Aves de Costa Rica
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Las aves de Costa Rica representan una alta diversidad biológica dentro de la fauna de este país, resultado de su ubicación y origen geológico. Costa Rica es uno de los países con mayor diversidad de aves por metro cuadrado en el continente americano.[1] La diversidad de aves se divide en cuatro provincias ornitológicas: Tierras Altas, Vertiente del Caribe, Pacífico Norte y Pacífico Sur. Incluyendo la Isla del Coco y sus aguas territoriales, para 2016, se habían identificado 920 especies de aves de Costa Rica, de las cuales 7 son endémicas, 220 especies son migratorias y 19 se encuentran globalmente amenazadas. En total, las especies de aves de Costa Rica constituyen el 9% de las especies conocidas en el mundo.[1]
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La riqueza aviaria de Costa Rica está mediada por la geografía nacional, que influye grandemente en el clima y la pluviosidad del país, lo que da origen a una variada vegetación. La costa atlántica de Costa Rica es poco regular, con playas arenosas bordeadas por palmeras y cocoteros, pocos afloramientos rocosos e islas fluviales cubiertas de un exuberante bosque húmedo, con zona pantanosas, humedales, ríos largos que forman brazos y meandros. Las aves acuáticas son escasas a lo largo de esta costa, concentrándose en las bocas de los ríos o barras. La costa del Pacífico es más irregular, con numerosos accidentes geográficos, acantilados, playas anchas y arenosas, y manglares abundantes. Las importantes fluctuaciones de las mareas producen excelentes condiciones para la alimentación para aves playeras (gaviotas, charranes y otros) y acuáticas, sobre todo en el golfo de Nicoya y el golfo Dulce, así como concentraciones notables de garzas en los manglares. Al centro del país, las zonas de vida más importantes se encuentran en la cordillera de Tilarán, los macizos centrales de la cordillera Volcánica Central, los valles intermontanos y los altos cerros de la cordillera de Talamanca, que se extiende hasta Panamá, cubiertos de bosque nuboso y lluvioso.[2]
Entre los factores que afectan las aves están la alta deforestación, el desarrollo urbanístico, los drenajes de zonas inundadas y la contaminación de los ríos.[3][4]