Literatura LGBT de Colombia
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La literatura LGBT de Colombia, entendida como literatura escrita por autores colombianos que involucre tramas, temáticas o personajes que formen parte o estén relacionadas con la diversidad sexual, cuenta con una tradición que se remonta a las primeras décadas del siglo XX, específicamente a la poesía homoerótica de Porfirio Barba Jacob.[1] La primera novela abiertamente homosexual colombiana, Por los caminos de Sodoma, llegaría en 1932, de la mano de Bernardo Arias Trujillo.[2]
En décadas posteriores, entre los autores que han tratado la temática LGBT se cuentan a personalidades como Fernando Vallejo, con obras como La virgen de los sicarios y El Desbarrancadero, y Efraim Medina Reyes con Técnicas de masturbación entre Batman y Robin[3], quienes han tenido una gran aceptación por parte de los lectores y de la crítica, no sólo en el país sino también internacionalmente. Los géneros literarios más frecuentes han sido en cuento y la novela, y predominan los autores masculinos sobre los femeninos. El reflejo de las vivencias homosexuales son variadas y están condicionadas por los condicionantes geográficos, profesionales y sociales de sus protagonistas. Se pueden encontrar también distintas perspectivas:
Por su parte, Balderston (2007) ha destacado los elementos más “trasgresores, lúdicos y eróticos” en la obra de Porfirio Barba Jacob, Raúl Gómez Jattin, Fernando Molano Vargas, Gabriel García Márquez, Marvel Moreno, Alonso Sánchez Baute y el propio Fernando Vallejo.
Entre noviembre de 1997 y junio de 1998 se publicó la revista Acento, la primera dedicada exclusivamente a un público homosexual. Estaba dirigida por su promotor, Fernando Toledo, y desapareció después de ocho números por la ausencia de anunciantes publicitarios que fueran capaces de mantenerla, pese a que fue un éxito de suscripciones y ventas.[5]