Baile de regazo

El baile de regazo (lap dance en inglés), a veces llamado baile de contacto, es un espectáculo de baile de tipo erótico donde una bailarina, a menudo parcial o totalmente desnuda, baila o frota su cuerpo en el regazo de un cliente sentado. Es una actividad comercial que se suele realizar en clubes de striptease o locales similares. El baile de regazo es diferente del baile sobre mesas, en el que las bailarinas se encuentran cerca de los clientes, pero sin que haya contacto corporal. Otros términos incluyen el de baile de sofá (en inglés: couch dance), que consiste en un baile erótico donde el cliente está sentado en un sofá. Los bailes de regazo se originaron en clubes de striptease de los Estados Unidos, y han alcanzado popularidad desde 2013 en los clubes o salas eróticas de Europa y Estados Unidos, donde la bailarina baila muy sensualmente en el regazo de su compañero, imitando por medio de sus movimientos el encuentro sexual. Es un estilo en aumento.

Bailarina de lap dance durante una demostración.

En los bailes de regazo con contacto completo, la bailarina puede llegar a tener contacto sexual sin penetración con el cliente, a través de movimientos de baile como el grinding o el perreo. Dependiendo de la jurisdicción local y las normas comunitarias, a veces se permite que bailarinas o clientes toquen o sean tocadas por la otra persona. Asimismo, en algunos clubes, cualquier contacto físico por parte del cliente está prohibido, mientras que en otros, no hay supervisión por parte del club y son las bailarinas y los clientes quienes negocian directamente diversos niveles de contacto. La aplicación de las normas varía mucho según el club, y algunos hacen la vista gorda ante cualquier infracción.

El grado de desnudez de la bailarina (parcial o total) depende de 4las leyes de la jurisdicción y de las políticas de los clubes. Algunas jurisdicciones exigen la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas si se permiten diversos grados de desnudez. En otras jurisdicciones, la desnudez solo se permite cuando no hay contacto físico ninguno entre la bailarina y el cliente, y se requiere que al menos uno de ellos lleve ropa. Cuando existe una licencia específica para que un establecimiento permita la prostitución, los requisitos de vestimenta también pueden depender de dicha licencia.

En algunos clubes de striptease de estilo estadounidense, es posible reservar una sesión de baile de regazo en salas privadas ubicadas a menudo en la parte trasera de los clubes. En muchos clubes, la duración de un baile de regazo se mide por la duración de la canción que interpreta el DJ. Los precios de los bailes de regazo varían considerablemente.

Junto con el striptease y otros bailes eróticos a cambio de pago, los bailes de regazo son de interés académico, en particular en campos como la sociología, los estudios de género y salud pública, debido a su intersección con el trabajo sexual,^[1] las dinámicas de género y los derechos laborales.^[2][3]

Descripción

En esta danza la bailarina se mueve sensualmente al ritmo de la música directamente sobre el regazo de los espectadores. Este baile nació en los clubes de alterne de Las Vegas. Un estudio realizado en esta ciudad indicaba que eran unas 150.000 bailarinas las que bailaban ante cerca de un millón de espectadores al año.

En algunos lugares existe la variante de este mismo baile, pero es conocido como privado ya que dicha sesión se realiza en una sala privada donde la bailarina realiza el baile de regazo con una pista musical, dicha sesión tiene la duración de la pista escogida por el cliente e incluso puede llegar a incluir sexo oral, anal o vaginal, dependiendo del establecimiento y la bailarina, llegando en este punto a considerarse que el privado puede llegar a ser una especie de prostitución disimulada.

El baile de regazo está muy ligado al estriptis, ya que la bailarina, además de bailar, va despojándose de la ropa hasta quedarse en muchas ocasiones completamente desnuda. También se combina con el baile de pasarela conocido como pole dance, donde la bailarina danza en torno a una barra metálica.

Controversia

Existe cierto debate sobre si dar bailes de regazo constituye entretenimiento o una forma de trabajo sexual.^[4] Quienes critican la práctica alegan que algunos dueños de clubes, al instalar cabinas privadas oscuras así como cobrar a las bailarinas tarifas elevadas por bailar en el escenario principal, consienten y fomentan de forma encubierta la venta de actos sexuales entre clientes y bailarinas. Esto puede ser preocupante si, como por ejemplo en el Reino Unido, el club cuenta con una licencia de entretenimiento público en lugar de una licencia de establecimiento sexual, así como en jurisdicciones donde los burdeles son ilegales.^[5][6]

En la cultura popular

A la popularidad de este baile contribuyeron las películas Exótica, del canadiense Atom Egoyan, y Showgirls, de Paul Verhoeven.