![cover image](https://wikiwandv2-19431.kxcdn.com/_next/image?url=https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/f6/La_Porte%25C3%25B1a.jpg/640px-La_Porte%25C3%25B1a.jpg&w=640&q=50)
Historia del ferrocarril en la Argentina
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
La Historia del ferrocarril en la Argentina comenzó en la década de 1850 en Buenos Aires y se extendió rápidamente por las provincias interiores, en particular las de la llanura pampeana, donde era más sencillo instalar vías por su relieve, y donde era más probable conseguir cargas, ya que se trata de uno de los suelos más fértiles del mundo.
![Thumb image](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/f6/La_Porte%C3%B1a.jpg/640px-La_Porte%C3%B1a.jpg)
![Thumb image](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/f9/Buenos_Aires_-_Pasaje_Enrique_Santos_Disc%C3%A9polo_-_HDR.jpg/640px-Buenos_Aires_-_Pasaje_Enrique_Santos_Disc%C3%A9polo_-_HDR.jpg)
![Thumb image](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/6/6a/EstacionPatricios-FCGMB.jpg/640px-EstacionPatricios-FCGMB.jpg)
![Thumb image](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/7/74/Red_ferroviaria_Bs_As_en_1890.svg/320px-Red_ferroviaria_Bs_As_en_1890.svg.png)
El ferrocarril tuvo en la Argentina un desarrollo explosivo, alcanzando a principios del siglo XX más de 20 000 kilómetros de vías. La mayor parte de las líneas fueron construidas por empresas británicas, con capital en parte de origen europeo pero con grandes aportes del Estado nacional. Y varias de las que fueron construidas por el propio Estado fueron privatizadas, con gran perjuicio para el Estado. El número y largo de vías siguió creciendo –aunque con mucha lentitud– hasta la década de 1950, pero ya eran más una carga para el país que un aporte a su desarrollo; de modo que el presidente Perón nacionalizó la totalidad de las empresas ferroviarias privadas.
La empresa que reunió todas las líneas férreas, Ferrocarriles Argentinos, llegó a ser un modelo de ineficiencia, abandono, envejecimiento de los bienes de capital y –sobre todo– de déficit operativo. Eso llevó a que durante tres décadas se analizara la privatización del conjunto de los ferrocarriles en el país, entendiéndose que las líneas no rentables serían clausuradas. En la década de 1990, el presidente Menem privatizó la mayor parte de las líneas, logrando algunos resultados positivos durante un tiempo; pero los problemas operativos y el déficit que el sistema ferroviario causa al Estado argentino volvieron a ser su principal característica hasta el presente.