Árbitro de fútbol
supervisor de un partido de fútbol / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
En el fútbol asociado, hay un árbitro principal —también llamado juez, colegiado, silbante o referí, entre otros—, encargado de aplicar las reglas del fútbol en un partido, dar constancia de lo sucedido en el mismo y cronometrar la duración del encuentro.
Sus deberes y obligaciones están descriptos en las Reglas del Juego, precisamente en la regla 5, desarrolladas y monitoreadas por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) —el organismo mundial que rige a las asociaciones miembro de este deporte— y la International Football Association Board (IFAB).
El árbitro de fútbol, a diferencia de otros deportes, tiene la posibilidad de aplicar los reglamentos de la competición antes y después de la celebración del encuentro.
Las Reglas de Juego —oficialmente The Law of the Game— están formadas por 17 reglas.[1] Las mismas son:
- El terreno de juego
- El balón
- Los jugadores
- El equipamiento de los jugadores
- El árbitro
- Los otros miembros del equipo arbitral
- La duración del partido
- El inicio y la reanudación del juego
- El balón en juego o fuera del juego
- El resultado de un partido
- El fuera de juego
- Faltas y conducta incorrecta
- Tiros libres
- El penal
- El saque de banda
- El saque de meta
- El saque de esquina
Los organismos regentes del fútbol revisan, ajustan y actualizan las Reglas anualmente, en búsqueda de generar un deporte más dinámico, inclusivo y moderno. Además, de acuerdo a la propia IFAB, año a año se busca simplificar las Reglas acompañando a la evolución mundial del deporte.[2]
Adicionalmente, puede disponer de dos árbitros asistentes, situados en el exterior del terreno de juego, en las bandas, y en categoría profesional, de un cuarto árbitro, encargado de sustituir a aquel miembro del trío que quedara lesionado, y de ayudar al árbitro en sus labores de anotación de cambios, amonestaciones y expulsiones. En el Mundial de Alemania 2006 existía incluso la figura del quinto árbitro, cuya función era la de ayudar al árbitro del encuentro. A este conjunto de personas se la denomina equipo arbitral.
El único con poder para sancionar o expulsar a un jugador o miembro del cuerpo técnico es el árbitro. Los asistentes y el cuarto árbitro pueden aconsejar al colegiado principal en jugadas que este no haya podido ver, pero nunca tienen el poder de sancionar o de expulsar a los jugadores.
El árbitro es la autoridad deportiva única e inapelable, en el orden técnico, para dirigir los partidos. Sus facultades comienzan en el momento de entrar en el recinto deportivo y no terminan hasta que lo abandona, conservándolas, por tanto, durante los descansos, interrupciones y suspensiones, aunque el balón no se halle en el campo, siempre tendrá sus facultares arbitrarias.
Tanto directivos como los futbolistas, entrenadores, auxiliares y delegados de los clubes, deben acatar sus decisiones y están obligados, bajo su responsabilidad, a apoyarle y protegerle en todo momento para garantizar la independencia de su actuación y el respeto debido al ejercicio de su función, así como su integridad personal, interesando, a tales fines, si fuese preciso, la intervención de la autoridad.
Todos los árbitros han de superar exámenes teóricos pruebas físicas cuyos resultados junto a informes de los partidos del Comité de Árbitros les habilitan para ejercer su actividad y en su caso ascender de categoría.