Demostración de impacto controlado
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La demostración de impacto controlado (o coloquialmente Crash In the Desert ) fue un proyecto conjunto entre la NASA y la Administración Federal de Aviación (FAA) que estrelló intencionalmente un avión Boeing 720 controlado de forma remota para adquirir datos y probar nuevas tecnologías para ayudar a los pasajeros y la supervivencia de la tripulación. El accidente requirió más de cuatro años de preparación por parte del Centro de Investigación Ames de la NASA, el Centro de Investigación Langley, el Centro de Investigación de Vuelo Dryden, la FAA y General Electric . Después de numerosas pruebas, el avión se estrelló el 1 de diciembre de 1984. En general, la prueba transcurrió según lo planeado y produjo una bola de fuego espectacular que requirió más de una hora para extinguirse.
La FAA concluyó que aproximadamente una cuarta parte de los pasajeros habría sobrevivido, que el combustible de prueba de queroseno antivaho no redujo suficientemente el riesgo de incendio y que se necesitaban varios cambios en el equipo en el compartimiento de pasajeros de la aeronave. La NASA concluyó que una pantalla frontal y un sistema de aterrizaje por microondas habrían ayudado al piloto a volar la aeronave de manera más segura.
La NASA y la Administración Federal de Aviación (FAA) llevaron a cabo un programa conjunto para la adquisición, demostración y validación de tecnología para la mejora de la supervivencia en caso de accidente de los ocupantes de aviones de transporte utilizando un gran avión de transporte cuatrimotor pilotado por control remoto en una demostración de impacto controlado (CID). El programa CID se llevó a cabo en el Centro de Investigación de Vuelo Dryden del Centro de Investigación Ames de la NASA (Ames-Dryden), en Edwards, California, utilizando un Boeing 720 de transporte teledirigido, y se completó a finales de 1984. Los objetivos del programa CID eran demostrar una reducción del fuego tras el choque mediante el uso de combustible antiniebla, adquirir datos estructurales del choque del transporte y demostrar la eficacia de los sistemas estructurales de cabina y de retención de asientos mejorados existentes.[1] El Boeing 720 (número de cola N833NA) fue adquirido nuevo por la FAA en 1960 como avión de entrenamiento.[2] Tras más de 20.000 horas y 54.000 ciclos de despegue y aterrizaje, había llegado al final de su vida útil.[2] El avión fue entregado a NASA-Ames/Dryden Flight Research Center para el programa CID en 1981.[2]