Vudú haitiano
religión sincrética practicada principalmente en Haití y en la diáspora haitiana / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
No debe confundirse con el vudú luisianés o/u hoodoo.
El vudú (o vodú) haitiano es una religión de la diáspora africana que se desarrolló en Haití entre los siglos XVI y XIX. Esta religión surgió a través de un proceso de sincretismo entre varias religiones tradicionales de África Occidental y Central y el catolicismo. No hay una autoridad central en control de la religión y existe enorme diversidad entre los practicantes, que se conocen como vuduistas, vuduisantes o serviteurs.
El vudú o vodú gira en torno a espíritus que reciben el nombre de loa (o lwa). Típicamente, derivan sus nombres y atributos de divinidades tradicionales de África Occidental y Central, y se equiparan con los santos católicos. Los loa se dividen en grupos diferentes, las nanchon («naciones»), de manera más notable los Rada y los Petwo. Se narran varios mitos e historias acerca de estos loa, que se consideran subordinados a una deidad creadora trascendente, Bondye. Esta teología ha sido llamada tanto monoteísta como politeísta. Como tradición iniciática, los vuduistas suelen reunirse para venerar a los loa en un ounfò (templo), liderado por un houngan (sacerdote) o una manbo (sacerdotisa). Un ritual central consiste en que los practicantes toquen tambores, canten y bailen para animar a un loa a que posea a uno de sus miembros y así comunicarse con ellos. Entre las ofrendas que se brindan a los loa están frutas, licor y animales sacrificados. También se brindan ofrendas a los espíritus de los muertos. Se emplean varias formas de adivinación para descifrar los mensajes recibidos de los loa. Rituales de curación y preparación de remedios herbales y talismanes también juegan un papel destacado.
El vudú o vodú se desarrolló entre las comunidades afrohaitianas en medio del comercio atlántico de esclavos entre los siglos XVI al XIX. Su estructura surgió de la mezcla de las religiones tradicionales de los esclavos llegados de África occidental y central, entre ellas las de los pueblos yoruba, fon y kongo, que fueron llevados a la isla de La Española. Allí, el vudú absorbió influencias de la cultura de los colonialistas franceses que controlaban la colonia de Saint-Domingue, notablemente del catolicismo pero también de la francmasonería. Muchos vuduistas participaron en la Revolución haitiana entre 1791 y 1804 que derrocó al gobierno colonial francés, aboliendo la esclavitud y transformando a Saint-Domingue en la república de Haití. La Iglesia Católica fue expulsada durante varias décadas tras la Revolución, lo que permitió que el vudú o vodú se convirtiera en la religión dominante en Haití. En el siglo XX, la creciente emigración extendió el vudú a otros países. A finales del siglo XX, se empezaron a crear vínculos crecientes entre el vudú y tradiciones relacionadas tanto en África occidental como en las Américas, tales como la santería cubana o el candomblé brasileño, a la vez que algunos practicantes influenciados por el movimiento Negritud han tratado de eliminar de la religión las influencias católicas.
Muchos haitianos practican el vodú o vudú en alguna medida, si bien típicamente practican también el catolicismo, sin encontrar ningún problema en practicar los dos sistemas diferentes simultáneamente. Existen comunidades de vuduistas más pequeñas en otros lugares, particularmente entre la diáspora haitiana en los Estados Unidos. Tanto en Haití como en otros países, el vudú se ha extendido más allá de sus orígenes afrohaitianos y es practicado por personas de diversas etnicidades. El vodú o vudú ha sido objeto de muchas críticas a lo largo de su historia y ha sido descrito repetidamente como una de las religiones más incomprendidas del mundo.
El vodú o vudú es una religión. Más específicamente, se le ha caracterizado como la «religión nacional» de Haití y como religión afrohaitiana,[1] así como «religión tradicional» [2] y «religión popular».[3] Su estructura principal se deriva de las religiones tradicionales africanas de África occidental y central que fueron llevadas a Haití por africanos esclavizados entre los siglos XVI y XIX.[4] En la isla, tales religiones africanas se mezclaron con la iconografía de tradiciones derivadas de Europa, como el catolicismo y la francmasonería, adoptando la forma del vudú alrededor de mediados del siglo XVIII .[5] En tanto combina diversas influencias, el vodú o vudú a menudo ha sido descrito como sincrético, o una «simbiosis», una religión que exhibe diversas influencias culturales.[6]
A pesar de sus influencias más antiguas, el vodú o vudú representó «una nueva religión»,[7]«un sistema criollizado del Nuevo Mundo»,[8] que difiere en muchos aspectos de las religiones tradicionales africanas.[9] Una de las más complejas de las tradiciones de la diáspora africana,[10] el académico Leslie Desmangles la llamó una «tradición derivada de África»,[11] Ina J. Fandrich la llamó una «religión neoafricana»,[12] y Markel Thylefors la llamó «religión afrolatinoamericana».[13] A raíz de sus orígenes compartidos en la religión tradicional de África occidental, el vudú o vodú ha sido caracterizado como una «religión hermana» de la santería cubana y el candomblé brasileño.[14]
En inglés, los practicantes del vodú o vudú se denominan Vodouists, mientras que en francés y criollo haitiano son llamados Vodouisants o Vodouyizan.[15] Otro término usado para referirse a los practicantes es el de sèvitè (serviteurs, «devotos»),[16] reflejando su autodescripción como personas que sèvi lwa («sirven a los lwa»), los seres sobrenaturales que juegan un papel central en el vudú. Al carecer de una autoridad institucional central, el vudú no tiene un líder único. Por lo tanto, no tiene ortodoxia, no tiene liturgia central, ni un credo formal. Desarrollándose a lo largo de varios siglos, ha cambiado con el tiempo.[17] Muestra variaciones tanto a nivel regional como local —incluyendo variantes entre Haití y la diáspora haitiana[18]—así como entre diferentes congregaciones. Se practica domésticamente, por familias en sus tierras, pero también por congregaciones que se reúnen comunalmente,[19] siendo estas últimas denominadas «templo vudú».[20]
En la cultura haitiana, generalmente las religiones no se consideran totalmente autónomas, y muchos haitianos practican tanto el vodú o vudú como el catolicismo. Los vuduistas suelen considerarse a sí mismos católicos. En Haití, los vuduistas también han practicado el mormonismo[21] y la francmasonería,[22] mientras que en el exterior también han practicado la santería y el paganismo moderno.[23] El vudú también ha absorbido elementos de otros contextos; en Cuba, algunos vuduistas han adoptado elementos del espiritismo.[24] Influenciados por el movimiento Negritud, otros vuduistas han tratado de eliminar las influencias católicas y otras influencias europeas de su práctica del vudú.[25]
El lenguaje ritual usado en el vodú o vudú se denomina langaj.[26] Muchos de estos términos—entre ellos la misma palabra vodú o vudú [4]—se derivan del idioma fon de África Occidental. Apareciendo por escrito por primera vez en la Doctrina Christiana de fr. Juan de Plasencia (1658),[27] la palabra fon Vôdoun se usaba en el reino de Dahomey en África occidental para referirse a un espíritu o deidad. En criollo haitiano, vudú llegó a designar un estilo específico de danza y percusión, antes de que los extraños a la religión lo adoptaran como un término genérico para referirse a gran parte de la religión afrohaitiana. La palabra vudú ahora abarca «una variedad de tradiciones y prácticas religiosas de Haití y de origen africano»,[28] incorporando «un conjunto de prácticas que los practicantes mismos no agregan».[29] El término vodú o vudú es, por lo tanto, utilizado principalmente por académicos y personas ajenas a la religión;[29] muchos practicantes describen su sistema de creencias con el término Ginen, que denota especialmente una filosofía moral y un código ético en relación con cómo vivir y servir a los espíritus loa.[18]
Vodou es la forma común en que se escribe el nombre de la religión entre académicos, en la ortografía criolla haitiana oficial y por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.[30] Algunos académicos usan las grafías Vodoun o Vodun, mientras que en francés también aparecen las grafías vaudou[31] o vaudoux. La grafía Voodoo (de donde proviene el español vudú), otrora común, ahora es generalmente evitada tanto por practicantes como académicos para referirse a la religión haitiana.[32] Esto es tanto para evitar confusiones con el Vudú de Louisiana, una tradición relacionada pero distinta, como para distinguirlo de las connotaciones negativas que el término Vudú tiene en la cultura popular occidental.[33]
Bondye y los loa
Enseñando la existencia de un solo Dios supremo, el vudú o vodú ha sido descrito como monoteísta. Se cree que esta entidad, llamada Bondye o Bonié, creó el universo.[34] El nombre proviene de un término derivado del francés Bon Dieu («Buen Dios»). Otro término utilizado es el de Gran Mèt, que deriva de la francmasonería.[22] Para los voduistas, Bondye es visto como la fuente última de poder,[35] considerada responsable de mantener el orden universal.[36] Bondye también es considerado remoto y trascendente, sin involucrarse en asuntos humanos, por lo que no tiene mucho sentido acercarse a él directamente.[37] Los haitianos suelen utilizar la frase si Bondye vle («si Bondye lo desea»), lo que sugiere una creencia de que todas las cosas ocurren de acuerdo con la voluntad de esta divinidad. Mientras que los vuduistas a menudo equiparan a Bondye con el Dios cristiano,[38] el vudú no incorpora la creencia en un antagonista poderoso que se oponga al ser supremo cercano a a la noción cristiana de Satanás.[39]
El vudú o vodú también ha sido caracterizado como politeísta.[37] Enseña la existencia de seres conocidos como los loa (o loa), un término que se traduce de diversas formas como «espíritus», «dioses» o incluso «genios».[40] Estos loa también se conocen como los mystères, anges, saints o les invisibles,[16] y a veces se equiparan con los ángeles de la cosmología cristiana.[38] El vudú enseña que existen más de mil loa.[41] Los loa pueden ofrecer ayuda, protección y consejo a los humanos, a cambio del servicio ritual. Se les considera intermediarios de Bondye, y poseedores de una sabiduría que es útil para los humanos,[42] aunque no se les considera ejemplos morales que los practicantes deban imitar.[43] Cada loa tiene su propia personalidad,[16] y se le asocia con colores específicos, días de la semana,[44] y objetos.[16] Los loa pueden ser leales o caprichosos en sus tratos con sus devotos;[16] los vuduistas creen que los loa se ofenden fácilmente, por ejemplo cuando se les ofrece comida que no les gusta.[45] Cuando se enojan, se cree que los loa quitarán la protección a sus devotos o infligirán desgracias, enfermedad o locura a una persona.[46]
Aunque con excepciones, la mayoría de los nombres de los loa derivan de los idiomas fon y yoruba.[47] Sin embargo, se añaden nuevos loa.[40] Los practicantes creen que algunos sacerdotes y sacerdotisas vudú se convierten en loa después de su muerte, o que ciertos talismanes se han convertido en loa.[48] Los vuduistas a menudo dicen que los loa residen en «Guinea», aunque esto no pretende ser una ubicación geográfica precisa,[49] sino un entendimiento generalizado de África como la tierra ancestral.[50] También se cree que muchos loa viven bajo el agua, en el fondo del mar o en los ríos.[44] Los vuduistas creen que los loa se comunican con los humanos por medio de sueños y a través de la posesión de seres humanos.[51]
Las nanchon
Los loa se dividen en nanchon o «naciones». Este sistema de clasificación se deriva de la forma en que los esclavos africanos occidentales fueron divididos en «naciones» a su llegada a Haití, por lo general con base en su puerto africano de partida en lugar de su identidad etnocultural.[16] El término fanmi (familia) se usa ocasionalmente como sinónimo de «nación» o, alternativamente, como una subdivisión de esta última categoría.[52] A menudo se afirma que existen 17 nanchon, de las cuales las más grandes y dominantes son las de Rada y Petwo. Los Rada derivan su nombre de Arada, ciudad en el reino de Dahomey en África Occidental. Los loa Rada son considerados generalmente como dous o doux, lo que significa que son de temperamento dulce.[53] Los loa Petwo se ven en contraste como loa chaud (loa cho), lo que sugiere que pueden ser enérgicos o violentos y se les asocia con el fuego;[53] generalmente se los considera socialmente transgresores y subversivos.[54] Los loa Rada son vistos como «fríos» y los loa Petwo «calientes».[55] Los loa Rada generalmente son considerados justos, mientras que sus contrapartes Petwo son considerados más ambiguos moralmente, asociados con cuestiones como el dinero.[56] Los loa Petwo provienen de varios orígenes, entre ellos criollos, congos y dahomeyanos.[57] Muchos loa existen andezo o en deux eaux, lo que significa que están «en dos aguas» y se les sirve tanto en rituales Rada como Petwo.[53]
Papa Legba, también llamado Legba, es el primer loa al que se saluda durante las ceremonias. Se le representa como un débil anciano vestido con harapos y usando una muleta. Papa Legba es considerado como el protector de puertas y cercados y, por lo tanto, del hogar, así como de caminos, senderos y cruces de caminos. Los segundos loa en ser saludados son usualmente los Marasa o gemelos sagrados.[58] En el vodú o vudú, cada nación tiene sus propios Marasa,[59] reflejando la creencia de que los gemelos tienen poderes especiales. A Agwé, también llamado Agwé-taroyo, se le asocia con la vida acuática y es protector de barcos y pescadores. Se cree que Agwé gobierna el mar con su consorte, La Sirène (Mami Wata).[60] Es una sirena, y a veces se la describe como Èzili de las Aguas pues se cree que trae buena suerte y riqueza del mar.[61]Èzili Freda o Erzuli Freda es la loa del amor y el lujo, personificando la belleza y gracia femeninas. Èzili Dantò o Èzili Banto es una loa que toma la forma de una campesina.
Zaka (o Azaka) es el loa de los cultivos y la agricultura, por lo general llamado «Papá» o «Primo». Su consorte es la loa Kouzinn.[62] Loco es el loa de la vegetación, y en tanto se considera que brinda propiedades curativas a varias especies de plantas, también se le considera el loa de la sanación.[63]Ogou es un loa guerrero, asociado con las armas. Sogbo es un loa asociado con los rayos,[64] mientras que su compañero, Bade, está asociado con los vientos.[65]Danbala (o Damballa) es un loa serpiente y está asociado con el agua, y se cree que frecuenta ríos, manantiales y pantanos; es una de las deidades más populares dentro del panteón.[66] Danbala y su consorte Ayida-Weddo (o Ayida Wedo) son representados a menudo como un par de serpientes entrelazadas. Los Simbi se entienden como los guardianes de las fuentes y los pantanos.[67]
Usualmente vistos como una fanmi en lugar de una nanchon,[68] los gede (también ghede o guédé) están asociados con el reino de los muertos. El líder de la familia es el Barón Samedi («Baron Sábado»). Su consorte es Gran Brigit, que tiene autoridad sobre los cementerios y es considerada como la madre de muchos de los otros gede.[69] Cuando se cree que los gede han llegado a una ceremonia vodú o vudú, por lo general son recibidos con júbilo porque traen alegría. Los poseídos por los gede en estas ceremonias son conocidos por hacer insinuaciones sexuales; el símbolo de los gede es un pene erecto,[70] mientras que el baile de banda asociado con ellos involucra golpes de cadera de estilo sexual.
La mayoría de los loa son asociados con santos católicos específicos. Por ejemplo, a Azaka, el loa de la agricultura, se le asocia con San Isidro Labrador. De manera similar, en tanto se le considera como la «llave» del mundo de los espíritus, Papa Legba es asociado típicamente con San Pedro, a quien se le representa sosteniendo llaves en la imaginería católica tradicional. La loa del amor y el lujo, Èzili Freda, es asociada con Nuestra Señora de los Dolores. Danbala, que es una serpiente, a menudo es comparado con San Patricio, que tradicionalmente es representado en una escena con serpientes; alternativamente, Danbala es asociado a menudo con Moisés, cuyo báculo se convirtió en serpientes. Los Marasa, o gemelos sagrados, suelen equipararse con los santos gemelos Cosme y Damián. Académicos como Leslie Desmangles han afirmado que los vuduistas originalmente adoptaron a los santos católicos para ocultar su culto a los loa cuando este último era ilegal durante el período colonial.[71] Analizando el vodú o vudú de la última parte del siglo XX, Donald J. Cosentino argumentó que ya no era el caso de que el uso de los santos católicos fuera simplemente una estratagema, sino que reflejaba la expresión devocional genuina de muchos vuduistas.[72] Impresiones cromolitográficas de los santos han sido populares entre los vuduistas desde que se inventaron a mediados del siglo XIX,[72] mientras que imágenes de santos son puestas comúnmente en las banderas drapo que se utilizan en el ritual vodú,[73]y también se les pinta comúnmente en las paredes de templos en Puerto Príncipe.[74]
Alma
Según el vodú, Bondye creó a la humanidad a su imagen y semejanza, moldeando a los seres humanos con agua y arcilla.[75] El vodú enseña la existencia de un espíritu o alma, el espri,[76] que se divide en dos partes. Una de ellas es el ti bonnanj ( ti bon ange o «pequeño ángel bueno»), y se entiende como la conciencia que permite a un individuo hacer autorreflexión y autocrítica. La otra parte es el gwo bonnanj (gros bon ange o «gran ángel bueno») y constituye la psique, fuente de la memoria, inteligencia y personalidad. Se cree que ambas residen dentro de la cabeza de un individuo.[77] Los vuduistas creen que el gwo bonnanj puede salir de la cabeza e irse viajar mientras la persona duerme.[78]
Los vuduistas creen que cada persona está intrínsecamente conectada a un loa específico. Este loa es su mèt tèt (amo de la cabeza). Creen que este loa informa la personalidad del individuo.[79] El vodú afirma que la identidad del loa tutelar de una persona puede identificarse por medio de la adivinación o consultando a los loa cuando poseen a otras personas.[80] Se considera que algunos de los sacerdotes y sacerdotisas de la religión tienen «el don de los ojos», en tanto pueden ver directamente cuál es el loa tutelar de una persona.[81]
En el momento de la muerte corporal, las gwo bonnanj se unen a los Ginen, o espíritus ancestrales, mientras que las ti bonnanj proceden al más allá para enfrentarse a un juicio ante Bondye.[82] Esta idea del juicio ante Bondye es más común en áreas urbanas, habiendo sido influenciada por el catolicismo, mientras que en las montañas haitianas es más común que los voduistas crean que la ti bonnanj se disuelve en el ombligo de la tierra nueve días después del fallecimiento.[83] Se cree que la gwo bonnanj permanece en Ginen durante un año y un día antes de ser absorbido por la familia de los Gede.[84] Se dice a menudo que Ginen se encuentra ubicado debajo del mar, debajo de la tierra o sobre el cielo.[85]
Los vuduistas creen que los espíritus de los muertos son diferentes de los gede, a quienes se considera loa.[86] Los vuduistas creen que los muertos siguen participando en los asuntos humanos, requiriendo sacrificios.[37] No enseña la existencia de ningún reino del más allá cercano a las ideas cristianas del cielo y el infierno. Más bien, en el vudú se cree que los espíritus de los muertos a menudo se quejan de que su propio reino es frío y húmedo y de que tienen hambre.[87]
Moral, ética y roles de género
El vudú o vodú impregna todos los aspectos de la vida de sus adeptos. Las normas éticas que promueve corresponden a su sentido del orden cosmológico.[36] La creencia en la interdependencia de las cosas juega un rol en las aproximaciones del vudú a cuestiones éticas.[88] Servir a los loa es fundamental en el vudú y sus códigos morales reflejan la relación recíproca que los practicantes tienen con tales espíritus,[89] tal que una relación responsable con los loa garantiza que se mantenga la virtud.[43] El vudú también refuerza los lazos familiares,[90] y el respeto por las personas mayores es un valor central,[91] siendo la familia extensa de importancia en la sociedad haitiana.[92]
El vudú o vodú no promueve una creencia dualista en una división firme entre el bien y el mal.[93] No ofrece ningún código ético prescriptivo; en vez de estar basada en reglas, la moralidad vudú se considera contextual a la situación.[94] El vudú refleja las preocupaciones cotidianas de las personas, centrándose en técnicas para mitigar la enfermedad o la desgracia;[95] de esta manera, hacer lo que se necesita para sobrevivir se considera una ética alta.[96] Entre los vuduistas, una persona moral es alguien que vive en sintonía con su carácter y el de su loa tutelar.[94] En general, actos que refuerzan el poder de Bondye se consideran buenos y aquellos que lo socavan son vistos como malos.[36] Las Maji, que significa el uso de poderes sobrenaturales para propósitos egoístas y malévolos, generalmente se consideran malas.[97] El término es bastante flexible, y se usa generalmente para denigrar a otros vuduistas, si bien algunos practicantes lo han usado como autodescripción en referencia a los ritos petwo.[98]
El vodú promueve una creencia en el destino, aunque se cree que los individuos tienen libertad de elección.[99] Se ha interpretado que esta aproximación sobre el destino alienta una perspectiva fatalista entre los practicantes,[100] algo que los críticos de la religión, especialmente aquellos de origen cristiano, han argumentado que ha desanimado a los vuduistas de mejorar su sociedad. Esto se ha extendido a un argumento según el cual el vodú es responsable de la pobreza de Haití,[101] argumento que a su vez ha sido acusado de tener raíces en prejuicios coloniales europeos hacia los africanos y de ignorar los complejos factores históricos y ambientales que afectan a Haití.[102]
Se ha dicho también que el vudú refleja elementos misóginos de la cultura haitiana mientras que, al mismo tiempo, empodera a las mujeres en mayor medida de lo que ocurre en muchas religiones al permitirles convertirse en sacerdotisas.[103] Como líderes sociales y espirituales, las mujeres también pueden reclamar autoridad moral en vudú.[104] Algunos practicantes afirman que los loa determinaron su orientación sexual, convirtiéndolos en homosexuales;[105] varios sacerdotes son homosexuales,[106] y el loa Èzili es visto como patrón de los masisi (hombres homosexuales).[107]