Trabajo (sociología)

«Trabajo» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Trabajo (desambiguación).

El trabajo es la ejecución de tareas que implican un esfuerzo físico o mental,^[1] y que tienen como objetivo la producción de bienes y servicios para satisfacer los deseos humanos. El trabajo es por tanto la actividad a través de la cual el ser humano obtiene sus medios de subsistencia, por lo que tiene que trabajar para vivir o bien vivir de la labor de los demás.^[2]

Hombre trabajando

Etimología

La palabra «trabajar» deriva del latín tripaliare, que originalmente significaba torturar.^[3] Este verbo hacía referencia al tripalium, una herramienta parecida a un cepo con tres puntas o pies que se usaba inicialmente para sujetar caballos o bueyes y así poder herrarlos. También se usaba como instrumento de tortura para castigar esclavos o reos.^[4][5] Fue ampliando su campo semántico durante la Edad Media y en época moderna sustituyó a las palabras sinónimas «labrar» y «operar». El vocablo «trabajo» aparece durante el siglo VI, según Alain Rey, como forma deverbal de «trabajar».^{[cita requerida]}

Asimismo, de forma coloquial recibe los nombres «curro»,^[6] «faena»^[7]y «tajo» (España), «laburo» (Argentina y Uruguay),^[8] «chamba» (Centroamérica, Ecuador y México)^[9] o «jale» (México).^[10]

Tipos de trabajo

Durante la Edad Antigua, el trabajo esclavo o esclavitud fue considerada por las más diversas civilizaciones como la forma natural y más adecuada de relación laboral.

Desde finales de la Edad Antigua, la esclavitud deja de ser la forma predominante del trabajo, para ser gradualmente reemplazada por el trabajo asalariado. Tras siglos de descenso en importancia, la esclavitud fue definitivamente abolida en el siglo XIX en la mayor parte de los países del mundo. Dentro del trabajo asalariado puede distinguirse como categoría específica, el trabajo a destajo, en el que el trabajador recibe una tarifa fija por completar una tarea (o por cada unidad producida), independientemente del tiempo invertido en su realización.

El trabajo asalariado o por cuenta ajena se distingue del trabajo autónomo o por cuenta propia en que este último no se realiza en el marco de una relación laboral con una organización sino que vende el resultado del trabajo directamente al cliente final.

Evolución histórica

Trabajo en el Tahuantinsuyo. Desde el origen mismo de la humanidad, la labor se ha conformado como una actividad social.

La naturaleza colectiva del trabajo «humano» y el sistema de relaciones sociales que lo conforma, hacen del trabajo un centro de atención constante para los sociólogos: Auguste Comte, el fundador de la sociología, sostenía que la división de trabajo lleva a la evolución social.

Cada formación social desarrolla un tipo específico de relaciones sociales para atender la actividad laboral que impacta decisivamente en las características de cada sociedad y en la cultura y forma de vida de sus habitantes. La constitución misma de la humanidad como especie social está vinculada al desarrollo de relaciones cooperativas en el trabajo. Por otra parte el conflicto social derivado de las relaciones laborales es una de las cuestiones más atendidas por la Sociología.

Durante la mayor parte de la historia de la civilización el trabajo fue considerado como una actividad «despreciable». En la Biblia, libro sagrado común al judaísmo, cristianismo y el islam, la labor aparece como algo costoso después de que Adán y Eva perdieran el paraíso:

(Yahveh Dios) Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás.»

(Génesis, Cap. 3)

La valoración social del trabajo

Los griegos de la Edad de Oro pensaban que solo el ocio recreativo era digno del hombre libre.^{[cita requerida]}

En la antigua Grecia, el concepto de trabajo no existía como unidad conceptual. La actividad agrícola se valoraba más que la artesanía y el comercio, por razones religiosas y morales (trabajar la tierra equivalía a tener una actividad autosuficiente). El trabajo se concebía de forma ambivalente, siendo apreciado (así, Odiseo se hacía su propia cama; Atenea y Hefesto, venerados especialmente en Atenas, protegían a los artesanos; la ociosidad era represiva por leyes) o denostado (la esclavitud fue sin duda el origen de tal concepción; algunas ciudades reservaban la ciudadanía a quienes no trabajaban; Aristófanes se burla del hijo de un verdulero y un curtidor).^[11]

De la Edad Media a la Edad Moderna (siglos XIX-XX)

En Europa Occidental, durante la Alta Edad Media, el movimiento monástico se basaba principalmente en el trabajo (véase la Regla de San Benito), dándole al trabajo un propósito de fraternidad desde una perspectiva comunitaria y también de plenitud a través de la participación en el bien común (concebido en relación con la creación divina).

Hasta entonces, el trabajo era un claro signo de servidumbre, pero Benito decidió integrarlo en la ética cristiana, posibilitando la plenitud del Opus Dei (obra de Dios). Los monjes construyeron una sociedad cristiana tanto mediante el trabajo de sus manos como mediante el de su mente. Siendo a la vez un centro cultural dedicado a la formación de clérigos y a la difusión de ritos oficiales, y una empresa económica, el monasterio benedictino gozó de un éxito considerable, impulsado por las autoridades políticas que veían en las órdenes monásticas fieles aliadas para pacificar y regular la vida social de los reinos bárbaros.^[12]

Junto al trabajo libre, existía la servidumbre, que imponía a los campesinos la obligación de trabajar hacia sus señores. En Francia, la servidumbre prácticamente desapareció tras la Guerra de los Cien Años y, aunque persistía localmente, fue abolida primero en todo el dominio real por Luis XVI (en 1779) y luego definitivamente durante la Revolución Francesa.

Antes de la Revolución Industrial (en sociedades precapitalistas)

Robert Heilbroner (economista estadounidense) argumenta que, en las sociedades precapitalistas (antes de la Revolución Industrial de 1789), el trabajo no era una mercancía que se pudiera intercambiar libremente en el mercado.^[13] En el campo, el trabajo del siervo para con su superior (llamado señor) era un deber, no un derecho: el trabajador estaba ligado a su señor de por vida. Además del trabajo doméstico, el siervo tenía el deber de protegerlo portando armas cuando se veía amenazado desde el exterior por otros señores más poderosos. En la ciudad, el trabajo de los aprendices para con sus amos estaba estrictamente regulado por los gremios y no se permitía la libertad ni la innovación. ^[13]

La valoración social positiva del trabajo surge de forma gradual. En la Encyclopédie dirigida por Diderot y d'Alembert en el siglo XVIII, en el contexto cultural de la Ilustración, el trabajo es definido como una ocupación a la que el hombre «está condenado por su necesidad», pero de la cual, al mismo tiempo, dependen «su serenidad, su buen juicio y quizás su virtud».^[14]

Sociología del trabajo

Artículo principal: Sociología del trabajo

En general los grandes sociólogos (Comte, Weber, Durkheim) concedieron al trabajo un lugar central en sus teorías. Por otra parte, Karl Marx establece los fundamentos teóricos para la explicación y análisis del proceso del trabajo, en su obra El capital. Define el proceso de trabajo como un proceso de interacción entre el hombre y la naturaleza. Para Marx, el proceso del trabajo es un intercambio entre el hombre y la naturaleza en el que el hombre media, regula y controla su metabolismo con la naturaleza al ejercer su actividad reproductiva en un proceso de transformación del entorno material y de sí mismo. La Tierra (en el sentido más amplio de la expresión) es Objeto y el Medio de Trabajo, al mismo tiempo es la bodega, el almacén que provee de materias primas al ser humano para su actividad transformadora, mediante el uso de su fuerza física el hombre el ser humano es la primera fuerza productiva en este proceso de producción que abarca la historia de la formación económica de la sociedad humana.

Pero, es recién a partir de la Segunda Guerra Mundial que se desarrolla una sociología del trabajo. Conceptos claves de la Sociología como los de “división del trabajo”, “clase social”, “estratificación social”, “conflicto”, “poder”, “población económicamente activa”, “sobretrabajo”, “subocupación demandante y no demandante”; “mercado laboral”. Todo ello está relacionado con el plano «macroscópico» de las relaciones laborales están íntimamente relacionadas con las implicaciones sociológicas del trabajo.

Para la sociología del trabajo el estudio de la labor va más allá de las “relaciones sociales de empleo” para concentrarse en el concepto, más amplio y complejo de “mundo laboral”, abarcador de todas las formas de trabajo y actividad, prestando atención tanto a la actividad como a la intención para la cual la actividad es llevada a cabo, y llegando hasta el concepto mismo de “empresa”, como esfuerzo colectivo del trabajo. Cuando se llega a ello estamos en el plano «microscópico» de la sociología del trabajo, o sea las condiciones y medio ambiente de trabajo originadas por el plano «micro» llevan el nombre de CyMAT (Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo) que es una especialidad en la sociología laboral^[15]

La sociología presta atención y estudia las implicaciones sociales de la relación del trabajo con la herramienta (técnica y tecnología). Las transformaciones profundas que derivan del paso del trabajo con simples herramientas individuales (artesanado), al trabajo industrial con grandes máquinas (maquinismo), al trabajo con computadoras u ordenadores (sociedad de la información),y el impacto en el plano «microscópico» que generan, constituyen un permanente tema de estudio sociológico .

Trabajador estadounidense de comienzos del siglo XX.

Relación con el desarrollo humano

No existe una relación automática entre el trabajo y el desarrollo humano ya que no toda labor contribuye a mejorarlo. Por ejemplo, la explotación laboral (especialmente la explotación de niños) priva a las personas de lo que les corresponde, de sus derechos y de su dignidad. Del mismo modo, una labor que sea peligrosa, que no cuente con medidas de seguridad, con derechos laborales o con una protección social no es propicia para el desarrollo humano. Algunos de los cambios que ha experimentado la noción de trabajo pueden contribuir positivamente a distintas dimensiones del desarrollo humano, pero otros aspectos pueden en cambio tener repercusiones negativas.^[16]

Necesidades de los trabajadores

Como seres vivos, los humanos necesitamos una base de buena salud, nutrición, descanso y otras necesidades físicas para poder realizar un esfuerzo continuado de forma fiable.

Fisiología

El trabajo físico exige directamente al cuerpo, pero incluso el trabajo principalmente mental también puede causar estrés debido a problemas como largas jornadas, exigencias excesivas o un entorno de trabajo hostil.

Las formas particularmente intensas de trabajo manual a menudo llevan a los trabajadores a desarrollar la fuerza física necesaria para su trabajo. Sin embargo, esta actividad no necesariamente mejora la condición física general del trabajador como el ejercicio, debido a problemas como el exceso de trabajo o la repetición de pequeños movimientos.^[17] En estos trabajos físicos, mantener una buena postura o movimientos con la técnica adecuada también es una habilidad crucial para evitar lesiones. Irónicamente, los trabajadores administrativos que son sedentarios durante la jornada laboral también pueden sufrir problemas de salud a largo plazo debido a la falta de actividad física.

Formación

Aprender las habilidades necesarias para el trabajo suele ser un proceso complejo en sí mismo, que requiere una formación intencionada. En las sociedades tradicionales, los conocimientos prácticos para diferentes tareas pueden transmitirse a cada nueva generación mediante la tradición oral y el trabajo bajo la guía de un adulto. Sin embargo, para trabajos más especializados y técnicamente complejos, suele ser necesario un sistema de educación más formal. Un currículo completo garantiza que el trabajador en formación tenga cierta exposición a los aspectos principales de su especialidad, tanto en la teoría como en la práctica.

Equipo y tecnología

Un alfarero da forma a la cerámica con sus manos mientras opera un torno, en India.

Una persona trabajando con un portátil.

El uso de herramientas ha sido un aspecto central de la evolución humana y también una característica esencial del trabajo. Incluso en sociedades tecnológicamente avanzadas, muchos conjuntos de herramientas de los trabajadores aún incluyen varias herramientas manuales más pequeñas, diseñadas para ser sostenidas y operadas por una sola persona, a menudo sin energía adicional. Esto es especialmente cierto cuando las tareas pueden ser realizadas por uno o varios trabajadores, no requieren una fuerza física significativa y se realizan a su propio ritmo, como en muchos servicios o la fabricación artesanal.

Para otras tareas que requieren grandes cantidades de energía, como en la industria de la construcción, o un conjunto de acciones simples altamente repetitivas, como en la fabricación en masa, las máquinas complejas pueden realizar gran parte del esfuerzo. Los trabajadores presentes se centrarán en tareas más complejas, como operar controles o realizar tareas de mantenimiento. A lo largo de varios milenios, la invención, el descubrimiento científico y los principios de ingeniería han permitido a la humanidad pasar de la creación de máquinas simples que simplemente redirigen o amplifican la fuerza, pasando por motores que aprovechan fuentes de energía suplementarias, a los complejos sistemas regulados actuales que automatizan muchos pasos dentro de un proceso de trabajo.

En el siglo XX, el desarrollo de la electrónica y los nuevos conocimientos matemáticos condujeron a la creación y adopción generalizada de computadoras rápidas y de propósito general. Así como la mecanización puede sustituir el trabajo físico de muchos seres humanos, las computadoras permiten la automatización parcial del trabajo mental que antes realizaban los trabajadores humanos, como los cálculos, la transcripción de documentos y las solicitudes básicas de atención al cliente. La investigación y el desarrollo de tecnologías relacionadas, como el aprendizaje automático y la robótica, continúan en el siglo XXI.

Además de las herramientas y máquinas utilizadas para realizar tareas activamente, los trabajadores se benefician cuando otros elementos pasivos de su trabajo y entorno están diseñados adecuadamente. Esto incluye desde artículos personales como ropa de trabajo y equipo de seguridad hasta características del propio espacio de trabajo como el mobiliario, la iluminación, la calidad del aire e incluso la arquitectura subyacente.

Véase también

• Portal:Sociología. Contenido relacionado con Sociología.
• Condiciones de trabajo
• Contrato de trabajo
• Explotación laboral
• Flexibilización laboral
• Derecho al trabajo
• Derecho laboral
• Desempleo
• Jornada laboral
• Precariedad laboral
• Sindicato
• Trabajo decente
• Trabajo irregular