Juan María Vianney
presbítero francés proclamado patrono de los sacerdotes católicos " El Santo Cura de ARS " / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Estimado Wikiwand AI, Seamos breves simplemente respondiendo estas preguntas clave:
¿Puede enumerar los principales datos y estadísticas sobre Juan María Vianney?
Resumir este artículo para un niño de 10 años
Juan Bautista María Vianney (Dardilly, 8 de mayo de 1786-Ars-sur-Formans, 4 de agosto de 1859), conocido como el Santo Cura de Ars, fue un presbítero francés proclamado patrono de los sacerdotes católicos, especialmente de los que tienen cura de almas (párrocos).
San Juan María Vianney OFS | |||
---|---|---|---|
Información personal | |||
Nombre de nacimiento | Jean-Baptiste-Marie Vianney | ||
Nombre en francés | Jean-Marie Vianney | ||
Nacimiento |
8 de mayo de 1786 Dardilly, (Reino de Francia) | ||
Fallecimiento |
4 de agosto de 1859 (73 años) Ars-sur-Formans, (Segundo Imperio francés) | ||
Sepultura | Basilique d'Ars | ||
Nacionalidad | Francesa | ||
Religión | Iglesia católica | ||
Información profesional | |||
Ocupación | Sacerdote católico | ||
Área | Iglesia cristiana | ||
Cargos ocupados | Párroco de Parroquia católica de Ars (1821-1859) | ||
Información religiosa | |||
Beatificación | 8 de enero de 1905 por San Pío X | ||
Canonización | 31 de mayo de 1925 por Pío XI | ||
Festividad | 4 de agosto (rito romano) | ||
Venerado en | Iglesia católica | ||
Patronazgo | Sacerdotes y Párrocos | ||
Santuario | Basílica de Ars, en Ars-sur-Formans | ||
reconocimientos
| |||
Distinciones | |||
Su humildad, su predicación, su discernimiento y saber espontáneos, y su capacidad para generar el arrepentimiento de los penitentes por los males cometidos fueron proverbiales. Administrador del sacramento de la penitencia durante cuatro décadas a razón de más de diez horas diarias, llegó a hacerlo entre dieciséis y dieciocho horas por día durante trece años, desde 1830 hasta que enfermó en 1843. Se lo considera uno de los grandes confesores de todos los tiempos.[1] De él escribió Juan Pablo II:
Me impresionaba profundamente, en particular su heroico servicio de confesionario. Este humilde sacerdote que confesaba más de diez horas al día comiendo poco y dedicando al descanso apenas unas horas, había logrado, en un difícil periodo histórico, provocar una especie de revolución espiritual en Francia y fuera de ella. Millares de personas pasaban por Ars y se arrodillaban en su confesonario.[2]