Cultivos tropicales en la Argentina
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Los cultivos tropicales en Argentina son las producciones a campo en el territorio argentino de especies vegetales originadas en las regiones intertropicales del globo, las cuales exhiben sensibilidad a las bajas temperaturas, sufriendo daños de consideración y hasta la muerte del ejemplar frente a la ocurrencia de heladas agronómicas.[1] Este rubro constituye un importante ítem económico para el sector agropecuario de las provincias septentrionales del país. Son especies perennes, es decir, no incluye las especies delicadas anuales, las que son cultivadas en una determinada época del año libre de heladas.
El 2,5 % de la producción frutícola de ese país son frutas tropicales, de las que produce 200 000 toneladas anuales (algo más del 0,1 % de la producción mundial de este tipo de frutas), lo que resulta insuficiente para cubrir la demanda interna, por lo que debe importar más de 360 000 toneladas.[2] En los últimos 15 años ha crecido la cantidad de hectáreas que se trabajan con banana, palta y mango. Además se llevan adelante programas para incentivar a cultivos como el mburucuyá o maracuyá y el mamón o papaya.[3]