Los vándalos fueron un pueblo germánico de Europa central que habitaban las regiones ribereñas del mar Báltico, en las actuales Alemania y Polonia, durante el Imperio romano. Su lengua pertenecía a la rama germánica oriental. Su primera aparición en las fuentes antiguas se remonta al siglo I d. C. en que fueron citados por Plinio y Tácito. Mucho más tarde, en el siglo V, un grupo de vándalos liderados por reyes estableció reinos vándalos, primero en la península ibérica y luego en las islas del Mediterráneo occidental y el norte de África.
Los asdingos fueron un pueblo germánico, más concretamente una ramificación de los vándalos que se establecieron alrededor del siglo II en el área actual de Hungría, Rumania, Eslovaquia y Polonia. Los vándalos asdingos fueron desplazados por los hunos de las llanuras de Hungría y, tras intentar cruzar el Danubio, bien defendido por Estilicón, a la sazón general de Flavio Honorio emperador de Occidente, se dirigieron hacia el Rin arrastrando a los vándalos silingos. A finales del siglo III se unen a los silingos y en 406 cruzan el Rin por Maguncia y asolaron la Galia, indefensa porque Estilicón retiró su ejército para defender la península itálica de los visigodos de Alarico I, e invaden la península ibérica en el 409. Después de firmar un foedus con los romanos, reciben tierras en la Gallaecia, el norte de Portugal y la actual región española de Galicia.
Los silingos fueron un pueblo germánico, concretamente una ramificación de los vándalos, que se establecieron en el área de Silesia. Debido a la gran migración germánica y en fusión con otra ramificación vándala, los asdingos, se trasladaron a la península ibérica hasta ser expulsados a África por los visigodos.