Alfabeto consonántico
sistema de escritura donde solo hay símbolos para los fonemas consonánticos / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
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Un alfabeto consonántico, también llamado consonantario o abyad, es un alfabeto cuyos grafemas son consonantes. Las vocales en un alfabeto consonántico son implícitamente dictadas por la fonología: el lector tiene que conocer la lengua para establecer todas las vocales.
Todos los alfabetos consonánticos modernos, como el alfabeto hebreo, árabe o siríaco, descienden del alfabeto fenicio o arameo, descendientes ellos mismos del alfabeto protosinaítico.
Todos los alfabetos consonánticos conocidos se escriben de derecha a izquierda, excepto el alfabeto ugaritico, que se escribe de izquierda a derecha. No obstante, los alfabetos consonánticos más antiguos como el fenicio o el protosinítico podían escribirse en bustrofedon.
En las lenguas semíticas, se utiliza un alfabeto consonántico donde las vocales largas están anotadas con la ayuda de las llamadas matres lectionis, pero no las vocales cortas. Aunque actualmente hay (se crearon muy posteriormente) signos diacríticos para marcar las vocales cortas —nikkudot o harakat—, su utilización es opcional, y solo aparecen en contextos restringidos, generalmente en la educación o en ambientes religiosos para evitar pronunciaciones deformadas.
En los alfabetos consonánticos, es frecuente que algunas letras cambien ligeramente de forma según su lugar en la palabra: una letras al comienzo, mitad y final de la palabra no tiene necesariamente la misma grafía.
Aunque este sistema de escritura probablemente se desarrolló debido al comercio y la necesidad de enviar mensajes a largas distancias se consideró como lo fue en Egipto un regalo de los dioses y entre los babilonios principalmente de Nabu.
Muchos de estos alfabetos contenían muchos signos, como el egipcio, que incluye más de cuatrocientos signos, aunque no todos se utilizaban a la vez, debido a que según avanzaba la sociedad lo hacia la escritura cambiando algunos signos y dejando otros.
En Sumeria, los pictogramas y los signos abstractos se simplificaron convirtiéndose en la escritura cuneiforme, de signos formados por el uso de cuñas hechas con un punzón sobre arcilla; este sistema tiene una lista de signos de alrededor de seiscientos, de los que alrededor de trescientos se utilizaban ordinariamente en cualquier época. Además la mayoría de esos signos tenían valores múltiples como los signos logográficos (que se representan por sí solos) y silábicos.
En vista de una complejidad tan grande, sólo alguien que hubiera estado estudiado durante años mediante un adiestramiento y con inteligencia podía leer y escribir con facilidad. Esta capacidad de poder escribir y leer fueron claramente posesión exclusiva de una élite reducida y poderosa. Quienes eran parte de esa élite eran funcionarios de la ciudad-estado y de los sacerdotes, estando vinculados a la corona y al templo.
La invención del alfabeto proporcionó un nuevo sistema de escritura de asombrosa simplicidad. El primer alfabeto utilizaba sólo alrededor de veintiocho signos y pronto fue simplificado a veintidós signos aproximadamente en el 1250 a. C.
Sin embargo todo surge con el caananita antiguo que se cree que viene de la inspiración y de la interpretación acrofónica del jeroglífico egipcio, debido a que las letras del fenicio y el hebreo eran acrofónicas. Pero a pesar de esto se sigue sin saber a ciencia cierta cómo se inventó debido a que el canaanita antiguo tiene aproximadamente entre 26 y 27 fonemas consonánticos y además los escribas usaban distintos pictogramas para algunas letras.