Conflicto diplomático entre España y Marruecos de 2007
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El conflicto diplomático entre España y Marruecos de 2007 consistió en una alteración de las relaciones internacionales entre ambos países, de breve duración y de relativamente baja intensidad, que se suscitó tras el anuncio de la inminente visita oficial de los reyes de España a Ceuta y Melilla, ciudades españolas situadas en África y reivindicadas por Marruecos.
Conflicto diplomático entre España y Marruecos de 2007 | ||||
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Parte de Conflictos hispano-marroquíes | ||||
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Fecha | 3 de noviembre de 2007 - 2 de enero de 2008 | |||
Jurisdicción/es | ||||
Causas | El gobierno marroquí retira a su embajador en Madrid por la visita del rey español Juan Carlos I a las ciudades de Ceuta y Melilla. | |||
Suscripción(es) (Tratado o acuerdo) | Marruecos devuelve a su embajador a Madrid. | |||
Entidades enfrentadas | ||||
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Representantes | ||||
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Se inició de manera formal el 2 de noviembre de 2007 cuando el Gobierno de Marruecos «llamó a consultas» a su embajador en España, Omar Azziman, por un «período indeterminado,... después de muy altas instrucciones de Su Majestad el Rey Mohamed VI», como consecuencia, según nota diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de Marruecos, de «el anuncio oficial el viernes de la lamentable visita de su majestad el rey Juan Carlos I, los días 5 y 6 de noviembre, a las dos ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla», calificando la visita de «iniciativa reprochable, cuales quieran que sean los motivos y objetivos».[1][2]
Tras comunicar la llamada a consultas del embajador, el portavoz del Gobierno marroquí manifestó: «la pelota está en el campo de España y esperamos que este país tenga en consideración los sentimientos del pueblo marroquí y el interés de las relaciones bilaterales y de cooperación».[2]
La visita real se produjo en los días previstos, registrándose una afluencia de decenas de miles de ciudadanos, que aclamaron a los reyes tanto en Ceuta como en Melilla. Durante esos días continuaron las declaraciones contrarias a la visita por parte de las autoridades marroquíes. En este sentido el primer ministro de Marruecos, Abbas el Fassi, llegó a comparar la situación de ambas ciudades con la ocupación israelí de los Territorios Palestinos, y el propio rey Mohamed VI calificó la visita como un «acto nostálgico y de una era sombría y superada». El Gobierno español, poco antes del viaje, y tras anunciar Marruecos su oposición, declaró a través de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que la visita de los reyes de España era un acto de «normalidad institucional». Días después, a iniciativa de algunos colectivos de Marruecos, algunos cientos de personas llevaron a cabo actos de protesta en Tetuán, así como frente al límite fronterizo con Ceuta y Melilla. Marruecos suspendió también las visitas de alto nivel de autoridades españolas a su país.
Finalmente, el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, visitó en Rabat a su homólogo marroquí el 3 de enero de 2008, haciéndole entrega de una carta personal del presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero al monarca alauí, en la que abogaba por estrechar las relaciones entre ambos países. Cuatro días después, el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí anunció el regreso de su embajador a Madrid, dándose así por finalizado el conflicto.