La coronación de Eduardo VII (película de 1902)
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La coronación de Eduardo VII (en inglés: The Coronation of Edward VII, Reproduction, Coronation Ceremonies, King Edward VII[2] y Coronation of King Edward[3]) es un cortometraje de 1902 dirigido por Georges Méliès y producido por Charles Urban, y que simula abreviadamente la ceremonia de coronación de los reyes Eduardo VII del Reino Unido y Alejandra de Dinamarca, producido antes de la coronación real, y lanzado el mismo día.
The Coronation of Edward VII | ||
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Cortometraje | ||
Publicidad en un periódico, anunciando la película. The New York Clipper, 23 de agosto de 1902. | ||
Ficha técnica | ||
Dirección | ||
Producción | Charles Urban | |
Fotografía | George Albert Smith | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País |
Francia Reino Unido Reino Unido | |
Año | 1902 | |
Género | Documental | |
Duración |
6 min 107 metros aproximadamente[1] | |
Idioma(s) | Inglés | |
Compañías | ||
Productora | Star Film Company | |
Distribución |
Warwick Trading Company Biograph Company | |
Películas de Georges Méliès | ||
La Clownesse fantôme (1902) | The Coronation of Edward VII | Les Trésors de Satan (1902) |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
Urban, después de un intento fallido de obtener permiso para filmar la ceremonia real, encargó a Méliès dirigir la versión simulada. La película, realizada al aire libre con un decorado pintado, se planeó como una reproducción realista (aunque muy condensada) de la coronación; Urban investigó varios detalles sobre la ceremonia en Inglaterra, mientras Méliès, en su estudio francés, eligió a sus actores basándose en sus semejanzas con los dignatarios que protagonizarían la ceremonia. La película fue completada a tiempo para la coronación, pero luego que Eduardo cayera enfermo, tanto el evento real como el lanzamiento de la película fueron pospuestos.
La película se estrenó en el Día de la Coronación con gran éxito en Gran Bretaña y otros lugares, aunque al menos un periodista criticó duramente a Urban y Méliès por falsificar la ceremonia. Según los informes, el propio rey Eduardo estaba encantado con la película, y sigue siendo una de las obras mejor recibidas de Méliès.