Top Qs
Línea de tiempo
Chat
Contexto
Guerra colombo-ecuatoriana
conflicto armado ocurrido en 1863 De Wikipedia, la enciclopedia libre
Remove ads
La guerra colombo-ecuatoriana fue una serie de conflictos armados librados entre las repúblicas de Colombia y Ecuador, a raíz de diferencias territoriales y políticas, entre 1862 y 1863.
Remove ads
Antecedentes
Resumir
Contexto
En la Confederación Granadina (actual Colombia), el gobierno del conservador Mariano Ospina Rodríguez se enfrentó a un levantamiento liberal liderado por el gobernador del Estado Federal del Cauca Tomás Cipriano de Mosquera en 1860, que rápidamente se convirtió en una guerra civil en todo el país. Se libraron numerosas batallas antes de que las fuerzas liberales tomaran la ciudad de Bogotá en 1861, se apoderaran del presidente y proclamaran dictador al general Mosquera. Sin embargo, la guerra continuó con numerosos líderes conservadores ansiosos por recuperar el gobierno. Uno de los conservadores enfrentados a Mosquera fue el poeta Julio Arboleda Pombo, quien también había sido elegido presidente por los conservadores en medio de la conflagración.
Sobre las causas de la guerra difieren los historiadores colombianos y ecuatorianos; para los primeros fue una invasión encabezada por el presidente García Moreno con el fin de modificar las fronteras, para los segundos las fuerzas conservadoras colombianas ingresaron a territorio ecuatoriano el 19 de junio de 1862 persiguiendo a algunos liberales. Cuando el general Vicente Fierro, jefe del Resguardo Rumichaca, intentaba impedir la invasión, fue atacado por el comandante colombiano Matías Rosero, a lo que García Moreno respondería con un ejército de 1 200 hombres, mientras que Arboleda movilizaría 900 soldados, encabezada su Primera Columna por el coronel José Antonio Eraso y la Segunda Columna por el alcalde de Pasto, coronel José Francisco Zarama. Ambos ejércitos se encontrarían entonces en Tulcán (Ecuador).[1]
Remove ads
Desarrollo de la guerra
Resumir
Contexto
Batalla de Tulcán
El 31 de julio de 1862, en la ciudad ecuatoriana de Tulcán, se produjo un enfrentamiento donde al menos 1 450 soldados ecuatorianos al mando de Gabriel García Moreno[2] se enfrentaron a 1 500 granadinos comandados por Julio Arboleda Pombo,[3] con resultado de victoria para la Confederación Granadina. García Moreno fue hecho prisionero pero luego liberado.[4] El 8 de agosto de aquel año se celebraron dos tratados de paz el uno público en el que nada se exigía al país vencido. En cambio en el otro García Moreno, que comulgaba en ideas políticas con Arboleda, se comprometía a auxiliar con dinero, ropa y elementos bélicos a esta fracción política para que continuara la lucha contra el Gobierno de Mosquera.[5]
Desde este evento las relaciones entre ambos mandatarios se deterioro bastante.[6] De hecho, García Moreno nunca entregó lo acordado porque según declararía, el legislativo prohibió inmiscuirse en asuntos internos de Colombia.
Final de la Guerra de las Soberanías
El 12 de noviembre de 1862, Arboleda, al saber la derrota de Rafael María Giraldo en Santa Bárbara, contramarchó hacia Pasto. Se había quedado atrás del ejército, y al pasar por la montaña de Berruecos, un asesino que estaba emboscado le disparó su fusil y le dio muerte debido a sus heridas al día siguiente, dando un golpe mortal a la resistencia conservadora.
Así, tras el final de la Guerra de las soberanías, Mosquera fue a Antioquia, asumió el gobierno de ese Estado, y llamó a una convención de los mandatarios de los demás Estados, la cual se instaló el 4 de febrero de 1863 en la ciudad de Rionegro y en ella se le dio al país el nombre de Estados Unidos de Colombia. Posteriormente se promulgó el 8 de mayo la Constitución de Rionegro, cuyo Artículo 90 decía:
El Poder Ejecutivo iniciará negociaciones con los Gobiernos de Venezuela y Ecuador para la unión voluntaria de las tres secciones de la antigua Colombia, en nacionalidad común bajo una forma republicana, democrática y federal, análoga a la establecida en la presente Constitución, y especificada, llegado el caso, por una convención general constituyente.
.
Ecuador envió al ministro y diplomático Antonio Flores, quien llegó a un acuerdo con el gobierno mosquerista, pero el presidente ecuatoriano Gabriel García Moreno hizo caso omiso del tratado y expidió pasaporte al Encargado de Negocios de Colombia en Quito e intimó a los cónsules del mismo país para que abandonasen el territorio ecuatoriano en el perentorio término de veinte horas. Al propio tiempo terminó la formación de los batallones que debían seguir inmediatamente a la frontera y permitió el ingreso en ellos de todos los conservadores colombianos asilados en el Ecuador.[7]
Ante la imposibilidad de alcanzar un tratado de unificación federal, el 15 de agosto de 1863, Mosquera en una proclama a los caucanos en Popayán, fustigó al Gobierno ecuatoriano contra el cual incitaba a la audiencia a libertar religiosamente a los "colombianos del sur" y hacer triunfar los principios liberales sobre la opresión de la iglesia, uniendose a la victoriosa Guardia Colombiana:[7]
(...) Venid conmigo á los confines del Sur á afianzar la libertad y unificarnos por sentimientos fraternales con los colombianos del Ecuador, que necesitan no nuestras armas sino nuestros buenos oficios, para hacer triunfar el principio republicano sobre la opresión teocrática que se quiere fundar en la tierra de Atahualpa que, la primera en Colombia, invocó la libertad y el derecho en 1809. Os acompañará la valiente guardia colombiana, compuesta de hijos de todos los Estados, vencedores con vosotros y como vosotros en mil combates. (...)
.
A consecuencia de esta proclama, García Moreno dió plenos poderes a su ministro Flores, para que se entendiese con Mosquera y pidiese una explicación de aquella proclama.
En Ecuador se decía que el Mosquera tenía la intención de entregar parte del territorio ecuatoriano a Perú y que quería que regresara a la Presidencia del Ecuador el general José María Urbina, enemigo acérrimo de García Moreno. Al mismo tiempo, los liberales colombianos acusaron a García Moreno de querer adueñarse de la provincia de Pasto y parte del Territorio del Caquetá (actual Putumayo), y de pretender apoyar a los conservadores.
Finalmente, el Consejo de Estado del Ecuador resolvió declarar la guerra el 27 de octubre de 1863 por considerarla inevitable y que con una espera indefinida las fuerzas organizadas del Ecuador entrarían en desaliento, comenzarían las deserciones, y la industria y la agricultura sufrirían graves e irreparables perjuicios; además se presentarían como aliados del partido conservador y el general Leonardo Canal debía venir a continuar las operaciones militares contra Mosquera, a quien se estimaba imposible que se sometiese a un arbitramento con arreglo al tratado vigente de 1856.[8]
Por su parte, el general Mosquera, en un Manifiesto que dirigió al pais, enumeró los agravios que motivaban la aceptación de la guerra: la jornada de Tulcán y el tratado adicional celebrado con Julio Arboleda; el Concordato celebrado entre el Representante del Ecuador y la Santa Sede; el establecimiento de los jesuítas en el Ecuador; la residencia en Quito de un Delegado Apostólico; el destierro de algunos ecuatorianos al Napo y el no haber concurrido García Moreno a la entrevista del Carchi, sino su ministro Antonio Flores.[7] El 2 de noviembre dió un decreto en que prohibía todo tráfico y comercio con el país vecino, declaraba teatro de operaciones militares Pasto, Túquerres, Ipiales y Barbacoas, dispuso que el Procurador General se encargase del Poder Ejecutivo y se declaró en ejercicio de la dirección suprema de la guerra.[5][8]
Ecuador se fue a la guerra enviando al territorio colombiano al general Juan José Flores, con al menos 9 000 hombres.[9] Mosquera salió a combatir a Flores con 5 000 infantes, 1 000 jinetes y algunas piezas de artillería,[6] quedando a cargo del gobierno el colombiano Juan Agustín Uricoechea.
Toma de Pasto

El 22 de noviembre por la mañana los batallones ecuatorianos uno tras otro, fueron abandonando la plaza de Tulcán y se dirigieron hacia la frontera. A las 9 de la mañana de ese día, Flóres con su Ejército atravesó la línea divisoria de las dos Repúblicas y fue a pernoctar a la aldea de Guachucal, lugar equidistante entre la frontera y Túquerres.[5] Allí recibió una comunicación de Mosquera en la cual lo reconvenía por haber pisado el territorio colombiano y aceptaba la guerra que se acababa de iniciar.[7]
Mosquera llegó al territorio de lo que hoy es el departamento de Nariño, iniciándose escaramuzas y pequeños combates en los que los enemigos se reconocían entre sí. La fuerza de los ecuatorianos descansaba en su caballería, pero no fue hasta diciembre que el ejército se arriesgaría en la batalla.
Mosquera dejó 3 000 de sus hombres en San Juan de Pasto y avanzó con 1 000 soldados de vanguardia para enfrentar al enemigo, esperándolo en el pueblo de Guachucal, unos 23 kms al suroeste de Túquerres, pero viendo la superioridad numérica del enemigo, decidió retirarse situandose en las colinas inmediatas para garantizar la defensa, y ordenó al resto de sus tropas abandonar Pasto para unir sus fuerzas.
El General Flores pensó en cortar la retirada al jefe colombiano. Con este fin despachó una columna de 800 hombres al mando del general granadino José Antonio Erazo, para que se colocase en acecho en el pueblo de Funes y se apoderase de Pasto tan pronto como los 3.000 hombres que en ella había, marcharan a reunirse con el general Mosquera. Este plan tuvo éxito, pues Erazo ocupó Pasto en los primeros días de diciembre tras un ligero tiroteo con la Guardia Cívica de la ciudad que salió a contenerlo.[5]
Batalla del Puente de Malaver
El 26 de noviembre Flores avanzó con sus tropas y ocupó el morro de Sapuyes, cercana a Túquerres, posición que quedaba al frente del campamento de Mosquera. Flores en el terreno que ocupaba era prácticamente invencible; sin embargo, Mosquera juzgaba indispensable para sus planes desalojarlo de aquel lugar. Para conseguir esto, ideó y simuló el proyecto de dirigirse al sur, dejando al Ejército ecuatoriano en su campamento de Sapuyes, diciendo a cuantos individuos podía, que marchaba al Ecuador, pues Flores estaba más lejos de Bogotá que él de Quito.
Este dicho, que llegó a oídos de Flores, le hizo creer efectivamente que Mosquera se dirigía al Ecuador y entonces decidió seguir al ejército colombiano, abandonando las fuertes posiciones de Sapuyes. Así creyó dar forma práctica al plan que había meditado enviando a Erazo a Pasto, pues mientras García Moreno atacaría a Mosquera por el frente, él le atacaría por la retaguardia.[5]
El 1 de diciembre el general Mosquera se dirigió hacia Chaitán y por la noche atacó el puente de Malaver, pero fue rechazado por el batallón Vengadores; entonces siguió su marcha por la izquierda del río Sapuyes y quiso forzar el paso de San Guillermo, defendido por el general ecuatoriano Manuel Tomás Maldonado, pero fue rechazado después de un tiroteo de cinco horas, por lo cual tomó la dirección de Cumbal, dejando en el campo diez muertos, incluso un jefe y muchos heridos, mientras el ejército ecuatoriano pasaría el río Blanco y acamparía en la colina de Cuaspud.[7][8] Maldonado aconsejó a Flores atacar al enemigo en retirada con la caballería, lo que fue rechazado por este último.[6]
El ejército colombiano tras su derrota entonces optó por moverse continuamente, evitando así presentar batalla hasta haberse reagrupado completamente, y entrando finalmente en territorio enemigo.
Batalla de Cuaspud
El 4 de diciembre por la tarde llegó el general Mosquera con el ejército colombiano al pueblo de Cumbal, y el ecuatoriano se situó el mismo día en la hacienda de Chautalá frente a aquella población, a una milla de distancia. El día 5 Flores recibió el último refuerzo de tropas de la 5a. división que desde Tulcán le envió el coronel Gómez de la Torre. Días antes el General Erazo ocupó Pasto después de una no pequeña resistencia, y el coronel José Veintemilla ocupó Tumaco en reñido combate.[5][8]
En la madrugada del 6 de diciembre, Mosquera se puso en movimiento hacia Carlosama, esto es, dirigiéndose al territorio ecuatoriano, para llamar la atención del general Flores y hacer que regresara con sus fuerzas á defender sus fronteras.[8] Entonces Mosquera hizo retroceder al ejército sobre las faldas de la colina denominada Cuaspud imprimiéndole tal movimiento, que quedó interpuesto entre Flores y el Carchi y defendido en buena extensión por profundas ciénagas que tenían la apariencia de abundantes pastos.[5]
A las diez de la mañana, se trabó la verdadera batalla. El primer empuje del ejército ecuatoriano fue impetuoso, pero ante la acometida de los Cazadores de la Guardia Colombiana, hubo de ceder, y después de hora y media de combate desesperado por ambas partes, la derrota del ejército ecuatoriano fue inevitable. El general Flores herido en una mano, se vio en el caso de huir, en vista de que todos sus esfuerzos eran inútiles para contener la defección de la infantería.[7] Al ver esto, Flores envió en su auxilio la caballería de 1.200 jinetes que en desorden quedaron atollados en las ciénagas donde perecieron la mayor parte, fusilados por los tiradores colombianos. El resto del Ejército huyó lanceado por la infantería y por los 150 jinetes del coronel Arce.[8]
Como consecuencia de la derrota, el general Flores llegó a Tusa (San Gabriel), continuando a Otavalo en donde se detuvo, pero la región era palúdica y desprovista de recursos para la tropa. El general Mosquera ocupó Ibarra, pero como supo que los aliados colombianos de García Moreno ocupaban todavía Pasto y por los rumores de los intentos sediciosos los conservadores colombianos, y la noticia de la revolución de Antioquia, se detuvo. Era necesario a celebrar la paz.[10]
El día 7 de diciembre Mosquera recibió una carta de Flores, fechada en Tusa, en la cual proponía la paz. El presidente colombiano accedió a ello, y para negociarla encargó al general Antonio Gonzales Carazo; el 21 de diciembre se firmó en Ibarra un armisticio de diez días, durante el cual se suspendería toda hostilidad entre los ejércitos mientras se celebraría un tratado de paz.
Remove ads
Consecuencias
Resumir
Contexto
Tras el armisticio de Ibarra los parlamentarios se reunieron en la Hacienda Pinsaqui, del doctor José Modesto Larrea, situada entre Otavalo e Ibarra, y convinieron un tratado que se firmó el 30 de diciembre de 1863 dando la guerra por concluida. He aquí las cláusulas del mismo:
El Presidente de los Estados Unidos de Colombia y el de la República del Ecuador, deseando poner término a la guerra en que se han empeñado por desgracia los dos países, y restablecer la paz por medio de un tratado público, han nombrado Ministros Plenipotenciarios para celebrarlo, el primero al señor general Antonio González Carazo, Secretario de Estado en el Despacho de Guerra y Marina, y el segundo, al Excelentísimo señor general Juan José Flores, General en Jefe del ejército ecuatoriano, quienes después de haberse manifestado sus Plenos Poderes de que están revestidos y conferenciando detenidamente, han convenido en los artículos siguientes:Artículo 1°. Se restablece la paz, amistad y alianza entre los Estados Unidos de Colombia y la República del Ecuador y en ningún caso podrán ocurrir al ominoso medio de las armas para hacerse justicia en las diferencias que se suscitaren, o en las quejas que tuvieren.
Artículo 2°. Habiendo sido puestos en libertad por el Presidente de Colombia los Jefes y Oficiales, prisioneros de guerra, bajo su palabra de honor, quedan canceladas las obligaciones que les fueron impuestas y si hubiera algunos que se encontraren detenidos, recibirán pasaporte para trasladarse libremente a su patria.
Artículo 3°. Queda vigente el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación celebrado entre la antigua Nueva Granada y el Ecuador, el 9 de julio de 1856, así como los demás pactos y convenios acordados entre los dos países, en cuanto no hayan sido derogados o se opongan al presente Tratado.
Artículo 4°. Las fuerzas militares en el sur de los Estados Unidos de Colombia y en el norte del Ecuador, se reducirán a las necesarias para mantener el orden interno.
Artículo 5°. El canje de las ratificaciones del presente Tratado, que no necesitan aprobación de las Legislaturas, se verificará en esta hacienda de Pinsaquí dentro de tres días, contados desde esta fecha, y el adicional debe celebrarse inmediatamente y se someterá a las Legislaturas de las dos Naciones.
Nada se dijo de compensaciones ni de indemnizaciones por gastos de guerra. Sencillamente se restableció la armonía entre los dos Gobiernos. El ejército colombiano salió de Ibarra el 3 de enero de 1864.[5]
Remove ads
Véase también
Bibliografía
- Bastidas U., Edgard (2010). Las Guerras de Pasto. Fundación para la Investigación y la Cultura.
- Leopoldo López Álvarez, Sergio Elías Ortiz. Boletín de Estudios Históricos de Pasto 1932 Vol. I, pág. 382-383. “LA BATALLA DE CUASPUD.” Localización, área cultural del banco de la república, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia
Referencias
Wikiwand - on
Seamless Wikipedia browsing. On steroids.
Remove ads