Elecciones municipales de Perú de 1998
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Las elecciones municipales de Perú de 1998 se llevaron a cabo el 11 de octubre de 1998 en todo el Perú, para elegir a los alcaldes provinciales y distritales para el período 1999-2002. Fueron convocadas por Alberto Fujimori Fujimori mediante Decreto Supremo N° 012-98-PCM (2 de abril de 1998).[1] La segunda vuelta municipal se llevó a cabo el 13 de diciembre de 1998.
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Elecciones municipales de Perú de 1998 Autoridades locales para el período 1999-2002 | |||||||||||
Fecha | 11 de octubre de 1998 13 de diciembre de 1998 | ||||||||||
Cargos a elegir | 194 alcaldías provinciales 1623 alcaldías distritales | ||||||||||
Demografía electoral | |||||||||||
Población | 25 104 276 | ||||||||||
Hab. registrados | 13 361 250 | ||||||||||
Votantes | 10 617 783 | ||||||||||
Participación | |||||||||||
79.47 % ![]() | |||||||||||
Votos válidos | 9 269 719 | ||||||||||
Votos en blanco | 743 698 | ||||||||||
Votos nulos | 599 861 | ||||||||||
Tarjetas no marcadas | 4505 | ||||||||||
Resultados | |||||||||||
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Movimiento Independiente Somos Perú | ||||||||||
Votos | 2 629 911 ![]() | ||||||||||
Alcaldías provinciales | 22 | ||||||||||
Alcaldías distritales | 208 | ||||||||||
28.37 % | |||||||||||
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Movimiento Independiente Vamos Vecino | ||||||||||
Votos | 2 324 973 ![]() | ||||||||||
Alcaldías provinciales | 71 | ||||||||||
Alcaldías distritales | 582 | ||||||||||
25.08 % | |||||||||||
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Partido Aprista Peruano | ||||||||||
Votos | 604 453 | ||||||||||
Alcaldías provinciales | 6 | ||||||||||
Alcaldías distritales | 37 | ||||||||||
6.52 % | |||||||||||
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Acción Popular | ||||||||||
Votos | 468 458 ![]() | ||||||||||
Alcaldías provinciales | 5 | ||||||||||
Alcaldías distritales | 113 | ||||||||||
5.05 % | |||||||||||
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Unión por el Perú | ||||||||||
Votos | 125 870 | ||||||||||
Alcaldías provinciales | 2 | ||||||||||
Alcaldías distritales | 29 | ||||||||||
1.36 % | |||||||||||
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Independientes | ||||||||||
Votos | 3 116 054 | ||||||||||
Alcaldías provinciales | 75 | ||||||||||
Alcaldías distritales | 1171 | ||||||||||
33.62 % |
Las elecciones municipales se desarrollaron en medio del desgaste político del régimen fujimorista que, en su noveno año de mandato, enfrentaba una notable oposición. En 1998, los devastadores efectos del fenómeno de El Niño afectaron especialmente al norte del país, mientras que una intensa movilización popular, principalmente universitaria y con gran impacto en el interior del país, se opuso a los planes de Fujimori de presentarse para un tercer mandato. Utilizando su mayoría en el Congreso, el fujimorismo impidió el desarrollo un referéndum sobre la constitucionalidad de la re-reelección, lo que generó un clima de tensión y descontento social. Además, se promovieron cambios legales para limitar la participación de agrupaciones nacionales, se introdujo una segunda vuelta electoral municipal con un mínimo de votación del 20% y se extendió el periodo municipal de tres a cuatro años.
En la oposición, el Movimiento Independiente Somos Lima, triunfador en las elecciones de 1995, se transformó en una organización nacional bajo el nombre de Movimiento Independiente Somos Perú. Alberto Andrade, alcalde de Lima y líder del partido, comenzaba a perfilarse como un posible candidato para las elecciones generales de 2000, gracias a su buena gestión y mejorada imagen. Unión por el Perú, la principal fuerza opositora en el Congreso, apoyó a Andrade en Lima, pero enfrentó una crisis interna que dificultó la presentación de candidaturas de consenso. Los partidos tradicionales, Acción Popular y el Partido Aprista Peruano, participaron en las elecciones, pero fueron objeto de una campaña de desprestigio por los fracasos de sus gobiernos anteriores. En general, los candidatos opositores adoptaron discursos no ideológicos, buscando adhesiones para la oposición a la reelección de Fujimori.
Por su lado, el fujimorismo se reorganizó alrededor del Movimiento Independiente Vamos Vecino, presentando candidaturas de simpatizantes del régimen y actores políticos locales, apelando al clientelismo para mantener su base de apoyo. Esta agrupación contó con el respaldo del gobierno y la infraestructura estatal para realizar campañas políticas, además de corrupción de funcionarios y contracampañas en los medios de comunicación. Las elecciones municipales se llevaron a cabo en medio del intento del gobierno fujimorista por ganar espacios de poder local para apoyar su reelección en el año 2000. De esta forma, Vamos Vecino surgió como la tercera agrupación política vinculada al gobierno, después de Cambio 90 y Nueva Mayoría, para ganar representaciones municipales y canalizar trabajos asistencialistas con fines reeleccionistas.
En medio de la polarización entre el gobierno y la oposición, los independientes generalmente manejaron un discurso descentralista, pese a ser disímiles y contradictorios entre sí, incorporando a personalidades con pasado partidario. Muchos de ellos, aspirantes a la reelección, se unieron a protestas por mayores presupuestos y disponibilidad del gasto. Nuevamente, las listas independientes poblaron las candidaturas en todo el país.
La campaña electoral estuvo marcada por problemas logísticos y de coordinación, errores en la distribución de material electoral, instalación tardía de mesas de sufragio, problemas de impresión de carteles y cédulas y falta de actualización de datos en el padrón electoral. Los organismos electorales, desacreditados por la intervención gubernamental, contribuyeron a la desconfianza en el proceso. Sin embargo, la jornada electoral del 11 de octubre se caracterizó por la tranquilidad política.
Los resultados de las elecciones no presentaron cambios importantes en comparación con los comicios subnacionales anteriores. Como se esperaba, Andrade consiguió nuevamente la victoria en Lima por el margen más amplio de la historia, a pesar de enfrentarse a Juan Hurtado Miller, el que fue considerado como el único candidato oficialista con posibilidades de evitar una derrota humillante para el gobierno en la capital. Somos Perú se consolidó como la organización más votada a nivel nacional, éxito que no repetiría hasta veinticuatro años después. A pesar del triunfo, Somos Perú obtuvo pocas victorias significativas fuera de Lima. Vamos Vecino se impuso como la segunda fuerza política en la capital y en el resto del país, ganando principalmente en provincias intermedias y de escaso peso electoral. Acción Popular y el Partido Aprista Peruano, otrora mayores fuerzas políticas nacionales, tuvieron resultados críticos, consiguiendo victorias en cinco y seis provincias, respectivamente. Unión por el Perú logró la victoria en solo dos provincias.
Al igual que en 1995, aunque con un menor caudal electoral, las listas independientes se impusieron en la mayoría de las provincias, concentrando aproximadamente un tercio del voto nacional. La gran mayoría de capitales departamentales estuvieron bajo su control mientras que, en los movimientos de carácter nacional, Vamos Vecino ganó en seis capitales, incluyendo Cusco; Somos Perú, además de Lima, ganó en Huánuco, y el aprismo triunfó en su bastión tradicional, Trujillo. El éxito de las listas independientes continuó demostrando la desconfianza de la ciudadanía hacia los partidos políticos tradicionales y la preferencia por opciones más locales y no partidistas.