Túnez
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Túnez[4] (en árabe: تونس Tūnisⓘ), oficialmente República Tunecina (الجمهورية التونسية, al-Jumhūrīya at-Tūnisīyaⓘ), es un país soberano situado en el norte de África, más concretamente en la costa mediterránea. Su forma de gobierno es la república semipresidencialista. Su territorio está organizado en 24 gobernaciones o wilayat. La capital es Túnez, la ciudad más poblada, que le da el nombre al país.
Es el país más pequeño del Magreb, ubicado entre las estribaciones orientales de la cordillera montañosa del Atlas y el mar Mediterráneo. La superficie de Túnez es de 163 610 km²,[1] con una población estimada en 11,8 millones de habitantes. Aproximadamente el 40 % de este país está compuesto por el desierto del Sahara, mientras que el resto es suelo fértil y adecuado para la agricultura; además, tiene 1148 km de costa.[1] Limita con Argelia al oeste, Libia al sureste y con el Mar Mediterráneo al este y al norte.
En la antigüedad, Túnez estaba habitado principalmente por bereberes. La inmigración fenicia comenzó en el XII a.c. Estos inmigrantes fundaron Cartago, una potencia mercantil importante y rival militar de la República Romana. Cartago fue derrotada por los romanos en 146 a. C. Los romanos, que ocuparon Túnez durante la mayor parte de los siguientes ochocientos años, introdujeron el cristianismo y dejaron legados arquitectónicos como el anfiteatro de El Djem. Después de varios intentos que comenzaron en 647, los musulmanes conquistaron el conjunto de Túnez por 697, seguidos por el Imperio Otomano entre 1534 y 1574. Los otomanos dominaron el territorio durante más de trescientos años, hasta que, durante su decadencia en el XIX, Francia estableció un protectorado sobre el país en 1881. En 1956, el país se independizó como una monarquía constitucional, que fue derrocada al año siguiente. El líder del partido Neo-Destour, Habib Bourguiba, declaró la República y se mantuvo como presidente hasta su derrocamiento en 1987, siendo reemplazado por Zine El Abidine Ben Ali, del partido Agrupación Constitucional Democrática. Ben Ali gobernó despóticamente el país hasta que el 14 de enero de 2011 renunció en medio de lo que se conoció como la revolución tunecina, una revuelta social a gran escala que culminó con el llamado a elecciones legislativas libres y la redacción de una nueva constitución, que rige el país desde 2014. Ese mismo año, se realizaron las primeras elecciones presidenciales[5] y legislativas bajo la misma.[6]
Bajo la constitución actual, Túnez es una república semipresidencialista y unitaria que adopta la democracia representativa como forma de gobierno. Túnez es considerado por diversas organizaciones de derechos humanos como el único país sinceramente democrático del Mundo Árabe.[7][8] Se le adjudica también uno de los índices de desarrollo humano más altos de África.[9] Tiene acuerdos de asociación con la Unión Europea, es miembro de La Francofonía, la Unión del Mediterráneo, la Liga Árabe, la Unión del Magreb Árabe, la Organización para la Cooperación Islámica, la Gran Zona de Libre Comercio Árabe, la Comunidad de Estados del Sahel-Sahara, la Unión Africana, el Movimiento de Países No Alineados, Del Grupo de los 77; y ha obtenido el estatus de aliado principal no perteneciente a la OTAN. Además, Túnez es un estado miembro de las Naciones Unidas y del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Las estrechas relaciones con Europa, en particular con Francia[10] y con Italia,[11][12] se han forjado a través de la cooperación económica, la privatización y la modernización industrial.
La palabra «Túnez» deriva de Tunis, conocida por los griegos clásicos como Tynes, la capital del actual país de Túnez. El nombre Tunis puede ser atribuido a diversos orígenes. Puede ser asociado con la deidad fenicia Tanith (o Tunit), o con la expresión bereber ens que significa «caer».
Al igual que en español, en el árabe nativo, el mismo nombre es usado tanto para el país como para la ciudad: تونس, y solo por el contexto puede uno diferenciarlas. En bereber el nombre es Tunest. Con este fin los geógrafos e historiadores franceses a comienzos del siglo XIX adoptaron el vocablo «Tunisie» para designar al país, como parte de sus esfuerzos para dar nombres a los nuevos territorios y protectorados ocupados. La mayoría de los idiomas europeos siguió el ejemplo, pero en español las versiones «Tunicia», «Tunisia»[13] o «Tunecia» no prosperaron.
De la Cartago púnica a la Cartago romana
En el territorio del Túnez actual floreció la ciudad de Cartago, fundada en el siglo VIII a. C. por los fenicios de Tiro. Hacia el siglo VI a. C., Cartago había sojuzgado a las tribus libias y anexado las antiguas colonias fenicias, controlando de este modo toda la costa del norte de África, desde el océano Atlántico hasta la frontera occidental de Egipto, así como Cerdeña, Malta, las islas Baleares y parte de Sicilia. En el siglo V a. C., el navegante cartaginés Hannón (530-470 a. C.) emprendió un viaje a lo largo de la costa atlántica del norte de África. El poder marítimo permitió a los cartagineses extender sus asentamientos y conquistas, formando un imperio disperso dedicado al comercio. Entre sus empresas comerciales destacaban la minería de plata y plomo, la fabricación de camas, una industria maderera en las montañas de la cordillera del Atlas, la fabricación de cerámica, joyería, y la exportación de animales salvajes provenientes de las junglas africanas, del marfil y el oro. Cartago estuvo en guerra casi continuamente con Grecia y Roma durante 150 años. Las guerras con los griegos, que comenzaron en el 409 a. C., se produjeron por el dominio de Sicilia, situada aproximadamente a 160 km al norte de Cartago, que formaba un puente natural entre el norte de África y la península itálica.[14]
Fue definitivamente conquistada por la República romana al ser derrotada en las guerras púnicas en el siglo II a. C. Cartago fue destruida y la influencia cultural asiática y africana en la actual Túnez fue mermada por la influencia romana. El territorio del Túnez moderno fue administrado casi en su totalidad bajo el nombre de la provincia romana de África, y se convirtió en uno de los graneros de Roma.
Edad Media
En el siglo V, los vándalos al mando de Genserico invadieron la región. En el VI, Belisario la recuperó para el Imperio bizantino. En el siglo VII se convirtió en parte del califato omeya y abasí, bajo el nombre de Ifriqiya. Durante esta época se fundó la ciudad de Kairuán. Posteriormente los bereberes nativos alcanzaron el poder con el beneplácito del califato fatimí, y se derrocó la dinastía aglabí, colocándose en su lugar la dinastía de los ziríes. En 1045, los ziríes renunciaron al chiismo, y los fatimíes enviaron a los Banu Hilal, una confederación de beduinos, a acabar con los ziríes. De esta manera, la región fue devastada y la próspera industria agraria se arruinó.
En 1159, los almohades dominaron la región, siendo expulsados en el siglo XIII por los hafsíes, que gobernaron Ifriqiya. Allí se refugió y murió Luis IX de Francia cuando iba de camino a las cruzadas.
Túnez otomano
El fin de la Reconquista española en 1492 abrió las puertas del norte de África a este país. En 1504 el corsario berberisco Uruj, conocido como Barbarroja, estableció su cuartel general en Túnez. Este famoso pirata nació en una isla griega del mar Egeo. Una de sus primeras hazañas fue la captura de dos galeras propiedad del papa Julio II cargadas de riquezas. Barbarroja rindió tributo a la llamada “Sublime Puerta” (Turquía), ofreciéndole un cuarto de sus capturas y declarándose vasallo de su sultán.
Túnez pronto se transformó en refugio de los piratas berberiscos, enemigos acérrimos de los cristianos del Mediterráneo. Las continuas depredaciones de los tunecinos motivaron en 1509 las expediciones organizadas por el cardenal Cisneros, que adelantó los fondos necesarios para equipar 20 000 hombres. Cisneros entró con sus tropas en la ciudad de Orán, y Pedro Navarro sometió Bugía, Argel, Túnez, Tlemcén y en el año 1511 la ciudad de Trípoli. Pero al intentar someter la isla de Gelbes, las fuerzas españolas, agotadas, fueron acometidas por los moros. Los pocos sobrevivientes de la batalla fueron reembarcados por el general Navarro, pudiendo escapar de la muerte.
En 1516, Barbarroja mudó sus cuarteles a Jijil, y al mando de una escuadra de 16 galeones y 6000 hombres atacó la ciudadela española de Argel. Sus aventuras en la región finalizaron cuando el emperador Carlos I de España envió un ejército de 10 000 soldados al norte de África que derrotó a los corsarios. El famoso corsario Barbarroja murió durante la batalla, pero toda la región continuó bajo el poder de los moros y piratas. Por este motivo en 1535 el rey de España Carlos I partió rumbo a Túnez con todas sus fuerzas. La Goleta fue tomada el 16 de julio, y Túnez cayó pocos días después. Carlos I repuso en el trono a Muley Hassan, obligando a dejar La Goleta con dos millas de terreno en circunferencia. Al proponerse el rey español la conquista de Argel en 1541, las tempestades destrozaron gran número de sus naves.
En 1573, Túnez vuelve a caer en manos de los turcos, siendo objeto de una nueva expedición española. El 1 de octubre Juan de Austria, después de la victoria de Lepanto, se dirigió a La Goleta con 104 naves y 20 000 hombres y conquistó Túnez. Pero un año después Túnez cayó otra vez en poder de los turcos, convirtiéndose en un vilayato administrado por un gobernador. Bajo el dilatado gobierno otomano, el país conoció un período de relativa estabilidad hasta el año 1881.
La administración imperial fue desarrollada por administradores nativos, conocidos como beys. El primero de ellos, al-Husayn ibn Ali (1705-1740) fundó la dinastía de los Husáin, consolidando el Beylicato de Túnez; bajo su gobierno el país consiguió un relativo grado de autonomía y una gran prosperidad. La piratería berberisca fue una actividad que logró gran florecimiento bajo los auspicios de la dinastía de los Husáin. A finales del siglo XVII y principios del XVIII, un gran número de Estados mediterráneos pagaban tributos de forma regular al gobierno tunecino para proteger de posibles ataques a sus flotas. Esta situación cambió a comienzos del siglo XIX, cuando la acción conjunta de varios países occidentales acabó con las bases corsarias de Túnez y otras situadas a lo largo de la llamada costa de Berbería, en la costa norte de África. Como resultado de la pérdida de los ingresos procedentes de los actos de piratería, el gobierno de Túnez se vio envuelto en enormes deudas, a las que contribuyeron las incontroladas extravagancias personales de los beys y los gastos para sofocar las frecuentes revueltas internas.
Dominio francés
A finales del siglo XVIII la autoridad otomana sobre Túnez era meramente nominal. Los principales acreedores de Túnez eran Francia y Gran Bretaña, quienes tenían grandes ambiciones imperiales en el norte de África. En 1830 Francia conquistó y se anexionó Argelia y puso sus ojos en Túnez. En el Congreso de Berlín de 1878, Francia permitió a Gran Bretaña ocupar la isla mediterránea de Chipre a cambio de ver reconocidos sus intereses en Túnez. En 1881 el ejército francés ocupó el país con el fin de subyugar a las tribus que dificultaban la presencia francesa en Argelia; el 12 de mayo de ese mismo año, el regente firmó el Tratado de Kasser Said (conocido como el "Tratado de Bardo", rechazado por Italia, ya que había una numerosa colonia de italianos[15]), por el cual Túnez pasaba a ser protectorado francés. En 1883 ambos países firmaron la Convención de Marsa.[16]
Durante la Segunda Guerra Mundial, Túnez fue una de las colonias francesas leales al régimen proalemán de Vichy; en consecuencia, las tropas italianas y alemanas se instalaron en su territorio, donde terminaron acorraladas por los Aliados. Tras el final de la Guerra, Túnez continuó bajo el control colonial de Francia hasta alcanzar su independencia en 1956.
Independencia
El año 1934, con la formación del partido Neo-Destour (Nueva Constitución) (NDP) dirigido por Habib Bourguiba, marcará el inicio de la lucha tunecina por su independencia. En 1955 Túnez consiguió el autogobierno y, en 1956, la independencia como una monarquía constitucional. En 1957, se derrocó la monarquía proclamándose la República, con Bourguiba como Presidente.
Autocracias
A pesar de la independencia, Francia mantuvo su presencia militar por medio de una base naval en Bizerta hasta 1963. En ese año, tras un bloqueo por parte de la marina tunecina, los franceses se vieron obligados a abandonar definitivamente el país. Esta política de alejamiento del antiguo poder colonial, dio un nuevo paso el 12 de mayo de 1964 cuando por sorpresa, se expropiaron las tierras de los colonos extranjeros. Francia e Italia, países cuyos nacionales eran los más afectados protestaron y suspendieron la ayuda económica.[17]
El gobierno del Partido Socialista Desturiano (renombrado como Rassemblement Constitutionel Démocratique en 1988), convivía con el NDP e hizo que Bourguiba siguiera políticas socialistas en los primeros años de su mandato. Sin embargo, durante el decenio de 1970 abrió la economía a la inversión extranjera y permitió el desarrollo del sector privado.
Desde que triunfó su golpe de Estado en 1987, el presidente Zine El Abidine Ben Ali mantuvo el poder con ayuda de su partido la Agrupación Constitucional Democrática (RCD). Aunque formalmente multipartidista, el régimen político era considerado internacionalmente como dictatorial, y los partidos políticos de oposición apenas tenían acceso al parlamento.
En su política exterior se caracterizó por su apoyo y por convertirse en el anfitrión de los combatientes de la Organización para la Liberación de Palestina desde de su salida impuesta desde el Líbano siguiendo la invasión israelí en 1982. Túnez fue, además, uno de los países impulsores de la Unión Árabe del Magreb, constituida en febrero de 1989, concebida como un bloque político y económico en el norte de África, paralela a la Comunidad Europea, comprendiendo Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez. Túnez pertenece a varias organizaciones de cooperación internacionales, como la Liga de Estados Árabes, la Unión Africana (UA) y la Comunidad de los Estados sahraui-sahariano.
En 2001 la Unión Europea firmó acuerdos con Túnez para controlar la emigración clandestina, que se concretarían en el Grupo 5+5 en 2002 (Portugal, España, Francia, Italia, Malta y Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia). Un grupo terrorista vinculado a Al-Qaeda cometió un atentado el 11 de abril de 2002 en una sinagoga en la isla de Yerba, en el que murieron 15 personas.
Revolución y democracia
Entre finales del 2010 y principios del 2011 se desarrollan una serie de protestas y disturbios que obligan al presidente Zine El Abidine Ben Ali a convocar elecciones para el año 2014. Posteriormente, la tarde del 14 de enero del mismo año, ante la continuidad de las protestas, abandonó el país, huyendo a Arabia Saudita y dejando el poder al primer ministro Mohammed Ghannouchi,[18] quien a su vez fue sustituido al día siguiente por el presidente del Parlamento, Fouad Mebazaa.
El 23 de octubre de 2011 se celebraron elecciones libres a una Asamblea Constituyente una vez legalizados los principales partidos políticos de oposición e ilegalizado el antiguo partido gobernante. La votación dio lugar a una asamblea muy fragmentada en la que destaca el partido islamista Ennahda, seguido por los partidos laicos Congreso para la República (progresista), Ettakatol (socialdemócrata) y Partido Republicano (centrista, fruto de la fusión del Partido Progresista Democrático con otras fuerzas menores). La asamblea eligió a Mustafá Benjaafar, de Ettakatol, como presidente de la misma. El 10 de diciembre de 2011, la asamblea adoptó una constitución provisional y, dos días después, eligió al líder del Congreso para la República, Moncef Marzouki, como presidente provisional de la República. Marzouki propuso como primer ministro a Hamadi Jebali, secretario general de Ennahda, quien fue ratificado por la asamblea y formó un gobierno provisional de coalición entre los tres principales partidos. La Asamblea Constituyente continuó con sus trabajos para aprobar una nueva Constitución mediante complejas negociaciones.
El miércoles 6 de febrero de 2013 era asesinado el líder laico y de izquierdas Chokri Belaid ante su casa en Túnez. En el entierro celebrado dos días después las fuerzas políticas laicas hicieron un demostración de fuerza manifestándose y realizando una huelga general de 24 horas convocada por la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), el sindicato más importante del país, pidiendo la dimisión del gobierno del islamista moderado Hamadi Jebali. Con estos hechos se puso en evidencia la polarización y el creciente enfrentamiento que vivía Túnez entre islamistas y laicos, y que explicaba que la Asamblea Constituyente elegida a finales de 2011 aún no hubiera conseguido aprobar la nueva Constitución. La respuesta islamista no se hizo esperar y tras el entierro un grupo de «barbudos» —como se conoce a los islamistas más radicales— agredieron a Najib Chebbi, líder del Partido Demócrata Progresista al grito de «¡Enemigo de Dios!» y al día siguiente, sábado 9 de febrero de 2013, las juventudes del partido del gobierno Ennahda realizaron una manifestación en defensa de la «legitimidad» del poder que ostenta su partido —obtuvo el 40 % de los escaños en las elecciones de 2011— y contra la «injerencia francesa» —gritaron «¡Francia lárgate! ¡Francia, basta ya!»— haciendo referencia a las declaraciones del ministro francés del Interior Manuel Valls que tras condenar el asesinato del opositor laico tunecino Chokri Belaid lamentó «el auge generalizado del fascismo islámico», lo que también provocó la protesta oficial del gobierno tunecino que calificó la declaración como «inamistosa».[19]
Como ha señalado el analista del diario español El País Ignacio Cembrero, "el proceso es similar al que vive Egipto. Si en este país la corriente islamista —los Hermanos Musulmanes y los salafistas— es mayoritaria excepto, acaso, en las grandes ciudades como El Cairo, en Túnez ambas fuerzas están bastante equilibradas. De ahí que el futuro del país descrito a veces como el laboratorio de la democracia en el mundo árabe sea una incógnita". Belaid no era el primer laico asesinado. En octubre de 2012 Lofti Nagdh, coordinador en Tataouine del partido laico Nidá Tunis, fue linchado por unos exaltados que aún no han sido detenidos. Los dos principales protagonistas de la violencia islamista son los salafistas y la Liga para la Protección de Revolución, que la oposición vincula con el partido gobernante Ennahda.[19]
El texto final de la nueva Constitución fue aprobado 26 de enero de 2014 por la Asamblea Constituyente con 200 votos a favor, 12 en contra y 4 abstenciones. Al día siguiente, el texto fue firmado por el presidente, Moncef Marzouki, presidente de la Asamblea Constituyente, Mustapha Ben Jaafar, y el jefe del gobierno saliente, Ali Larayedh, durante una ceremonia en la sede de la reuniones.
El 10 de julio de 2015 Túnez es designado por EE. UU. como aliado principal no miembro de la OTAN un estatus especial que comparten dieciséis países y que abre la puerta a la entrega de artículos excedentes de defensa y la organización de entrenamientos conjuntos.[20][21] Los países que ya cuentan con esta designación son: Afganistán, Argentina, Baréin, Egipto, Israel, Japón, Jordania, Kuwait, Marruecos, Nueva Zelanda, Pakistán, Filipinas, Tailandia y República de Corea.[22]
De conformidad con la constitución del 26 de enero de 2014, Túnez es una república con un sistema semipresidencial de gobierno, basado en la democracia representativa.[23] Bajo este sistema, el presidente de la república es el jefe de Estado, elegido directamente por voto popular para un mandato de cinco años con posibilidad de una sola reelección, mientras que el gabinete está presidido por un Jefe de Gobierno designado por el legislativo. Aunque el país proclama la libertad de culto, la religión oficial es el islam y es una obligación constitucional que el presidente sea musulmán. La unicameral Asamblea de Representantes del Pueblo es el órgano legislativo del país, encargado de aprobar la legislación y ratificar al gabinete y al primer ministro. La asamblea cuenta con 217 escaños elegidos mediante representación proporcional por listas para un mandato de no más de cinco años. Desde las elecciones legislativas de 2014, con 68 mujeres electas, el parlamento tunecino es el legislativo con mayor porcentaje de representación femenina del Mundo Árabe.[24][25][26]
El sistema legal tunecino está fuertemente influenciado por la ley civil francesa, mientras que la ley de estatus personal se basa en la ley islámica.[27] Los tribunales de la sharia fueron abolidos con la independencia, en 1956.[27] Un Código de Estatus Personal se adoptó poco después de la independencia en 1956, que, entre otras cosas, otorgaba a las mujeres un estatus legal completo (lo que les permitía administrar sus propias empresas, tener cuentas bancarias y buscar pasaportes bajo su propia autoridad). El código prohibió las prácticas de poligamia y repudio y el derecho de un esposo a divorciarse unilateralmente de su esposa.[28] Otras reformas en 1993 incluyeron una disposición para permitir a las mujeres tunecinas transmitir la ciudadanía, incluso si están casadas con un extranjero y viven en el extranjero.[29] La Ley de Estatus Personal se aplica a todos los tunecinos independientemente de su religión.[27] El Código de Estatus Personal sigue siendo uno de los códigos civiles más progresistas en el norte de África y el mundo musulmán.[30]
En Túnez el número de partidos políticos se ha incrementado considerablemente desde la revolución, superando los 100 a la fecha, aunque la mayoría ya existían antes del derrocamiento de Ben Ali y simplemente fueron legalizados con posterioridad.[31] Túnez está incluida en la Política Europea de Vecindad (ENP) de la Unión Europea, que tiene como objetivo acercar a la UE y sus vecinos.
Política Exterior
El primer presidente, Habib Burguiba, optó por la no alineación durante la Guerra Fría, al tiempo que mantenía estrechas relaciones con Europa y Estados Unidos. Su sucesor, Zine el-Abidine Ben Ali, mantuvo la tradición tunecina de buenas relaciones con Occidente, al tiempo que desempeñaba un papel activo en los organismos regionales árabes y africanos: en mayo de 2004, el país acogió la 16ª sesión ordinaria de la Cumbre de la Liga Árabe (de la que Túnez es miembro desde 1958), durante la cual se adoptó la Carta Árabe de Derechos Humanos,[32] y envía regularmente ayuda humanitaria a los palestinos y a los países en crisis. El país es también miembro fundador de la OUA, de la que ocupó la presidencia en 1994-1995, antes de participar en la fundación de la Unión Africana en julio de 2002.
Túnez también ha apoyado el desarrollo de la Unión del Magreb Árabe, que incluye a Argelia, Marruecos, Mauritania y Libia. Sin embargo, los avances siguen siendo limitados debido a las tensiones entre Argelia y Marruecos por el Sáhara Occidental (Antiguo Sahara Español). En febrero de 2001, Túnez se convirtió en miembro de la Comunidad de Estados Sahelosaharianos, y en 2003 acogió la sede del Banco Africano de Desarrollo. Túnez ha sido durante mucho tiempo una voz moderadora en las cuestiones de Oriente Próximo: Bourguiba fue el primer líder árabe que pidió el reconocimiento de Israel por parte de los países árabes en un discurso pronunciado en Jericó el 3 de marzo de 1965.[33]
El país acogió la sede de la Liga Árabe de 1979 a 1990 y la de la OLP de 1982 a 1993, hasta que su comité ejecutivo se trasladó a los Territorios Ocupados por Israel, aunque su departamento político permaneció en Túnez. El país desempeña también un papel moderador en las negociaciones de paz de Oriente Próximo: Túnez fue el primer país árabe en recibir a una delegación israelí en 1993, en el marco del proceso de paz, y mantuvo una representación en Israel hasta el comienzo de la segunda intifada en 2000.
Situado entre Argelia y Libia, Túnez siempre ha intentado mantener buenas relaciones con sus vecinos, a pesar de tensiones ocasionales. Túnez y Argelia resolvieron un antiguo conflicto fronterizo en 1993 y han cooperado en la construcción del gasoducto transmediterráneo a Italia. Túnez también ha firmado recientemente un acuerdo con Argelia para demarcar la frontera marítima entre ambos países.
Las relaciones con su otro vecino han sido más difíciles desde que Túnez canceló un acuerdo para formar una unión tunecino-libia en 1974. Las relaciones diplomáticas se rompieron entre 1976 y 1977, y volvieron a deteriorarse en 1980, cuando rebeldes apoyados por Libia intentaron tomar la ciudad de Gafsa. En 1982, el Tribunal Internacional de Justicia falló a favor de Libia en la disputa sobre la partición de la plataforma continental rica en petróleo a lo largo de la frontera.[34] La expulsión por parte de Libia de numerosos trabajadores tunecinos en 1985 y las amenazas militares estadounidenses llevaron a Túnez a restringir sus relaciones, que se normalizaron de nuevo en 1987. Aunque apoyó las sanciones impuestas por la ONU a Libia tras los bombardeos aéreos estadounidenses, Túnez se preocupó de mantener buenas relaciones con su vecino. Apoyó el levantamiento de estas sanciones en 2003, y Libia volvió a convertirse en uno de sus principales socios comerciales. No obstante, los dos países siguen manteniendo un contencioso marítimo sobre su frontera común.
Túnez también afirma su dimensión mediterránea. Participó en el Foro Mediterráneo, que organizó en 2005, y se convirtió en el primer país de la cuenca mediterránea en firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea el 17 de julio de 1995, con el objetivo de reforzar sus vínculos con Europa194. Con su vecino europeo más próximo, Malta, Túnez discute actualmente la explotación petrolífera en la plataforma continental entre ambos países.
Sin embargo, la acción política de Túnez va más allá de las fronteras regionales. En un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999, el Presidente Ben Ali pidió la creación de un Fondo Mundial de Solidaridad (inspirado en otros similares) para ayudar a combatir la pobreza en las zonas más desfavorecidas del planeta. El 20 de diciembre de 2002, la Asamblea General adoptó por unanimidad una resolución por la que se creaba este fondo y se fijaban las modalidades prácticas de su establecimiento.
Justicia
El derecho tunecino sigue inspirándose en gran medida en el derecho francés, tanto en su contenido como en sus principales divisiones (pública y privada) y estructuras.
La Constitución garantiza los siguientes principios fundamentales
- la independencia del poder judicial (art. 100 de la Constitución de 2014)[35]
- el derecho a un juicio justo y a la defensa (art. 105 de la Constitución)
- la igualdad de los ciudadanos ante la ley y la garantía de los derechos y libertades individuales y colectivos.[36]
Bajo los regímenes de Habib Bourguiba y Zine el-Abidine Ben Ali, el poder judicial tunecino siguió estando influido por el ejecutivo. Como jefe del Consejo Superior de la Magistratura, el Presidente nombra a los jueces por decreto, y los destituye o traslada por recomendación del Consejo. Algunos principios fundamentales del derecho, como el principio de presunción de inocencia (art. 12 de la Constitución de 1959)[37] y la irretroactividad de la ley (art. 13 de la Constitución de 1959), están garantizados, así como la inviolabilidad del domicilio, la libertad de circulación y la libertad de opinión, expresión, publicación, reunión y asociación, aunque estos derechos pueden estar limitados por disposiciones legales o por la seguridad del Estado (arts. 8 a 10) . El sistema judicial se fijó en la ley de 1967 sobre la organización del poder judicial, y las normas de competencia (atribución, competencia territorial y competencia excepcional) en otros textos, entre ellos el Código de Procedimiento Penal de 24 de julio de 1968.
El sistema judicial tiene tres componentes principales:
- los tribunales judiciales, constituidos por el Tribunal de Casación, los tribunales de segunda instancia y los tribunales de primera instancia ;
- los tribunales administrativos, compuestos por el Tribunal Superior Administrativo ( Tribunal administratif supérieur), los tribunales administrativos de apelación y los tribunales administrativos de primera instancia.
- los tribunales financieros, constituidos por el Tribunal de Cuentas y sus diferentes órganos.
Los tribunales militares son competentes para conocer de los delitos militares. Dos tercios del Consejo Superior de la Magistratura (Conseil supérieur de la magistrature) están compuestos por magistrados, la mayoría de los cuales son elegidos y eligen a un presidente de entre sus miembros. Un Tribunal Constitucional revisa la constitucionalidad de las leyes, los tratados internacionales y el reglamento interno de la Asamblea de Representantes del Pueblo a petición.
En febrero de 2011, 130 personas estaban condenadas a muerte, entre ellas cuatro mujeres.[38] La última vez que se ejecutó una condena a muerte fue en octubre de 1991. El 24 de julio de 2015, el Parlamento aprobó una ley que restablecía la pena de muerte por actos terroristas.[39].
La capital de Túnez es la ciudad del mismo nombre, Túnez, y está ubicada en las siguientes coordenadas cartográficas: 36° 50' N 10° 9' E. Túnez se encuentra en el norte de África, entre el mar Mediterráneo y el desierto del Sahara, y entre Argelia y Libia. Cerca del 40 % de la superficie de su territorio es desértico, la otra parte está constituida por tierras fértiles.
En el norte, hay montañas y el clima es templado, con inviernos suaves, lluviosos, veranos calurosos y secos. El rango de temperaturas en el norte oscila entre 34 y 6 °C. En el sur, hay desiertos que se extienden hasta el Sahara. No obstante, a pesar de su aridez en el sur, en el norte existen bosques de pinos, y prados ideales para el ganado, en el noreste, así como huertos y viñas a lo largo de la costa oriental.
Solamente el 19 % de la tierra es cultivable, aunque su 13 % es de regadío (est. 1993). Túnez es el país más pequeño de los Estados del noroeste de África y ocupa el puesto número 89 en la lista de los países del planeta por su extensión. Tiene una superficie total de 163 610 km².[1] De esta superficie, 155 360 km², es decir, el 94,5 % de la superficie total, son terrestres.[1] El resto, 8250 km², el 5,5 %, son superficies de agua.[1]
El punto más alto de Túnez es el monte Jebel Chambi, al norte de la ciudad de Kasserine, y tiene 1544 m s. n. m. La superficie del monte está cubierta de pinos.
Túnez posee 1034 km de fronteras con Argelia y 461 km de fronteras con Libia.[1] Además, posee una línea costera de 1148 km de longitud.[1] No obstante, su litoral está plagado de pequeñas islas. Entre la isla de Sicilia y Túnez existe una distancia de solo 130 km.
Los elefantes, inmortalizados por Aníbal al usarlos en sus batallas, se han extinguido en Túnez. Los leones también desaparecieron hace siglos, utilizados por los romanos en sus espectáculos. Los colonos franceses casi llevaron a la extinción al ciervo de Berbería y algunas especies de gacelas. En el norte pueden encontrarse en los bosques jabalíes, mangostas, puercoespines y jinetas. Las avestruces, cabras salvajes y antílopes están protegidos en el parque nacional de Bou Hedma. En el desierto se puede encontrar al escurridizo fenec, así como escorpiones y víboras cornudas. Una especie de varano también habita el desierto. El parque nacional del Ichkeul es un refugio de vida silvestre cercano a la capital, donde habitan aves acuáticas. Las aves migratorias, halcones, cigüeñas y águilas, llegan en primavera y otoño.
- Vista de Metline.
- Nieve en Aïn Draham.
- Puesta de sol en el desierto de Nafta.
- Gorra blanca en Bizerta.
- Oasis de Gabes.
Fronteras naturales
Túnez se puede dividir de norte a sur en varias regiones topográficas que se distinguen con facilidad. Empezando por el norte y yendo hacia el sur, en primer lugar se encuentra una serie de cadenas montañosas, entre ellas la cordillera del Atlas, en la llamada región del Tell, que ocupan la mitad septentrional del país y atraviesan el territorio tunecino transversalmente desde el suroeste hacia el noreste, con alturas que oscilan entre los 610 y los 1544 m s. n. m., alcanzando el punto más alto de esta cordillera, el llamado Jebel de Ech Chambi, que a su vez es el punto más alto de Túnez.
En estos territorios se juntan los valles fértiles y las mesetas con las montañas. En esta zona es donde nace el río más largo de Túnez, el Majardah o Meyerda, de 460 km de longitud, que cruza la zona de oeste a este para luego llegar al golfo de Túnez, donde desemboca.
Hacia el sur, el paisaje cambia las montañas por una meseta con una altura de 610 m s. n. m de media. Estas mesetas descienden poco a poco hasta una zona formada por lagos salados, conocidos como shatts o chotts, que se extienden de este a oeste y que, en su mayoría, se encuentran al nivel del mar. Entre estos lagos se pueden destacar el Djerid y el Bizerta. Esta zona se caracteriza por su naturaleza de estepa semidesértica.
En la zona más austral, los shatts se unen al desierto del Sahara, que ocupa el 40 % de la superficie total de Túnez. En la zona que está entre los shatts y el desierto del Sahara existen numerosos oasis; sobre todo en las cercanías de la ciudad de Gabes, situada en el centro del homónimo golfo de Gabes que recibe el mismo nombre, en la zona más cercana a la frontera con Libia. En esta región, los amplios oasis abundan, y en ellos crecen cerca de 400 000 palmeras datileras. Los oasis se utilizan también como campo de cultivo; estos cultivos llegan en parte hasta la costa.
Por el norte, Túnez limita con Argelia y describe una frontera que es definida por las irregularidades del terreno en la cordillera del Atlas, a excepción de la zona más al norte en la que la frontera es definida por el parque natural argelino de El Kala. Estas limes naturales se suceden a todo lo largo del sistema montañoso que atraviesa Túnez, pero cuando ese sistema desciende y aparece el desierto del Sahara, más concretamente, el Gran Erg Oriental, la frontera con Argelia se convierte en una simple recta, dado que no existe en ese territorio ningún accidente geográfico capaz de dar forma a una frontera.
La frontera con Libia está marcada principalmente por los altiplanos de la región libia de Tripolitania. Se puede observar que todas las fronteras naturales de Túnez vienen delimitadas por altiplanos y montañas, lo cual se debe a que en Túnez los ríos son casi inexistentes.
Relieve
El relieve tunecino se basa en el Atlas telliano en el norte y la cordillera del Atlas en el centro del país. En el sur de Túnez se extiende una estepa semidesértica para luego convertirse en el desierto del Sahara.
El punto más alto del país, el Djebel Chambi, se encuentra en su centro, en la cordillera del Atlas, y mide 1544 m s. n. m. de altura. Alrededor de este pico se extiende el parque natural de Jebel Chambi. A su vez el punto menos elevado es el Shatt Al Gharsah, en el suroeste del país, en la frontera con Argelia, y está a 17 m por debajo del nivel del mar. Muy cerca de este shatt está el Shatt El Jerid, el más grande de Túnez.
Entre las ciudades de Bizerta y Tabarka se halla una prolongación del Atlas denominada cordillera de Dorsale, donde abundan los campos de cultivo. Esta región produce la mayor parte de los alimentos del país y exporta numerosos tipos de cultivo, como el de la aceituna o los cítricos. En el relieve del centro y norte de Túnez se alternan las grandes regiones montañosas de la cordillera del Atlas con las depresiones que generan algunos ríos o los shatts.
Túnez cuenta entre sus montañas con bastantes parques naturales, como el de Jebel Chambi, donde se encuentra el punto más alto del país, el Jebel Bu Hedma, el parque nacional de Ichkeul o el parque Bu Kornine.
En el sur se extiende el Gran Erg Oriental, donde destaca la planicie del terreno por el hecho de ser un desierto. Destacan las poblaciones de Tozeur, Douz y Medenin. En esta región la biodiversidad es escasa y la población en su mayoría es de origen berebere, en la antigüedad nómada, pero actualmente, la mayoría están asentados y han fundado ciudades y pueblos como Matmata. También habitan en esta zona los tuaregs, aunque en su mayoría han desaparecido. En esta zona escasean las ciudades y las vías de comunicación.
Ecología
Según WWF, el territorio de Túnez se reparte entre cinco ecorregiones:
- Bosque montano norteafricano en las montañas del noroeste.
- Bosque mediterráneo norteafricano en la costa y la mitad norte del país.
- Estepa arbustiva mediterránea en el centro.
- Estepa del Sahara septentrional en la mitad sur.
- Salobral del Sahara en varios humedales del centro y norte del país.
El parque de Ichkeul que tiene más de 12 600 ha, está inscrito en la lista del patrimonio mundial del UNESCO. Existen también 16 reservas naturales que sirven de hogar a muchas especies con un valor ecológico importante y ecosistemas vulnerables.
Según un estudio del programa mediterráneo de la WWF, la región de la costa noroeste sería uno los 13 sitios del Mediterráneo que tiene más diversidad de animales y vegetales.
Fauna
La fauna de Túnez está compuesta por una gran variedad de animales, principalmente de afinidad mediterránea y sahariano-sindia. Algunas especies se cree han desaparecido de forma permanente, otras permanecieron y otro grupo fue reintroducido
El serval es una especie de mamífero que solía vivir en el norte del país, y los últimos registros datan de 1935.[40] Se han reintroducido tres servales (Leptailurus serval) en el parque nacional de El Feija.[41] También existe una granja de cría en Dar Chichou, en Cap Bon, con vistas a su reintroducción más amplia en el país.[42]
El addax (Addax nasomaculatus), una especie de antílope, ha sido reintroducido en el Parque Nacional de Bouhedma. Mientras que el órix de cuernos de cimitarra u órix blanco (Oryx dammah) ha sido reintroducido en el Parque Nacional de Bouhedma. La gacela dama (Gazella dama) por su parte ha sido reintroducida en esa misma área protegida[43]
El avestruz africano (Struthio camelus) ha sido reintroducido en el Parque Nacional de Bouhedma. Se cree que los avestruces reintroducidos pertenecen a la subespecie Molybdophanes, a veces elevada al rango de especie (Struthio molybdophanes), mientras que es la subespecie nominal (Struthio camelles camelles) y no la subespecie de África oriental la que solía poblar el Sáhara y aún lo hace en la región del Sahel.
Túnez se divide en 24 gobernaciones o wilayāt.
- Ariana
- Béja
- Ben Arous
- Bizerta
- Gabes
- Gafsa
- Jendouba
- Kairuán
- Kasserine
- Kebili
- Kef
- Mahdía
- Manouba
- Medenine
- Monastir
- Nabeul
- Sfax
- Sidi Bou Said
- Siliana
- Susa
- Tataouine
- Tozeur
- Túnez
- Zaghouan
Túnez pertenece a varias organizaciones de cooperación internacionales como la Liga de Estados Árabes, de La Unión Africana (UA) y de la Comunidad de los estados saharui-sahariano (CEN-SAD).