvador, y al oeste con Guatemala,[11] en cuanto a los límites marítimos colinda con México, Belice, Cuba, Islas Caimán, Guatemala, Jamaica, Colombia, Nicaragua, y El Salvador.[12] La extensión territorial de Honduras, comprendiendo todas sus islas, es de 112 777 km².[5]
La organización territorial de Honduras divide el país, política y administrativamente, en 18 departamentos, y estos en municipios, para un total de 298 municipios. La forma de gobierno es republicana, democrática y representativa. Se ejerce por tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, complementarios e independientes y sin relaciones de subordinación.[13][14]
La población de Honduras supera los 10 millones de habitantes, dedicada en su mayor parte a las actividades agropecuarias, además del comercio, manufacturas, y servicios públicos entre otras actividades. El departamento de Honduras con mayor densidad de población es Cortés con 400.3 hab./km².[15] El país es multiétnico, consta de cuatro grandes familias étnicas: los blancos o mestizos siendo la mayoría poblacional. Los pueblos indígenas como los lencas, náhuas, misquitos, tolupanes, chortis, pech, tawahkas, garífunas y pueblos negros de habla inglesa.
El territorio de Honduras es muy accidentado, lo forman altas filas de montañas, elevadas planicies, valles profundos en los que se encuentran llanos extensos y fértiles cruzados por ríos más o menos caudalosos y algunos navegables,[16] todo lo cual contribuye a su rica biodiversidad.[17] Se estima que en Honduras existen unas 8000 especies de plantas, alrededor de 250 de reptiles y anfibios, más de 700 especies de aves y 110 especies de mamíferos, distribuidos en las diferentes regiones.
Honduras declaró su Independencia de España el 15 de septiembre de 1821. En enero de 1839, se adoptó formalmente la primera constitución del país. El general Francisco Ferrera se convirtió en el primer presidente constitucional (1841-1843) del país.[13] En 1891 se fundó el primer partido político, el Partido Liberal de Honduras, y en 1902 el Partido Nacional de Honduras, los cuales gobernaron el país hasta 2022, cuando el Partido Libertad y Refundación, fundado en 2011, llegó a la presidencia. Su llegada al poder también marcó la ascensión de la primera mujer presidenta, Xiomara Castro. Con las elecciones generales de 1981 y la constitución de 1982 comenzó la llamada Era Democrática.[18] En 2009 el país atraviesa la mayor de sus crisis políticas y sociales, que incluyó un golpe de Estado al Poder Ejecutivo y que fraccionó al Partido Liberal.
Sociedades prehispánicas en Honduras
Antes de la conquista española, el actual territorio de Honduras estaba habitado por pueblos indígenas que se caracterizaban por dos tipos culturales diferentes, formados como producto de las migraciones que poblaron el continente americano en la época precolombina.[19][20] Las culturas maya y azteca estaban regidas por el llamado «modo de producción asiático», cuya característica más sobresaliente era la existencia de una economía sedentaria, basada en la producción agrícola, con relaciones de producción de carácter colectivo, centralizadas en un poder único que era ejercido por un conjunto de funcionarios civiles, religiosos y militares. Por lo tanto, no eran sociedades igualitarias. La división de clases se establecía entre los que ejercían el poder y la mayoría del pueblo.[20][21]
Estas culturas alcanzaron grandes progresos en los diversos campos del conocimiento humano, impulsadas por el desarrollo de una variada agricultura (frijol, cacao, chile, etc.) y contaban con grandes sistemas de riego. De esta manera garantizaban una alimentación adecuada para sus numerosas poblaciones. Además aplicaron técnicas de gran perfección en los tejidos y la cerámica. Desarrollaron un intenso y variado comercio. Alcanzaron un alto desarrollo científico en las matemáticas y la astronomía, además de la arquitectura y la escultura, que emplearon en la construcción de gra--ndes ciudades.[21]
En la parte noroccidental de Honduras, predominaban los pueblos de los chortís, grupo mayance localizado en Copán y Ocotepeque, y los lencas que se extendían por los departamentos de Santa Bárbara, Lempira, Intibucá, La Paz, Comayagua, Francisco Morazán y Valle y parte de lo que hoy comprende el territorio de El Salvador.[20]
El resto del territorio hondureño estaba habitado por pueblos provenientes del sur del continente, con una cultura nómada y seminómada, regidos por relaciones de producción comunal primitivas. Entre estos pueblos se encontraban tolupanes (denominados también xicaques), pechs (denominados asimismo "payas"), tawahkas y misquitos que, en su conjunto, formaban la mayoría de la población del país.[22] Después de la segunda mitad de 1700 se conformaron otros grupos étnicos a lo largo de la zona costera del litoral Caribe: los garífunas y los negros de habla criolla inglesa.[20]
La población más numerosa la constituían los lencas, quienes, en el momento de la llegada de los españoles, eran el más extendido y organizado de los grupos del país. Habitaban en poblaciones de considerable tamaño, con un promedio de 350 casas y mucho más de 500 pobladores.[23] Aunque existen polémicas científicas sobre la ascendencia y origen de los lencas, según Rodolfo Barón Castro, son los restos directos herederos de los mayas que no siguieron el éxodo que dio fin al Antiguo Imperio. Otros estudios indican que son descendientes de grupos olmecas que llegaron migrando en el periodo Preclásico desde el sur de México. A la llegada de los españoles, se encontraban establecidos en el territorio que hoy comprenden las Repúblicas de El Salvador y Honduras.[24]
El área maya comprende lo que en nuestros días son los países de Honduras, Guatemala, El Salvador y sur de México.[25] Los mayas florecieron en estos países en los primeros quince siglos de la era cristiana.[26] Causas desconocidas hasta hoy provocaron el abandono y la destrucción de Copán y otras ciudades mayas, que en la época de la conquista española ya no eran más que ruinas. Hambre, pestes, guerras internas se han propuesto como las causas del abandono.[27]
Conquista española
En marzo de 1524, Gil González Dávila se convirtió en el primer español en arribar a Honduras con propósitos de conquista. Fundó la villa de San Gil de Buena Vista y se internó en territorio hondureño pacificando a los indios, luchando contra los españoles que le disputaban el territorio, así como esperanzado en encontrar el desaguadero del lago de Nicaragua.[13][28]
Luego Hernán Cortés, movido por los informes que había recibido sobre la gran riqueza del país, envió entonces dos expediciones, una por tierra y otra por mar. Encargó la primera a Pedro de Alvarado y la segunda a Cristóbal de Olid. Pero este último lo traicionó.[13] Por este motivo, Cortés salió de México a la cabeza de una expedición que duró cerca de dos años y terminó, tras miles de peligros y privaciones, en Trujillo (Honduras).[29]
Cortés introdujo el ganado y fundó la villa de la Natividad de Nuestra Señora, cerca de Puerto Caballos. Antes de regresar a México (1526), nombró a Hernando de Saavedra gobernador de Honduras y dejó instrucciones de darles buen trato a los indígenas.
El 26 de octubre de 1526, Diego López de Salcedo fue nombrado por la corona española gobernador de Honduras, en sustitución de Saavedra. La siguiente década estuvo marcada por las ambiciones personales de los gobernantes y los conquistadores, interfiriendo con la organización gubernamental. Los españoles establecidos se rebelaron en contra de sus líderes, y los indios se levantaron contra sus patrones y contra los malos tratos.[13][30]
A la muerte de Salcedo (1530), los españoles de origen europeo se convirtieron en árbitros del poder. Ponían y quitaban gobernadores. Ante esta situación, los mismos colonos solicitaron a Pedro de Alvarado poner fin a la anarquía. Con la llegada de Alvarado en 1536, el caos disminuyó y Honduras quedó bajo autoridad.[13]
En 1537, Francisco de Montejo fue nombrado gobernador. Al llegar a Honduras, anuló las reparticiones de tierras hechas por Alvarado. Su capitán, Alonso de Cáceres, fue el responsable de sofocar la insurrección indígena de 1537 y 1538, dirigida por el cacique Lempira.[13]
En 1539, Montejo y Alvarado tuvieron serios desacuerdos sobre la región, lo cual llamó la atención del Consejo de Indias. Montejo se fue a Chiapas y Alvarado se convirtió en gobernador de Honduras.[30] Hecho esto, Pedro de Alvarado, con la aprobación del Rey, anexó Honduras a Guatemala.[13]
Honduras hispánica
La derrota de Lempira y la reducción de luchas rivales entre españoles contribuyó a la conquista y al aumento de la actividad económica en Honduras. A finales de 1540, Honduras parecía encaminarse rumbo al desarrollo y la prosperidad, con el establecimiento de Gracias como capital de la Audiencia regional de Guatemala. Sin embargo, esta decisión creó resentimiento en los centros más poblados de Guatemala y El Salvador. En 1549, la capital de la Audiencia fue trasladada a Antigua, Guatemala y así Honduras se mantuvo como una provincia dentro de la Capitanía General de Guatemala hasta 1821.[31]
Los primeros centros mineros del país se encontraban en Gracias. En 1538 estos centros producían significantes cantidades de oro. En 1540 ello cambió con el descubrimiento de oro y plata en el valle del Río Guayape. Esto contribuyó al declive de Gracias y al ascenso de Comayagua como principal centro poblacional de Honduras. La demanda de mano de obra aumentó, y esto aceleró la disminución de la población nativa. Como resultado de esto, fueron introducidos en el país esclavos provenientes de África. Otros yacimientos de oro fueron encontrados cerca de San Pedro Sula y el puerto de Trujillo.
La producción minera comenzó a declinar en 1560, y con ello la importancia de Honduras ante la corona. A comienzos de 1569, nuevos descubrimientos de plata revivieron brevemente la economía, lo que llevó a la fundación de Tegucigalpa, que pronto comenzó a rivalizar con Comayagua como la ciudad más importante de la provincia. El auge de la plata alcanzó su punto máximo en 1584 y la depresión económica regresó poco después. Esfuerzos de minería en Honduras se vieron obstaculizados por la falta de capital, mano de obra y las dificultades topográficas. El mercurio, vital para la producción de plata, era escaso, además de la negligencia de los funcionarios.[31]
Uno de los grandes problemas para los gobernantes españoles de Honduras, fue la actividad de los ingleses en el norte de Honduras. Estas actividades comenzaron en el siglo XVI y continuaron hasta el siglo XIX . En los primeros años, piratas europeos atacaron de forma frecuente los poblados del Caribe hondureño, por ejemplo la Batalla de Puerto Caballos (1603), parte de la Guerra anglo-española (1585-1604). En 1643 una expedición Inglesa destruyó la ciudad de Trujillo, el principal puerto de Honduras. Además, los ingleses hicieron enormes esfuerzos para implantar colonias a partir del siglo XVII en las Islas de la Bahía y el norte de Honduras con la ayuda de los Sambos y los Misquitos, quienes atacaban los asentamientos españoles.[13] Por tener una costa del Pacífico, se construyeron barcos y puertos destinados al comercio del Galeón de Manila con Filipinas y México, y se comerciaba en Honduras.[32]
A principios del siglo XVIII, la dinastía borbónica, vinculada a los gobernantes de Francia, sustituyó a los Habsburgo en el trono de España. La nueva dinastía, inició una serie de reformas en todo el imperio, diseñadas para hacer la administración más eficiente y rentable, y para facilitar la defensa de las colonias. Entre estas reformas se observó una reducción del impuesto sobre los minerales preciosos y en el costo de mercurio, que era un monopolio real. En Honduras, estas reformas contribuyeron al resurgimiento de la industria minera en la década de 1730. Bajo los Borbones, el gobierno español hizo varios esfuerzos, para recuperar el control sobre la costa del Caribe.[31]
En 1752, fue construida la fortaleza de San Fernando de Omoa. En 1780, los españoles regresaron a Trujillo, que comenzó a desarrollarse como base de operaciones contra los asentamientos británicos hacia el este. Durante la década de 1780, los españoles recuperaron el control sobre las Islas de la Bahía y sacaron a la mayoría de los británicos y sus aliados de la zona de Río Negro. La Convención anglo-española de 1786 dictó el reconocimiento definitivo de la soberanía española sobre la costa del Caribe.[13]
La independencia
Por cerca de tres siglos Honduras fue parte de la Capitanía General de Guatemala, por lo que su independencia giró alrededor de los acontecimientos proindependentistas en las demás provincias. Luego de la ocupación de España por parte de los franceses, se produjeron en Nicaragua, El Salvador y Guatemala (1811-1813)[33] los primeros actos de insurrección en favor de la independencia de Centroamérica. En Honduras, los españoles recurrían a la perpetuidad en el poder con el propósito de ahogar la causa independentista.[13]
Desde 1813 hasta 1820 no se dieron en Centroamérica otros sucesos notables en relación con la independencia. Fue hasta principios de 1821, cuando México a través del Plan de Iguala declaró su independencia total de España, el 24 de febrero.[34] Este suceso, aceleró la independencia de Centroamérica, la cual se consumó el 15 de septiembre de 1821 con una declaración, la cual fue redactada por José Cecilio del Valle.[35]
La euforia de la independencia duró muy poco, ya que en enero de 1822, por iniciativa de los conservadores,[36] y del emperador Agustín de Iturbide, las provincias unidas de Centroamérica se unieron al imperio mexicano. Esta unión duró hasta la caída del mismo Iturbide en marzo de 1823.
Establecimiento de la República Federal
En marzo de 1824, se reunió un congreso en Guatemala y se fundó la República Federal de Centroamérica, compuesta por Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.[37] La nueva República tuvo una corta existencia, y después de varias guerras civiles, se disolvió la Unión el 26 de octubre de 1838, y los cinco estados de la República se erigieron en cinco estados independientes.
Algunos de los estados centroamericanos, intentaron varias veces la reconstitución de la República Federal de Centro América. Pero estas tentativas fracasaron y costaron la vida a varios de sus iniciadores. Un último intento se llevó a cabo por influencia de Policarpo Bonilla, presidente de Honduras. En esta ocasión se celebró un tratado con Nicaragua y El Salvador, según el cual, las tres repúblicas constituían una federación bajo el nombre de República Mayor de Centro América.[38]
Las tres repúblicas se convirtieron en estados, y la soberanía de la federación recayó en una Dieta compuesta por tres miembros, uno por cada estado, que había de reunirse cada año en la capital de los estados federales. Por invitación de esta dieta, los tres Estados nombraron una delegación que se reunió como Asamblea Constituyente en Managua, y estableció una Constitución, según cuyos términos los tres estados tomaron el nombre de Estados Unidos de la América Central, el 1 de noviembre de 1898.[39]
Esta Constitución, que en la mente de aquellos que la habían formado significaba una consolidación de los tres estados federales y una pronta reorganización de la gran República de la América Central, soñada por Francisco Morazán, tuvo un triste fin. El día después de haberse reunido la Asamblea Constituyente, un movimiento revolucionario, hostil a la nueva federación, tuvo lugar en San Salvador, el cual dio por resultado una nueva administración en este estado. Su primer paso fue retirarse de la Unión, y esta separación ocasionó la disolución de los Estados Unidos de la América Central, pues, siguiendo el ejemplo de El Salvador, los estados de Honduras y Nicaragua reasumieron su soberanía.[40]
Presidencia de Santos Guardiola
Tras el derrocamiento de Cabañas "el general José Santos Guardiola se trasladó a Honduras. El 10 de noviembre llegó a Tegucigalpa y lanzó su candidatura a la presidencia. Se practicaron elecciones y como no resultó elegido ningún ciudadano por mayoría absoluta de votos, la Cámara General eligió presidente y vicepresidente respectivamente al Gral. conservador Santos Guardiola y a Don José María Lazo."[41] "El general José Santos Guardiola ascendió a la presidencia de Honduras el 17 de febrero de 1856, culminando de esta forma una firme aspiración por tanto tiempo sostenida y varias veces frustrada".
Durante la gestión de Guardiola la economía del país fue precaria, a tal grado que el presidente se vio forzado a emitir monedas de cobre. En otro orden de cosas, la administración Guardiola, fue una de las más liberales en la historia de Honduras; a pesar de ser miembro del partido conservador, Santos Guardiola dio libertad de prensa. Asimismo amplió la libertad individual de expresión e incluyó entre los votantes a los terratenientes miembros de la clase media, además de regular las relaciones entre el estado y la iglesia.[42] Pero su logro más importante, fue el tratado en el cual el gobierno británico entregó las Islas de la Bahía y parte del territorio de la Mosquitia a Honduras.[43]
Finalmente, el abierto anticlericalismo de Guardiola lo llevó a iniciar la llamada "Guerra de los Padres" en abril de 1861.[42] Esto a su vez, contribuyó a su asesinato el 11 de enero de 1862,[44] a manos de su propia guardia de honor presidencial. Este crimen conmovió al país profundamente. El senador José Francisco Montes Fonseca se encargó del mando, pero lo delegó en breve en el general José María Medina, y de manos de este pasó poco después, según lo estimaba la ley, al vicepresidente, Victoriano Castellanos Cortés.[45][41]
Debido a las constantes guerras y luchas por el poder, Honduras se veía sumergida en el atraso. Castellanos "trabajó por calmar los espíritus, infundir confianza y promover el progreso posible... y mucho habría hecho si la muerte no lo hubiera sorprendido...el 11 de diciembre de ese mismo año."[45]
La Constitución de 1865 y finales del siglo
Luego de la muerte de Victoriano Castellanos, Francisco Montes volvió a tomar el poder. Pero cuando estalló la guerra entre El Salvador y Guatemala en 1863, Montes se alió con la causa liberal salvadoreña. Tropas del gobierno guatemalteco de Rafael Carrera invadieron Honduras y proclamaron presidente, al General José María Medina que acompañaba a los invasores en junio de 1863.[45]
«Medina convoca a una Asamblea Nacional Constituyente que deroga la Constitución de 1840».[46] En su lugar se adopta la Constitución de 1865. En dicha Constitución, por primera vez se adopta la designación de 'República' para el país. Se suprime el sistema legislativo bicameral implantado por Juan Lindo y se instala el sistema unicameral. Se consignó por primera vez, en el derecho constitucional hondureño la no reelección del presidente de la República.
En diciembre de ese mismo año, Medina depositó la presidencia en el senador Francisco Inestroza, para que se llevasen a cabo las elecciones. Como era de esperarse, las elecciones favorecieron al General Medina. Como vicepresidente fue escogido el general Florencio Xatruch. Medina asumió su periodo presidencial el 15 de febrero de 1864 en Gracias.[47]
Durante su primer periodo presidencial, «Medina fue combatido en 1865 por los facciosos de Olancho; y para someterlos y cortar radicalmente el mal, hizo que los rebeldes fuesen perseguidos sin tregua, y fusilados o ahorcados muchos de ellos».[45]
Al aproximarse el final de su mandato, Medina solicitó reformar el artículo 33 de la ley constitucional que impedía su reelección. Para ello, instó a las municipalidades a elevar una solicitud al ejecutivo, para reformar dicho artículo. En tal virtud, instaló un Congreso extraordinario, que a su vez convocó a una asamblea constituyente. El 8 de agosto de 1869, se reformó dicho artículo lo que permitió a Medina reelegirse.[42][48]
Durante su segundo periodo, se creó el departamento de La Mosquitia el 22 de noviembre de 1868. Se dio además lo que fue uno de los primeros actos de corrupción en el país.[45] Se negoció «en Europa en muy desfavorables condiciones para Honduras, un empréstito destinado a construir el ferrocarril interoceánico; que apenas permitió llevar a cabo una sección de esa vía férrea, y que hizo sufrir mucho en el exterior el crédito hondureño».[45]
Luego de dos periodos presidenciales de Medina, había en el país un descontento generalizado. Aun así, el presidente no estaba dispuesto a dejar el poder y recurrió a un plebiscito de cabildos abiertos para sostenerse en el poder. El resultado del plebiscito fue el deseado para el general Medina. El 26 de marzo de 1870, retomó el poder nuevamente.
Sin embargo, en 1883, el Doctor Soto también cayó en desgracia con Barrios y se vio obligado a dimitir. Su sucesor, el general Luis Bográn, sobrevivió en el cargo hasta 1891 cuando el Gral. Ponciano Leiva —quien gobernó brevemente en tres ocasiones 1873-76— volvió al poder en unas elecciones manipuladas. A pesar de ser un liberal, Leiva intentó gobernar como un dictador absoluto. Leiva disolvió el Partido Liberal de Honduras (PLH) y deportó a sus dirigentes.[49][50]
El resultado de esto fue una nueva ronda de conflictos en la cual, el reconstituido Partido Liberal finalmente salió victorioso. El PLH fue dirigido por Policarpo Bonilla, con el apoyo del dictador liberal de Nicaragua, José Santos Zelaya.[49]
Cuando Bonilla asumió el poder en 1894, este comenzó a implementar cierto grado de orden en la escena de la política hondureña.
Siglo XX
El presidente Terencio Sierra fue el primer gobernante de Honduras del siglo XX, luego de recibir la presidencia de manos de Policarpo Bonilla en 1899. Durante su gestión, se dio uno de los hechos históricos más importantes en la vida económica y política del país. «Los hermanos Vaccaro, una familia de origen italiano que comerciaban banano en Nueva Orleans, recibió concesiones de tierras en la Costa Norte... La empresa de los Vaccaro, como lo hicieron más tarde otros concesionarios en la Costa norte, aprovechó los privilegios que le otorgaban las concesiones para exportar banano desde La Ceiba».[51][52]
Una vez cumplido su periodo presidencial, Sierra hizo esfuerzos por perpetuarse en el poder, pero fue derrocado por el general Manuel Bonilla. Este gobernante resultó ser mejor amigo de las compañías bananeras que el mismo Terencio Sierra. Durante su administración estas empresas, ganaron las exenciones de impuestos y el permiso para la construcción de muelles y carreteras. También concesiones para construir cauces artificiales para transportar el banano y canalizar los ríos Salado y El Porvenir, así como el permiso para obtener las cartas para la construcción del nuevo ferrocarril.[49][51]
Dictadura de Cárias Andino
A pesar de un creciente malestar y graves tensiones económicas, las elecciones de 1932 fueron relativamente pacíficas y justas. «En febrero de 1932, el Partido Nacional de Honduras (PNH) nominaba a Carías como candidato a la presidencia; inicialmente había electo a Venancio Callejas a la vicepresidencia pero al declinar este se nombró a Abraham Williams».[53] Los liberales por su parte nombraron a Ángel Zúñiga Huete como su candidato. Al final de la contienda electoral, Carias ganó las elecciones por un margen de unos 20 000 votos. El General asumió el cargo el 16 de noviembre de 1932, en lo que luego sería, el período más largo de un solo gobierno, en la historia de Honduras.[49]
Al principio se pensó que el gobierno de Carías como sus antecesores, no estaba destinado a sobrevivir por mucho tiempo. Poco antes de su inauguración, disidentes liberales se habían levantado en rebelión. El mismo Carías tomó el mando de las fuerzas del gobierno, obtuvo armas en El Salvador y en poco tiempo aplastó el levantamiento.[49]
Durante la primera parte de su administración, Carías se enfocó en evitar el colapso financiero, la mejora de las fuerzas armadas y la construcción de carreteras. Al mismo tiempo que sentaba las bases para prolongar su estadía en el poder.
La situación económica continuó siendo deprimente a lo largo de la década de 1930. Además de la drástica caída de las exportaciones de banano causado por la depresión, la industria bananera se vio amenazada en 1935, por epidemias como la sigatoka. En un año, extensas áreas incluyendo aquellas en la zona de Trujillo, fueron abandonadas, y miles de hondureños se quedaron sin trabajo. Para 1937 se había controlado la plaga pero muchas zonas afectadas quedaron fuera de producción. Debido a esto, Honduras perdió gran parte del mercado internacional.
Carías había hecho esfuerzos por mejorar las Fuerzas Armadas, incluso antes de ser presidente. Una vez en el poder, su motivación para continuar su obra aumentó. Este le prestó especial atención a la decadente Fuerza Área por lo que fundó la Escuela Militar de Aviación (1934) contando con un coronel estadounidense como su comandante.[54]
Con el paso del tiempo, Carías se movió lentamente pero sin pausa, para fortalecerse en el poder. Se ganó el apoyo de las compañías bananeras a través de la oposición a las huelgas y otros disturbios laborales. Fortaleció su posición en los círculos financieros nacionales y extranjeros a través de las políticas económicas conservadoras. Incluso en el apogeo de la depresión, continuó haciendo pagos regulares de la deuda externa, adhiriéndose estrictamente a los términos del acuerdo con los tenedores de bonos británicos. Asimismo, satisfizo a los demás acreedores. Dos pequeños préstamos fueron pagados por completo en 1935.
Mediados del Siglo XX
Las empresas estadounidenses, como la United Fruit Company, la Standard Fruit Company y la Cuyamel Fruit Company, dominaban la economía hondureña, establecieron enormes plantaciones de banano a lo largo de la costa norte.[55][56][57] Estas compañías, hicieron rápidamente del banano, la principal exportación Honduras a cambio de grandes concesiones.[58] De esta forma, el capital extranjero, la vida en las plantaciones de banano, y los conservadores, fueron factores determinantes en la política de Honduras desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
El general Tiburcio Carías Andino controló Honduras dictatorialmente durante la Gran Depresión, hasta 1948. En 1955, tras dos administraciones autoritarias y una huelga de trabajadores bananeros, los jóvenes reformistas militares organizaron un golpe de Estado que instaló una junta provisional y preparó el camino para elecciones a la asamblea constituyente en 1957.[59]
Esta asamblea designó a Ramón Villeda Morales como presidente y se transformó en una legislatura nacional con un mandato de 6 años. En 1963, oficiales militares conservadores adelantaron las elecciones constitucionales y depusieron a Villeda en un golpe sangriento. El general Oswaldo López Arellano dirigió las fuerzas armadas y gobernó hasta 1970.[60]
El descontento popular continuó.[61]
La guerra de 1969
En 1968 el régimen de López Arellano parecía estar en serios problemas. La pésima situación económica produjo conflictos laborales, disturbios políticos, e incluso las críticas de grupos conservadores como la FENAGH. La situación política se deterioró, el gobierno hondureño y algunos grupos privados, culparon de los problemas económicos del país en los cerca de 300.000 inmigrantes indocumentados salvadoreños en Honduras. La FENAGH culpó a los inmigrantes salvadoreños con invasiones ilegales de tierras.[62]
Las tensiones aumentaron en junio de 1969, cuando los equipos nacionales de los dos países se preparaban para enfrentarse con miras a la Copa del Mundo de 1970. Durante el primer encuentro celebrado en Tegucigalpa, se dieron algunos disturbios. Pero la situación se volvió mucho peor durante el partido de vuelta celebrado en San Salvador. Aficionados hondureños fueron maltratados, la bandera y el himno nacional de Honduras fueron insultados, y las emociones en los dos países llegó a ser extremadamente agitada.[49]
En represalia, los hondureños actuaron violentamente en contra de muchos residentes salvadoreños en Honduras, incluyendo varios vicecónsules. La prensa de ambas naciones contribuyó a un creciente clima de histeria, y así, el 27 de junio de 1969, Honduras rompió relaciones diplomáticas con El Salvador. Temprano en la mañana del 14 de julio de 1969, se inició una acción militar concertada la cual se conoció como "la guerra del fútbol". La fuerza aérea salvadoreña atacó blancos dentro de Honduras. Asimismo, el ejército salvadoreño lanzó grandes ofensivas, a lo largo de la carretera principal que conecta las dos naciones y en contra de las islas hondureñas en el Golfo de Fonseca.
Aumentando después de la guerra fronteriza de 1969 con El Salvador, conocida como "La guerra del fútbol" o "Guerra de las 100 horas" (porque duró 4 días y coincidió con un partido de fútbol entre ambos países). Se hizo famoso en esa ocasión el avión F4U-5 Corsair hondureño, matrícula FAH 609, con el cual el coronel Fernando Soto Henríquez derribó tres aeronaves Mustang F-51 salvadoreñas (había una veintena de aeronaves, pero se conserva esa[63]). Un presidente civil, Ramón Ernesto Cruz, del Partido Nacional, tomó el poder brevemente en 1971, pero fue incapaz de manejar el gobierno.
En 1972, el general López organizó otro golpe. López adoptó políticas más progresistas, incluida la reforma agraria, pero a mediados de la década de 1970 los escándalos de corrupción derribaron su régimen.[64]
Los regímenes del general Juan Alberto Melgar Castro (1975-1978) y el general Policarpo Paz García (1978-1982) construyeron en gran medida la actual infraestructura física y sistema de telecomunicaciones de Honduras.[65]
El país también disfrutó de su crecimiento económico más rápido durante este período, dada la mayor demanda internacional de sus productos y la disponibilidad de préstamos comerciales extranjeros.[59]
En 1982, se estableció una nueva constitución con el fin de restaurar el estado de derecho. Esta constitución fue el resultado del fruto de negociaciones entre las fuerzas políticas y los militares. Se redujo el periodo presidencial, se estableció la no reelección; y le dieron a las Fuerzas Armadas de Honduras la tutela del sistema, en el caso de que alguno quisiera atentar contra la democracia y suprimir la Constitución de Honduras de 1982.[66]
La Constitución de 1982[18]
Bajo la nueva constitución, resultó elegido presidente constitucional el liberal, Roberto Suazo Córdova, quien prometió una revolución de honestidad y trabajo. Sin embargo, su presidencia giró alrededor de los eventos destinados a frenar el expansionismo soviético en la región, por parte de los Estados Unidos. Luego del triunfo de los sandinistas en Nicaragua y la inestabilidad política en El Salvador, el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, decidido a no tolerar regímenes socialistas en la región, vio en Honduras la plataforma perfecta para el lanzamiento de una contrarrevolución.[67]
Con la complicidad de Suazo Córdova y el comandante de las fuerzas armadas, Gustavo Álvarez Martínez, la CIA financió y dirigió la formación de un ejército contrarrevolucionario nicaragüenses desde Olancho y El Paraíso, con el propósito de hostigar al gobierno sandinista Asimismo, este organismo estadounidense, ayudó a los militares salvadoreños, en su lucha contra los rebeldes izquierdistas.[68]
Roberto Suazo Córdova heredó el problema de los "Contras" a su sucesor liberal, José Azcona del Hoyo, del cual este no pudo sacudirse. Su administración se limitó a admitir la presencia de los Contras en territorio hondureño, a evitar una confrontación directa con Nicaragua, y a clausurar la oficina de información del Frente Democrático Nicaragüense en Tegucigalpa, luego de la erupción del escándalo Irán-Contra en Estados Unidos. La presidencia de Azcona se despidió con una sensación general de balance plomizo, escasa en realizaciones y, de hecho bastante monocorde".[69]
La influencia de Estados Unidos es tan fuerte que el término "procónsul" se utiliza para designar a su embajador. Al tiempo que señalaba internamente que las fuerzas del gobierno hondureño cometieron "cientos de violaciones de los derechos humanos (...), la mayoría de ellas por motivos políticos", la CIA apoyó a los escuadrones de la muerte, en particular al Batallón 3-16, que torturó, asesinó o hizo desaparecer a decenas de sindicalistas, académicos, campesinos y estudiantes. Los documentos desclasificados indican que el embajador John Negroponte interviene personalmente para bloquear posibles revelaciones de estos crímenes de Estado, con el fin de evitar "crear problemas de derechos humanos en Honduras".[70]
Las elecciones de noviembre de 1989 favorecieron al candidato del Partido Nacional, Rafael Leonardo Callejas. Durante su gobierno, Callejas implementó en el país las primeras políticas de corte neoliberal diseñadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.[71] En marzo de 1990 entró en vigor la ley de Ordenamiento Estructural a través de la cual se devaluó el Lempira, se redujeron las barreras arancelarias, entre otras medidas.[72] Este experimento, tuvo efectos bastante negativos para la economía del país.[73][74]
Al final de su mandato, la política neoliberal de Callejas se saldaba con un balance bastante discreto en la macroeconomía, con un crecimiento anual de solo el 1,5 %. En el plano internacional, la administración de Callejas logró una importante victoria, al entregársele a Honduras, las tres cuartas partes de los territorios, que se mantenían en disputa con El Salvador desde 1969.[75][76]
En 1994, los liberales volvieron al poder, tras el triunfo de Carlos Roberto Reina. El nuevo presidente, "emprendió acciones definitivas para subordinar al poder civil los últimos mecanismos con los que las Fuerzas Armadas habían tutelado a los sucesivos gobiernos constitucionales". Además creó la Policía Civil y abolió el servicio militar obligatorio el 6 de abril de 1995.[77]
"Por lo que respecta a la economía, el balance, mixto, fue objeto de diversas interpretaciones. Reina apostó por unas políticas de austeridad financiera y de reajuste de la plantilla de funcionarios, conforme a los preceptos liberales, si bien complementadas con programas sociales para aliviar el impacto de las lentas transformaciones estructurales y para los que obtuvo aceptación del FMI".[78]
El liberal Carlos Roberto Flores Facussé asumió el cargo en 1998. "Flores inauguró programas de reforma y modernización del gobierno hondureño y la economía, con énfasis en ayudar a los ciudadanos más pobres de Honduras, pero su gobierno se vio afectado por la catástrofe natural del huracán Mitch, que arrasó el país a los pocos meses de iniciado su mandato".[79]
"Su diligente gestión de la reconstrucción, que involucró una copiosa ayuda internacional, palió mayores daños humanitarios y su administración, no se vio empañada por la corrupción. La recuperación económica fue más rápida de lo esperado, pero la pobreza y las desigualdades no disminuyeron en igual medida. Por otro lado, su gobierno tampoco consiguió frenar la rampante violencia social".[79]
Período contemporáneo
Las primeras elecciones del siglo XXI, habidas el 25 de noviembre de 2001, dieron el poder al empresario Ricardo Maduro, del Partido Nacional, con 52,2 % de los votos, contra el 44,2 % del profesor Rafael Pineda Ponce. El objetivo principal de Maduro fue su lucha contra la ola de criminalidad que estaba asolando el país.[80]
Ejemplo de político-empresario de mentalidad pro mercado, Maduro combatió la violencia de las bandas juveniles, y obtuvo éxitos más visibles en la estabilización de la economía y la reducción de la deuda externa. Sin embargo, dejó intacto el problema de la pobreza. En el campo internacional, Maduro, adhirió a Honduras al CAFTA y despachó al Batallón Xatruch hacia Irak."[81]
En enero de 2006 finalizó su mandato cuatrienal, tomándole el relevo el liberal Manuel Zelaya. Una vez en el poder, el mandatario protagonizó un inesperado viraje: gobernó con una política de izquierda, se alejó de Washington, entró en tratos petroleros con el venezolano Hugo Chávez, y metió a Honduras en el ALBA.[82]
Su siguiente proyecto, era abrir un proceso constituyente a la imagen de los ya establecidos en otros países latinoamericanos como Venezuela o Ecuador, obteniendo el apoyo de un grupo de hondureños seguidos por los menos afortunados, lo que ocasionó la enemistad con los poderes tradicionales del país, políticos de su mismo partido, grandes empresarios, iglesias, instituciones de la sociedad civil, judicatura, quienes, con apoyo del ejército, destituyeron a Manuel Zelaya y declararon ilegal su encuesta. Ese día, los militares secuestraron a Zelaya y lo expulsaron del país. El Congreso eligió para sustituirle al también liberal Roberto Micheletti.[82][83] Este hecho fue calificado como "golpe de estado" por la comunidad internacional y dividió al país entre los que resistían al golpe de Estado, y los que lo apoyaban.
El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se reunió con carácter de urgencia y emitió una resolución de "condena al golpe de Estado en Honduras y dieron apoyo del gobierno del presidente José Manuel Zelaya, y la continuidad democrática en el país centroamericano".[84]
Así como la OEA, la mayoría de países expresaron la necesidad de reintegrar al mandatario destituido y restablecer el orden jurídico en el país y desconocieron el mandato de facto de Micheletti. No obstante, el congreso hondureño y el mismo Micheletti, se mantuvieron firmes en su decisión apoyado en la libre determinación de los pueblos y Zelaya no terminó su mandato, luego de ingresar al país y refugiarse en la embajada de Brasil.
A finales del 2009, en medio de esta crisis, Honduras celebró sus elecciones y resultó ganador el candidato del tradicional derechista y conservador Partido Nacional, Porfirio Lobo Sosa, un empresario agrícola, del departamento de Olancho, que articula un discurso centrista y conciliador. Lobo recibió un país resquebrajado, y altamente polarizado, en lo político, social y económico, y sometido además a la observación democrática de la comunidad internacional, parte de la cual (incluida la OEA) aguardaba el desarrollo del curso político, para decidir si reconocería la legitimidad del nuevo mandatario hondureño.[85][86]
El 1 de junio de 2011, Honduras fue readmitida en la OEA.[87]
El 7 de octubre de 2015 el Banco Continental se convirtió en el primer banco designado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, usando ley Kingpin por lavado de dinero y apoyo al narcotráfico.[88] Actualmente está en un estado de liquidación forzada.[89]
En las elecciones generales de Honduras de 2017 fue reelecto Juan Orlando Hernández[90] y, ante sospechas de fraude, se sucedieron varios días de manifestaciones con un saldo de 33 muertes.[91] El gobierno declara el estado de emergencia. Según las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, "muchos de ellos fueron trasladados a instalaciones militares, donde fueron brutalmente golpeados, insultados y a veces torturados".
En el 2019 el Departamento de Justicia del Distrito Sur de New York encuentra culpable al hermano del presidente de Honduras Juan "Tony" Antonio Hernández por crímenes de narcotráfico y tráfico de armas hacia los Estados Unidos.[92]