Minería en Afganistán
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La Minería en Afganistán está controlada por el Ministerio de Minas y Petróleo, que tiene su sede en Kabul y oficinas regionales en otras partes del país. Afganistán tiene más de 1400 campos minerales,[1][2][3] que contienen barita, cromita, carbón, cobre, oro, mineral de hierro, plomo, gas natural, petróleo, piedras preciosas y semipreciosas, sal, azufre, talco, y zinc, entre muchos otros minerales.[1][4] Las gemas incluyen la esmeralda de alta calidad, lapislázuli, granate rojo y rubí. De acuerdo con un estudio conjunto realizado por El Pentágono y el Servicio Geológico de los Estados Unidos, Afganistán tiene un estimado de 3 trillones $ US de minerales sin explotar.[5] Hay seis minas de lapislázuli en Afganistán, la más grande en la provincia de Badakhshan. Hay alrededor de 12 minas de cobre en Afganistán, incluido el depósito de cobre Mes Aynak ubicado en la provincia de Logar.[6] Desde el punto de vista energético, la importancia de Afganistán se deriva de su posición geográfica como una posible ruta de tránsito para las exportaciones de petróleo y gas natural desde Asia Central al Mar Arábigo. Este potencial incluye la construcción del gasoducto Trans-Afganistán Pipeline.[7] La primera producción petrolera afgana comenzó en octubre de 2012.[8] Los recursos del país podrían convertirlo en una de las regiones mineras más ricas del mundo.[9]