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Club de estriptis

lugares que regularmente ofrecen entretenimiento para adultos, predominantemente en forma de striptease u otros bailes eróticos o exóticos De Wikipedia, la enciclopedia libre

Club de estriptis
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Un club de striptease o club de estriptis (también llamado simplemente estriptis o club de caballeros, entre otros) es un lugar donde bailarines o bailarinas llamados strippers ofrecen entretenimiento para adultos, predominantemente en la forma de striptease u otros bailes eróticos, tales como bailes de regazo. Los y las strippers suelen quitarse gradualmente la ropa, ya sea parcial o completamente, de una manera seductora y sexualmente sugerente para el entretenimiento de una audiencia. Los clubes de estriptis están principal pero no exclusivamente dirigidos a y visitados por hombres heterosexuales.[1] Estos clubes adoptan usualmente un estilo de club nocturno o bar, y ocasionalmente el de teatro o cabaré.

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Club de estriptis en Tijuana, México

Durante el siglo XX ocurrió un auge de los teatros de burlesque, especialmente en los Estados Unidos, donde artistas como Gypsy Rose Lee se hicieron famosas por sus actos de estriptis teatrales y a menudo humorísticos. A medida que las normas sociales evolucionaron, por ejemplo con la descensura de la industria de la pornografía a partir de la década de 1960, también lo hizo la naturaleza de estos espectáculos. A mediados del siglo XX, comenzaron a surgir los primeros clubes de striptease modernos en los Estados Unidos, que dejaron de lado los elementos cómicos y se centraron exclusivamente en el arte del estriptis. Los clubes de striptease de estilo estadounidense comenzaron a aparecer por fuera de Norteamérica tras la Segunda Guerra Mundial, llegando a Asia a finales de la década de 1980 y a Europa en 1978,[2] donde empezaron a competir con los estilos locales inglés y francés de estriptis y espectáculos eróticos. Los clubes de striptease de estilo estadounidense se caracterizan, en general, por centrarse en la interacción directa con los clientes y un modelo de negocio basado en gran medida en la venta de servicios privados como bailes de regazo, además de actuaciones en el escenario y venta de bebidas alcohólicas.

A 2005, el tamaño de la industria global de clubes de estriptis se estimaba en 75 000 millones de dólares estadounidenses.[3] En 2019, el tamaño de la industria estadounidense de clubes de estriptis fue estimado en 8 000 millones de dólares,[4] generando el 19 % de los ingresos brutos totales del entretenimiento legal para adultos.[5] Declaraciones ante la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos, así como registros estatales de control de bebidas alcohólicas disponibles en ese momento indicaban que había al menos 3 862 clubes de estriptis en los Estados Unidos,[5] y, desde entonces, el número de clubes en el país ha aumentado. La rentabilidad de los clubes de estriptis, al igual que la de otros negocios orientados a los servicios, depende en gran medida de la ubicación y hábitos de consumo de la clientela. Cuanto mejor equipado esté un club de estriptis en cuanto a la calidad de sus instalaciones, equipo, mobiliario y otros elementos, mayor será la probabilidad de que los clientes incurran en cargos por servicios premium como salas VIP.[6]

Los clubes de estriptis como espacio para el entretenimiento salaz son un tema recurrente en la cultura popular.[7] En algunos medios, estos clubes aparecen fundamentalmente como lugares de vicio o mala reputación. Los clubes mismos y diversos aspectos del negocio se destacan en estas referencias. Listas de los «Mejores clubes de estriptis» en algunos medios han demostrado que el estriptis de estilo estadounidense se ha convertido en un fenómeno global así como en una forma de entretenimiento aceptada culturalmente, a pesar de su escrutinio en círculos legales y en medios de comunicación populares. Sitios web populares para entusiastas de los clubes de estriptis incluyen también listas, calculadas a partir de los aportes de los visitantes. La situación legal de estos clubes ha evolucionado con el tiempo, y las leyes nacionales y locales se han vuelto progresivamente más liberales al respecto en todo el mundo, si bien algunos países (como Islandia) han implementado límites y prohibiciones estrictas. Los clubes de estriptis son objeto frecuente de litigios en todo el mundo, y la industria del sexo, que incluye los clubes de estriptis, es un tema polémico en la cultura popular y la política. Algunos clubes de estriptis han sido vinculados al crimen organizado.

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Historia

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Representación de 1720 de un evento de estriptis de La Guerre D'Espagne

El término en inglés «striptease» (de strip, quitar, despojar, y tease, incitar) apareció por escrito primera vez en 1938, aunque «stripping», en el sentido de que las mujeres se quitan la ropa para seducir a los hombres, parece remontarse al menos a 400 años atrás. Por ejemplo, en la comedia de Thomas Otway, La fortuna del soldado (1681), un personaje dice: «Asegúrate de que sean prostitutas lascivas, borrachas y de las que se desnudan [stripping]». La combinación de esta manera de desnudarse en público para la entretención masculina con la música parece ser igual de antigua. Una descripción y visualización concluyentes se pueden encontrar en la traducción al alemán de 1720 de la obra francesa «La Guerre D'Espagne» (Colonia: Pierre Marteau, 1707), donde un grupo galante de altos aristócratas y cantantes de ópera acude a un pequeño castillo donde se entretienen con la caza, el juego y la música durante un turno de tres días:

El tercer día, dedicado al baile y la danza, se dedicó al más exquisito entretenimiento para divertir a los hombres; sus ojos tuvieron la oportunidad de contemplar todos los placeres que la naturaleza podía ofrecer; y si los atractivos rasgos de una joven esbelta pueden despertar la mente, se puede decir que nuestros príncipes disfrutaron de todas las delicias del amor. Las bailarinas, para complacer aún más a sus amantes, se quitaron la ropa y bailaron, totalmente desnudas, las más bellas entrées y ballets. Uno de los príncipes dirigía la deliciosa música, y solo a los amantes se les permitió presenciar las representaciones.[8]

Otras posibles influencias en el estriptis moderno fueron las danzas de las ghawazi, «descubiertas» y aprovechadas por colonos franceses en el norte de África y Egipto en el siglo XIX. Al respecto, el novelista francés Gustave Flaubert presenció y describió una danza erótica de la abeja, interpretada por una mujer ghawazi cuyo pseudónimo era Kuchuk Hanem. En esta danza, la bailarina se desnuda a medida que busca una imaginaria abeja atrapada entre su ropa. Es probable que las mujeres que hacían tales danzas no lo hicieran en un contexto indígena, sino que más bien lo hicieran en respuesta al clima comercial que había para este tipo de entretenimiento.[9]

La danza del vientre del Oriente Medio, a veces conocida como danza oriental, se hizo popular en los Estados Unidos tras haber sido introducida en uno de los pabellones de la Exposición Mundial Colombina de 1893 en la ciudad de Chicago por una bailarina oriental de nombre artístico Little Egypt.[10]

Tradición europea

En Francia, a finales del siglo XIX, cabarés parisinos tales como el Moulin Rouge o el Folies Bergère presentaban espectáculos con atractivas bailarinas con poca ropa y tableaux vivants.[11] En este contexto, en 1895 se presentó por primera vez un acto llamado Le coucher d'Yvette («Yvette se va a acostar») en el que una mujer se desnudaba lentamente buscando en vano una pulga que se movía por todo su cuerpo. Es posible que este acto haya sido filmado en 1897 por la directora pionera, Alice Guy.[2][12] Esta rutina, inspiró «actos franceses» en teatros y burdeles de otras partes del mundo, presentados ya en la ciudad de Nueva York en 1878.[2] Se atribuye al teatro parisino en 1894 el primer acto público de estriptis en la época moderna.[13]

En 1905, la bailarina neerlandesa Mata Hari, fusilada luego por espía por las autoridades francesas durante la Primera Guerra Mundial, se hizo un éxito de la noche a la mañana a partir del debut de su acto en el Museo Guimet.[14] El segmento más celebrado de su acto consistía en desnudarse progresivamente hasta quedar apenas con un sostén enjoyado y algunos adornos sobre su cabeza y brazos.[15] Otro espectáculo histórico fue la aparición en el Moulin Rouge, en 1907, de una actriz de nombre Germaine Aymos, quien entraba al escenario vestida con apenas tres conchas muy pequeñas.[16] En la década de 1930, la célebre Joséphine Baker bailaba semidesnuda en la danse sauvage en el Folies y otros actos similares se ofrecían en el Tabarin.[17] Estos espectáculos eran notables por su sofisticada coreografía y por que las bailarinas iban a menudo vestidas con brillantes lentejuelas y plumas. Para la década de 1960, espectáculos con «desnudos completos» se ofrecían en cabarés como Le Crazy Horse Saloon.

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Exterior del Teatro Windmill en Westminster, Londres, Inglaterra

En Gran Bretaña, en la década de 1930, la empresaria Laura Henderson empezó a presentar espectáculos nudistas en el Teatro Windmill de Londres. Para aquel momento, las leyes británicas prohibía que las chicas desnudas se movieran, de forma que para evitar la prohibición, las modelos aparecían desnudas en tableaux vivants estáticos. Las chicas que se presentaban en el Windmill también giraban por otros teatros londinenses y provinciales, utilizando en ocasiones dispositivos ingeniosos como cuerdas giratorias para mover sus cuerpos, si bien, en rigor, cumplían la ley al no moverse por voluntad propia.[18] Otro ejemplo de cómo los espectáculos británicos se ajustaron a estas leyes fue el llamado baile de abanicos, en el que los cuerpos de las bailarinas desnudas eran ocultados por sus abanicos y los de sus ayudantes hasta el final del acto, cuando posaban desnudas durante un breve intervalo, sin moverse.[18]

En 1942, Phyllis Dixey formó su propia compañía de bailarinas y alquiló el Teatro Whitehall de Londres para presentar un espectáculo de variedades llamado The Whitehall Follies (Las locuras del Whitehall).[19][20] Para la década de 1950, giras de actos de estriptis eran usadas para atraer público a las agonizantes salas de música. El empresario Paul Raymond dio comienzo a sus giras en 1951 y luego alquiló el Doric Ballroom en el Soho, abriendo su club privado, el Raymond Revuebar, en 1958. Este fue el primero de los clubes privados de estriptis para miembros en el país.[21]

Cambios legislativos de la década de 1960 propiciaron un auge de los clubes de estriptis en el barrio Soho, incluyendo bailes «completamente al desnudo» y participación del público. Los pubs eran usados también como locales, particularmente en el East End, con una concentración de estos locales en el distrito de Shoreditch. Estos estriptis de pub parecen haber evolucionado principalmente a partir del baile go-gó en toples.[22] Si bien estos pubs fueron a menudo objeto de acoso por parte de las autoridades locales, algunos sobreviven hasta la actualidad. Una costumbre en estos lugares es que las bailarinas caminen alrededor del establecimiento recogiendo dinero de los clientes en una jarra de cerveza antes de cada acto. Tal costumbre parece haberse originado a finales de la década de 1970, cuando bailarinas go-gó en toples empezaron a cobrar dinero del público como el pago por ir «completamente desnudas».[22] Ocasionalmente se ofrecen bailes privados más atrevidos en zonas separadas de los pubs.[23]

Tradición estadounidense

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Marcador histórico en el Club The Condor original en San Francisco, California. Actualmente, el club es propiedad de Deja Vu .

En los Estados Unidos, el estriptis inició en carnavales ambulantes y teatros de burlesque, e incluyó a bailarinas famosas como Gypsy Rose Lee o Sally Rand. La trapecista y artista de vodevil Charmion tenía un acto de «desnudarse» en el escenario ya en 1896, que quedó grabado en la película de Edison de 1901, Trapeze Disrobing Act.[24] Otro hito para el estriptis estadounidense moderno fue el posiblemente legendario espectáculo The Night They Raided Minsky's, que se presentó en el Minsky's Burlesque en abril de 1925. Los hermanos Minsky llevaron el burlesque a la calle 42 de la ciudad de Nueva York. Sin embargo, una resolución judicial de 1937 prohibió a los teatros de burlesque de la zona realizar actos de estriptis, lo que condujo al declive posterior de estos «grindhouses» (llamados así por el entretenimiento que ofrecían, que incluía movimientos sugestivos de danza, llamados de «bump 'n grind») y los convirtió en lugares para el cine de explotación.[25] Durante la llamada «Era de la prohibición» en los Estados Unidos, clubes nocturnos y bares clandestinos llamados speakeasies empezaron a proliferar, y pronto espectáculos de estriptis se popularizaron en ellos, lo que ayudó a moldear su estilo teatral y humoroso.

La prohibición generalizada del estriptis influyó directamente en la creación del bar fino de estriptis y de la bailarina exótica tal como se conocen hoy.[2] Las prohibiciones existen todavía, aunque ahora se aplican fundamentalmente a nivel municipal. El estriptis al estilo estadounidense comenzó a surgir fuera de Norteamérica tras la Segunda Guerra Mundial y actualmente se practica ampliamente alrededor del mundo.[2]

Se produjo un punto de inflexión cuando las bailarinas y los locales comenzaron a inclinarse hacia una mayor desnudez y un formato menos teatral. El concepto de «estripers» (strippers), tal como lo conocemos hoy, asociado con clubes de estriptis y con el baile en barra, se popularizó en los Estados Unidos en 1972. Columbia Británica, en Canadá, siguió el ejemplo alrededor de 1978. Un renacimiento del estriptis en la forma de baile go-gó en toples tuvo lugar en la década de 1960, en el contexto de la revolución sexual. El baile en toples fue prohibido en ciertas partes del país, similar a las prohibiciones sobre el estriptis, pero con el tiempo se fusionó con la antigua tradición del baile de burlesque.[2] Se atribuye a la bailarina Carol Doda, del Condor Night Club en el barrio North Beach de San Francisco, ser la primera bailarina go-gó en toples. El club abrió sus puertas en 1964 y el primer baile en toples de Doda tuvo lugar la noche del 19 de junio de ese mismo año.[26] El gran letrero iluminado frente al club mostraba una foto suya con luces rojas en sus senos. El club pasó a ser completamente nudista el 3 de septiembre de 1969, lanzando la tendencia de la «desnudez completa» y explícita en el baile de estriptis estadounidense.[27] Al estilo de baile de Doda se le atribuye la transición del estriptis al desnudo completo.[28]

San Francisco es también sede del famoso Teatro Mitchell Brothers O'Farrell. Originalmente un cinema para adultos, este club de estriptis fue pionero en el uso del baile de regazo en 1970, así como un factor clave en su popularización en clubes de estriptis a nivel nacional y, con el tiempo, mundial.[29] Un desarrollo adicional de la tradición estadounidense tuvo lugar con la aparición de exclusivos clubes de caballeros a comienzos de la década de 1990 en grandes ciudades como Nueva York.[30] Scores New York fue el primer club de caballeros importante, con «un hermoso interior, comida y bebidas de alta gama y, por supuesto, mujeres de una belleza impresionante con vestidos sensuales. Antes de eso, el entretenimiento para adultos en vivo en Nueva York consistía principalmente en locales sórdidos tipo peep show», de acuerdo con el veterano de la industria para adultos Joe Diamond.[30] Lusty Lady de San Francisco se dio a conocer en la década de 1990 y comienzos de la década de 2000 como el primer club de estriptis del mundo en sindicalizarse exitosamente así como el primero en convertirse en una cooperativa de trabajadores.

El modelo estadounidense del club de estriptis, en particular el formato exclusivo que es llamado «club de caballeros», a menudo se contrasta con el estilo tradicional europeo del cabaré (con raíces en la vida nocturna parisina), que se centra más en el espectáculo y la dramatización teatral. El centro de las ganancias del típico club de estriptis de estilo estadounidense no es el precio de la entrada ni las propinas en el escenario, sino la venta de bailes privados y tiempo exclusivo en la sala. Así, la principal fuente de ingresos de las strippers suele provenir de bailes de regazo o bailes de mesa, bailes personalizados de contacto cercano que se realizan para un solo cliente o un grupo pequeño por una tarifa fija, y suelen durar de una a tres canciones (a diferencia de la tradición del cabaré, donde a menudo las bailarinas reciben un salario o un porcentaje de los ingresos por venta de entradas). También son comunes las salas VIP o salas de champán, áreas privadas y separadas donde los clientes pueden comprar tiempo exclusivo y extendido con una stripper a un precio más alto. Aunque es común que se den propinas en el escenario (se colocan billetes de dólar sobre el escenario o directamente en el vestuario de la bailarina), suelen ser una fuente de ingresos menor en comparación con los bailes privados.

Tradición asiática

El término en japonés referirse a un club de estriptis, «nūdo gekijō» (en japonés: ヌード劇場, lit. 'teatro nude'), traduce literalmente «teatro nudista». [31] Un término más antiguo era el «sutorippu gekijō» (en japonés: ストリップ劇場, lit. 'teatro de strip'). El estriptis al estilo estadounidense se popularizó en Japón durante la ocupación estadounidense tras el fin de la Segunda Guerra Mundial (1945-1952). Algunas mujeres optaron por desnudarse en teatros como alternativa a la prostitución.[32]

Cuando el empresario Shigeo Ozaki vio un acto de Gypsy Rose Lee, inició su propio teatro de variedades de estriptis en el barrio de Shinjuku, en Tokio. Teitoza fue el primer club en abrir sus puertas en Shinjuku, el 15 de enero de 1947. El primer acto se tituló «El nacimiento de Venus».[31] Cada acto duraba quince segundos y era modesto para los estándares modernos, incorporando velos, bragas y un sostén que cubrían gran parte de lo que se mostraría actualmente. La mujer en escena permanecía en poses estáticas, similar a los espectáculos de Gran Bretaña. Este espectáculo se mantuvo en cartelera hasta agosto de 1948. Los teatros de Asakusa ofrecían exhibiciones de desnudos completos,[31] también inmóviles y sin que se quitara ninguna prenda. A medida que este estilo de teatro se extendía,[31] quitarse la ropa en el escenario se integró en el proceso.

Con el tiempo, a medida que las regulaciones se relajaban, se desarrollaron diversos actos con espectáculos que presentaban diversos movimientos, tales como como tomarse un baño en una tina al aire libre. Una de las variantes más célebres consistía en proporcionar al público lupas para que pudieran ver más de cerca.[31]

Durante la década de 1950, los espectáculos de estriptis japoneses se volvieron más explícitos sexualmente y menos centrados en el baile, hasta que con el tiempo se convirtieron en simples espectáculos de sexo en vivo.[2] Si bien los espectáculos de estriptis en Tokio durante este tiempo seguían siendo discretos, las ciudades de Osaka y Kioto estaban impulsando el arte del estriptis en Japón hacia aguas nuevas.[33] En 1956, Osaka se convirtió en la primera ciudad japonesa en mostrar vello púbico durante un espectáculo de estriptis.[33] Dotonbori es un conocido barrio rojo en Osaka que ha albergado salas de entretenimiento y prostitución durante siglos.[34][35][36][37] Los clubes de estriptis de la actualidad son la última encarnación de tales tentaciones.[34]

Asimismo, se encuentran en Japón «clubes de mirones» que incluyen salas de peep shows (en japonés: 覗き部屋, romanizado: nozoki-beya) y son similares a los espectáculos de peep shows de países occidentales. Los clientes de tales clubes observan modelos desde cubículos privados y luego pagan para verlas desnudarse, posar o masturbarse. En Kabukichō, uno de los barrios rojos de Tokio, existían 13 nozoki-beya para comienzos de la década de 1980.[38] La industria del sexo se generalizó a tal medida en Asia que, para la década de 1990, se hablaba de Kabukichō como un «laberinto de peep shows, clubes de estriptis y salones de masaje», al tiempo que Bangkok, Tailandia, se había ganado una reputación como la «capital mundial del sexo».[39]

En muchas partes del este y sudeste asiático, la línea entre los clubes de estriptis tradicionales y los llamados «clubes de anfitrionas» (del inglés hostess clubs) puede ser difusa, centrándose principalmente en servicios personales, no sexuales.[40] [41] En tales clubes puede haber desnudez, pero a menudo es secundaria a la interacción social y al servicio prestado. Una parte importante del negocio se dedica a servicios de abrazos, conversación, servir bebidas, encender cigarrillos o compañía en general (el rol de la «anfitriona»). El ambiente suele ser el de un bar de lujo donde los clientes pagan por el tiempo, la atención y los halagos de una bailarina, en lugar de solo por el estriptis físico en sí. Los ingresos provienen principalmente de las bebidas a precios excesivos que compran los clientes para ellos y para la anfitriona/bailarina.[40]

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Entretenimiento y servicios

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Ofertas en los clubes

Los clubes de estriptis de estilo estadounidense son estructurados a menudo como clubes nocturnos o bares. En los Estados Unidos y el Reino Unido establecimientos de alta gama se conocen comúnmente como «gentlemen's club» (lit., clubes de caballeros),[42] con instalaciones y servicios de lujo. Competidores dirigidos al mercado popular se conocen con diversos nombres, como titty bars (lit., bares de tetas), rippers o peelers (lit., eufemismos para el desnudo), skin bars (lit., bares de piel), girly bars (lit., bares de chicas), nudie bars (lit., bares nudistas), bikini bars (lit., bares de bikini) o go-go bars (lit., bares gogó). En español, los nombres dependen del país.

Independientemente de su tamaño, nombre o ubicación en el mundo, los clubes de estriptis pueden ofrecer desnudos completos, toples o bikini:[6] [43]

  • Rutinas de desnudo completo: La bailarina queda completamente desnuda al final de su acto.
  • Toples: la parte superior del cuerpo de la bailarina queda expuesta, pero su área genital permanece cubierta durante el acto.
  • Bikini: Los senos y el área genital de la bailarina permanecen cubiertos, como en el baile gogó.

En cualquiera de los tres tipos de clubes pueden ocurrir excepciones dependiendo de la bailarina o de la administración del negocio. Por ejemplo, el uso de pezoneras puede alterar la interpretación legal sobre si un acto de estriptis es de toples o no o si el negocio está orientado hacia el sexo.[44]

También es posible que los clubes contraten o transmitan formas de entretenimiento distintas al estriptis, tales como eventos de pago por visión, por las cuales se pueden obtener ingresos a través de tarifas premium. En la década de 2000, con el auge del internet, algunos clubes comenzaron también a ofrecer servicios de chat y transmisión en línea, incluyendo transmisiones de video en vivo.[45] Además de estas formas de entretenimiento más pasivo, las bailarinas de algunos clubes ofrecen servicios adicionales, tales como bailes de regazo o visitas a la sala de champán, por tarifa fijas en lugar de por propinas. Tal tarifa incluye por lo general una tarifa fija por el cuarto o sala, por un tiempo determinado.[46] Bailes de regazo pueden ofrecerse también durante sesiones de modelaje de lencería. Durante un baile de regazo, la bailarina baila sobre y alrededor de la entrepierna del cliente mientras este permanece vestido, en un intento de excitar al cliente, o en el caso de los servicios «extra» con contacto físico durante el roce, para llevar al cliente a un orgasmo.[47] Tocar a las bailarinas está prohibido en muchos clubes, si bien algunas bailarinas o clubes lo permiten durante sesiones de baile privadas. [48] [49] En algunas áreas de los Estados Unidos existen leyes que prohíben que se muestren los pezones femeninos, de manera que las bailarinas deben cubrir sus pezones con pezoneras para cumplir con tales leyes.[50] En este país estos clubes se conocen como pastie clubs (lit., clubes de pezoneras).

Estriptis

Un estriptis o estriptís (en inglés: striptease) es un baile erótico o exótico en el que el o la artista se desnuda poco a poco, parcialmente o por completo, de una manera seductora y sensual. La persona que realiza un estriptis es comúnmente llamada «stripper» o bailarín(a) exótico. De acuerdo con un estudio de 2003 en los Estados Unidos, la mayoría de strippers son mujeres y menos de un tercio son varones.[51] El estriptis y la desnudez en público han estado sujetos a prohibiciones legales y culturales, otras consideraciones estéticas y tabúes. Las restricciones en los locales pueden deberse a los requisitos y restricciones de las licencias, así como a una amplia variedad de leyes nacionales y locales. Estas leyes varían considerablemente en todo el mundo, e incluso entre diferentes partes de un mismo país.

El estriptis implica un desvestirse de manera lenta y sensual. La stripper puede prolongar el quitarse las prendas asegurándose de aumentar gradualmente la sensualidad, empleando técnicas como usar ropa real (de manera que, por ejemplo, desabotonarse una blusa hace el proceso más kebti) o poniendo prendas o manos frente a partes del cuerpo recién desvestidas, tales como los senos o los genitales, de una manera sensual y juguetona. El énfasis se pone en el acto mismo de desvestirse junto con movimientos sexualmente sugerentes, en lugar de en el estado de desnudez. En el pasado, el acto a menudo terminaba tan pronto como se quitaba la última prenda, pero las strippers actuales por general continúan bailando desnudas. La ropa que usa la stripper antes de desvestirse es parte del acto. En algunos casos, la interacción con el público puede hacer parte del acto, instando a la stripper a quitarse más ropa, o a la inversa, acercándose la stripper al público para interactuar con ellos.

A diferencia del teatro de burlesque, la forma popular moderna de teatro de estriptis puede minimizar la interacción entre clientes y strippers, reduciendo la importancia de la provocación (tease) en el acto a favor de la velocidad al desvestirse.[52] La mayoría de clubes de estriptis tienen una rotación de bailarinas donde cada stripper, en orden, actúa en una o más canciones en una secuencia fija que se repite durante un turno.[53] Las bailarinas pueden asociar su estado de desnudez con el número de canciones que suenan,[54] por ejemplo, bailando en bikini en la primera canción y en toples para la segunda. En clubes de desnudos completos, la secuencia podría ser de toples a desnudo en el curso de dos canciones, o cualquier combinación de varias otras variaciones. En clubes menos formales es más común que las strippers se turnen cuando un escenario se vacía o que haya un flujo libre de strippers donde el escenario tiene cualquier número de strippers entrando y saliendo a voluntad.[55] Strippers centrales no suelen ser parte de la rotación y generalmente tienen horarios establecidos en los que actuarán que son anunciados a lo largo de todo el turno.[52] Si hay un DJ presente, se encargan de presentar la rotación y, por lo general, anuncian a la/s stripper(s) actualmente en el escenario y posiblemente a quién esperar en próximos actos.

Bailes privados

En los llamados peep shows, en los que los clientes se sientan en cabinas privadas separadas de la stripper por un vidrio o plástico,[56] es posible que no haya música durante el acto, en la que la bailarina se quita la ropa y exhibe su cuerpo a clientes individuales. En clubes que ofrecen espectáculos de modelos de lencería, un tipo de peep shows en los que las bailarinas bailan y se desnudan en privado para el cliente, generalmente sin barreras, los actos también pueden realizarse con o sin escenario formal o música.[57]

Bailes privados en las zonas principales de los clubes suelen tomar la forma de bailes de mesa, bailes de regazo y de sofá, y bailes de cama, entre otros. Un baile aéreo (en inglés: air dance) es una forma particular de baile privado en el que hay escaso o ningún contacto físico entre la stripper y el cliente. Esta clase de baile abarca las diferentes categorías enumeradas anteriormente. La administración de los clubes puede establecer precios estándar para los varios servicios de baile, pero las strippers individuales, cuando esté permitido, son quienes negocian sus propios precios, que pueden ser más altos o más bajos que la tarifa anunciada.[58] Los bailes de mesa se distinguen de otras formas de baile en que se pueden realizar en el lugar mismo donde el cliente está sentado, en la pista principal.[59] El baile de mesa también puede referirse a una forma de baile privado con contacto físico mínimo en el que la stripper se ubica físicamente sobre una mesa pequeña frente al cliente(s). Los bailes de mesa no deben confundirse con los escenarios de mesa, en los que las strippers se encuentra al nivel de los ojos o por encima de él en una plataforma rodeada de sillas, y en los que generalmente hay suficiente superficie de mesa para que los clientes coloquen sobre ella bebidas o dinero de propinas.

Donde se ofrecen, los bailes de regazo se hacen en todo tipo de lugares y asientos, [46] [60] desde sencillos taburetes o sillas de cocina hasta lujosos sillones de cuero. También pueden realizarse con el cliente de pie en tales áreas designadas. Un servicio que ofrecen muchos clubes consiste en colocar al cliente en el escenario con una o más strippers para que participen en un baile erótico público. Ocasiones típicas de este tipo de espectáculos son las despedidas de soltero y cumpleaños, entre otras.[61] Las áreas de bailes de cama requieren más espacio, ya que están diseñadas para que los clientes estén boca abajo mientras la(s) stripper(s) encima. Los bailes de cama son los menos comunes de los tres, y en muchos clubes son una opción más cara que un baile erótico debido a la novedad y al mayor nivel de contacto entre clientes y proveedoras del servicio.[62]

Servicio al cliente

Los clubes de estriptis son negocios con ánimo de lucro, como los restaurantes u otros establecimientos minoristas. Artistas y el personal del club son los principales representantes de atención al cliente en los clubes. Las bailarinas son su principal vehículo para atraer clientes a pasar tiempo y gastar su dinero en los establecimientos.[63]

Interacción

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Bailarinas tras el escenario alistando sus accesorios lejos del público.

En los clubes de estriptis de estilo estadounidense, las bailarinas interactúan continuamente con los clientes. Por lo general, caminan alrededor del club ofreciendo bebidas o bailes privados, a menudo buscando entre el público al cliente más lucrativo para irlo a saludar. Las bailarinas evalúan a cada cliente en términos de su apariencia física y otras características personales. Una vez que identifican a un cliente adecuado, se le acercan e intentan establecer una relación social. A veces son los clientes los que inician las interacciones.[63] Los clubes generan ingresos mediante el cobro de entradas, la venta de bebidas alcohólicas u otros medios. Por su parte, las bailarinas obtienen la mayor parte de sus ingresos ofreciendo bailes de regazo o VIP, cuando las leyes así lo permiten. Por lo demás, la principal fuente de ingresos de las bailarinas son las propinas de los clientes en el escenario.[63] Las bailarinas entretienen a los clientes a cambio de dinero y usan cualquier recurso a su disposición para ello. Venden la fantasía del sexo, pero no suelen llevarla a cabo.[51]

En un intento por obtener propinas o recompensas monetarias, es posible que las bailarinas vendan algo más que atractivo y fantasía. Comunican sentimientos de intimidad o conexión emocional a sus clientes, actos que las más de las veces son exagerados o falsos.[64] La «persona» que asumen sobre el escenario es diferente de la que son entre bastidores, incluso cuando refleja aspectos de su verdadera personalidad.[51] Dentro del contexto de los clubes de estriptis, es posible que a veces las bailarinas den la impresión de estarle revelando información privada (o de «tras bambalinas») a los clientes con el propósito real de jugar un juego de confianza y así obtener mayores ganancias.[63] Las bailarinas usan accesorios tales como maquillaje, ropa, vestuario o fragancias atractivas para completar su personaje y mantener su «fachada» mientras están en el club. Los clientes rara vez, si es que alguna, ven cómo se preparan tales accesorios, dado que la distribución de los clubes impide el acceso a los bastidores.[63] Los clientes a menudo quieren que las bailarinas «dejen de actuar», puesto que esto los hace sentir especiales y deseados.[6][65] Esta experiencia de trato de pareja puede implicar desde una mayor intimidad hasta incluso actos sexuales.[66][67][68] Las bailarinas son por lo general conscientes de tales deseos de mayor confianza por parte de los clientes y pueden en consecuencia darles la impresión de que se están mostrando tal como de verdad son. En realidad, esto es con frecuencia solo parte del acto, y las bailarinas sienten escaso o ningún vínculo emocional hacia ellos.[6]

Normas culturales y reglamentos

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Club de estriptis en Tijuana, México

Los reglamentos que rigen los clubes de estriptis, y la industria del entretenimiento para adultos en general, varían a lo largo de todo el mundo. Por ejemplo, muchos clubes tienen la regla de que los clientes no pueden tocar a las bailarinas, pero tales reglas dependen del club e incluso de la región en la que se encuentra.

En ocasiones, es posible que se combinen formatos bajo un mismo techo o complejo. En Bangkok, Tailandia, por ejemplo, el Nana Entertainment Plaza es un gran complejo de cuatro plantas con más de 40 bares. La mayoría de los bares son bares gogó con bailarinas en diversos grados de desnudez que pueden ofrecer servicios sexuales. No constituyen burdeles formales, en tanto los clientes deben negociar directamente los servicios con las bailarinas mismas y sin intermediarios.[69] De manera similar, en tanto la prostitución es legal en Zúrich, Suiza, clubes de estriptis en toda la ciudad ofrecen sexo entre sus servicios. A diferencia de los burdeles de la ciudad, cuando los servicios sexuales se ofrecen a través de los clubes de estriptis suelen realizarse por fuera del establecimiento.[70] Los clubes de estriptis de Europa Oriental tienen modelos similares.[71] Una «zona de sexo» de alrededor de un tercio de kilómetro cuadrado en Tokio, Japón, contaba con aproximadamente 3 500 locales de entretenimiento para adultos en 1999. Incluían teatros de estriptis, peep shows, «soaplands», «bancos para amantes», tiendas de pornografía, telekuras, karaokes, clubes y más, todos ofreciendo servicios de entretenimiento para adultos.[72] En Dubái, capital de un país en el que rigen normas y leyes culturales muy estrictas, existen varios clubes de estriptis de inmigrantes indios que ofrecen, al menos, desnudez parcial. [73]

En los Estados Unidos, los clubes se clasifican según los actos típicos, regulaciones de zonificación o servicios anunciados.[43] Las regulaciones de zonificación en ese país pueden resultar en dificultades, en tanto los clubes deben estar a cierta distancia de escuelas u otras áreas donde haya presencia de menores.[43] Tales restricciones están destinadas, al menos en apariencia, a frenar la exposición a actividades que podrían afectar de manera negativa el desarrollo social de los niños y a proteger de la devaluación a propiedades inmobiliarias cercanas que no están vinculadas a la industria. Estos factores se conocen como «efectos secundarios».[74] La validez de tales efectos secundarios ha sido puesto en cuestión, con el contraargumento de que los clubes se han visto obligados, por la zonificación, a ubicarse en «barrios de mala muerte».[75] En otras partes de América del Norte, el barrio rojo Zona Norte en Tijuana, México, tiene varios burdeles legales que siguen el modelo de los clubes de estriptis y ofrecen estriptis al estilo estadounidense por parte de sus prostitutas.[76] [77][78]

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Instalaciones

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Interior del Gentlemans Club Helsinki en Punavuori, Helsinki, Finlandia

Muchos clubes de estriptis se ubican en edificios que fueron previamente bares, restaurantes o almacenes, o que antes tenían usos industriales. La distribución original de los edificios, por tanto, determina con frecuencia la distribución física de los clubes. Cuanto mayor sea la inversión en un local, más tendrá la imagen de un club especializado.[79] Independientemente de la planta del local, en tanto teatros interactivos, todos los clubes de estriptis tienen ciertas características estándar, entre las que se incluyen: bailarinas (strippers), una pista donde se sientan o congregan los clientes y algún tipo de escenario para el espectáculo de estriptis. [53]

Clubes de caballeros de alta gama pueden tener características que cuestan millones de dólares en instalación o mantenimiento.[80]

Áreas de admisión general

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Una bailarina en el escenario principal del Monty's Showroom Pub en Victoria, Columbia Británica, Canadá.

La pista de los clubes es de acceso general. Las y los clientes pueden recorrer libremente el club, excepto las áreas de empleados y salas premium.[47] [63] Para acceder a estas últimas (a veces llamadas salas VIP, salas champagne u otras salas), por lo general se cobra una tarifa adicional al precio de entrada. En algunos casos, las salas de empleados y premium tienen uso doble. Por ejemplo, la oficina de un administrador podría funcionar también como una sala VIP.[81]

Cada club tiene una configuración diferente. Los clubes pequeños puede tener una sola sala con un escenario improvisado para el estriptis. Muchos clubes ofrecen más que las instalaciones o servicios básicos. Clubes más grandes tienen zonas claramente delimitadas, que pueden estar separadas por escalones, barandillas, plataformas o niveles, puertas, salas distintivas o plantas completamente independientes. También pueden estar delimitadas por alfombras, sillas o implementos físicos como como postes y cuerdas de terciopelo u otros marcadores.

Pista y zonas de sillas

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Clientes sentados junto a la barra de propinas en el Club Live en Scheveningen, La Haya, Países Bajos

En los clubes de estriptis, casi todo el entretenimiento se lleva a cabo en el área de la pista principal, y es allí donde las bailarinas y el personal pueden interactuar con los clientes. Los clientes se ponen cómodos en esta área y, a partir de sus observaciones, deciden qué servicios del club utilizarán. El escenario principal es visible desde la pista principal, y la barra principal es asequible, cuando hay una presente. Los clientes por lo general pueden elegir entre las zonas de sillas disponibles y algunos clubes tienen personal que ayuda a ubicar a los clientes. Si se ofrecen zonas premium, el personal del club generalmente administra el acceso a tales áreas.[59] Dependiendo del día, la hora y los niveles de personal disponible, la accesibilidad a las áreas de admisión general puede variar. Clubes más grandes suelen acordonar o cerrar secciones del club a los clientes a menos que el tamaño del público justifique usar todo el espacio. Pueden también tener múltiples pisos, barras, zonas de sillas o escenarios que se administran de manera similar.

Escenario principal

El escenario principal es el escenario donde bailarinas centrales actúan como parte de una rotación.[53] En la mayoría de los clubes, el escenario principal es un elemento dominante de la distribución del club y el centro de la actividad.[6] Un tipo común de escenario principal en los clubes de estriptis es el escenario de empuje o de tres lados, también conocido como escenario de pasarela,[82] escenarios de plataforma o abiertos que se extienden hacia la audiencia en tres lados y están conectados al área detrás de bambalinas. Otras formas principales también se utilizan con regularidad. El teatro con escenario central también es una forma popular de puesta en escena del escenario principal en los clubes de estriptis. Durante cada set de una o más canciones, la bailarina central actúa sobre el escenario. La bailarina cobra propinas de los clientes, ya sea mientras está en el escenario o mientras se mezcla con el público después de su acto. Una propina tradicional (cuando los clientes tienen permitido hacerlo en el escenario) es un billete doblado a lo largo que se coloca en la liga de la bailarina desde la barra de propinas.[52][53] El área de la barra de propinas es equivalente al área frente al proscenio del teatro tradicional.[52][83]

Muchos escenarios tienen barandillas construidas sobre o alrededor del escenario que funcionan como barandias de propinas, además de indicar a los clientes dónde deben ubicarse en relación con la zona de presentación. Los clientes se turnan para dar propinas a la bailarinas.[53] También pueden hacer fila para dar propinas a bailarinas populares. Si no hay barandillas físicas, el borde del escenario o área de actuación definida hace sus veces. Otros métodos comunes para dar propinas son insertar el billete en el escote de la bailarina con la mano o con la boca, o simplemente colocarlo o lanzarlo sobre el escenario, o arrugar billetes en forma de bola y lanzarlos en dirección a la bailarina.[84][85][86] Cada club y bailarina tiene diferentes niveles de tolerancia respecto a la interacción con los clientes, incluyendo las propinas. Algunos clubes tienen escenarios múltiples en sus instalaciones. La etiqueta a la hora de dar propinas varía entre países y culturas.[87] En clubes de Europa Oriental y Asia, por ejemplo, es costumbre acordar por adelantado el pago por una cierta cantidad de tiempo o bailes para actos en el escenario o cualquier sesión privada.[88][89]

Puestas en escena opcionales

Escenarios satélite incluyen una o más áreas donde una bailarina puede actuar además del escenario principal y bailes privados.[82][90] Clubes grandes pueden tener elaborados diseños de escenarios con múltiples áreas distribuidas alrededor del club y múltiples bailarinas rotando entre ellas por canción. Algunos clubes de estriptis consideran los actos ad hoc en escenarios satélite, pagadas por un cliente por canción, como una forma de baile privado. Las reglas en los escenarios satélite en la pista principal tienden a ser las mismas que en el escenario principal. En algunos casos, el diseño es significativamente diferente, permitiendo más o menos acceso al cliente. Cuando los escenarios satélites están ubicados en zonas de acceso premium o V.I.P., los clientes puenden tener mucho más acceso a la bailarina , en tanto el nivel de servicio más alto puede incluir reglas menos restrictivas que la que se aplica en la pista principal. En el caso de clubes de bailes de regazo, de peep show o de modelaje de lencería es posible que solo tengan escenarios satélite con opciones de entretenimiento pay-to-play (de «pagar por jugar») en sus instalaciones.

Actos especiales (tales como espectáculos de ducha, espectáculos de fuego o de lucha en aceite) pueden presentarse en escenarios dedicados, escenarios temporales en la pista o en el escenario principal, dependiendo del club.[91][92][93] El escenario principal, si es el que se utiliza, debe ser preparado y posiblemente cubierto para evitar daños, en tanto ha habido reportes de accidentes o lesiones durante este tipo de actos de estriptis.[94] Cuando se utilizan materiales peligrosos como el fuego como utilería, es posible que se necesite un permiso para cumplir con ordenanzas locales.[94] Los actos especiales suelen ser realizados por bailarinas destacadas o por bailarinas de la casa seleccionadas durante una actuación central. Los espectáculos de ducha requieren equipo especial, por lo que es más probable que tengan escenarios dedicado en los clubes y bailarines locales actuando en el espectáculo. En clubes grandes, las puestas en escena especiales pueden hacerse en la pista principal o en salas dedicadas.[59]

Barras y mostradores

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Barra principal del Spearmint Rhino en Van Nuys, Los Ángeles, California, con escenario incorporado. El escenario principal se puede ver al fondo.
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Un barra de bikini en la playa de Yyteri en Pori, Finlandia

Las barras son el mecanismo de servicio principal para clubes que expenden bebidas alcohólicas. En muchos clubes, la barra principal es el segundo elemento más dominante en la pista después del escenario principal,[60] y en algunos casos, el escenario principal (o satélite) está integrado a la barra. Los clubes pueden derivar grandes porcentajes de sus ingresos de las compras de bebidas alcohólicas. Por ejemplo, en los Estados Unidos, los clubes Rick's Cabaret y VCGH, Inc., obtuvieron su principal fuente de ingresos por servicios, con las ventas de bebidas alcohólicas en segundo lugar. VCGH ganó un 18% más y RICK un 27.5% más en ingresos por servicio que por ventas de bebidas. Las cantidades son más cercanas cuando se incluyen las ventas de alimentos y mercancía.[95] [96] Clubes de lujo que ofrecen comida pueden tener barras independientes o integradas que ofrecen servicio de bufé. De lo contrario, es posible ordenar comida en la barra principal o con el personal.

El consumo de bebidas alcohólicas se facilita con frecuencia a través de ventas directas en clubes de estriptis donde tales ventas son legales, están apropiadamente zonificadas y tienen licencia de venta.[97] Algunos clubes que no tienen licencia para vender alcohol sortean tales restricciones implementando políticas de traer la propia bebida (BYOB) o barras de jugos. Las barras de jugos tienen las designaciones de barras completos, pero solo sirven bebidas sin alcohol como agua, jugos o bebidas carbonatadas saborizadas. Tales barras pueden usarse a la vez como mostradores de servicio para guardar bebidas traídas por los clientes u ofrecer hielo y mezclas para crear cocteles con ingredientes comprados por el cliente. Cuando hay camareros presentes, pueden servir como una extensión del servicio de barra, llevando bebidas mientras mantienen la limpieza de las áreas de sillas.

Otras áreas de la pista

Muchos clubes cuentan con vestíbulos donde los porteros cobra la entrada, si se exige tal, y el personal de seguridad puede requisar rápidamente a los posibles clientes al entrar.[98] Es también común que haya juegos en los clubes de estriptis. Las máquinas de juegos y de apuestas son populares, al igual que mesas de billar. Algunos clubes también tienen áreas exclusivas en el piso principal donde se ofrecen servicios de bailes privados.[46]

Zonas de acceso premium

Es posible que el acceso a ciertas zonas de un club de estriptis requiera el pago de tarifas adicionales[59] o puede ser por invitación. En cualquier caso, tales áreas suelen ofrecer servicios que no están disponibles en las zonas de acceso general. Esto puede pues permitir que los clubes ofrezcan diferentes tipos y estándares de servicios en las distintas áreas, o permitirles cumplir con las leyes locales. En este contexto, es posible que clientes VIP, tales como personas acaudaladas o de renombre, reciban servicios de cortesía de acuerdo con la reputación que tienen a los ojos del personal del club.[99][100]

Las ubicaciones VIP junto a la pista principal suelen ser más cómodas. Por ejemplo, puede haber en estas zonas sillones, sofás o reservados con mesas de servicio. Por lo general, ofrecen una vista directa y despejada hacia el escenario principal. Hacer reservaciones en estas zonas da a los clientes una sensación de importancia y prestigio.[101] En clubes de lujo, las ubicaciones VIP pueden incluir balcones u otras zonas con vistas panorámicas, e incluso escenarios más pequeños para bailes privados a petición de los clientes,[6] por un coste adicional. Las zonas VIP también pueden funcionar como reservados para bailes de regazo, donde se aplica un precio más elevado que para tales bailes en la zona general.[59]

Las salas VIP suelen ser áreas independientes en los clubes, por lo general separadas por paredes fijas y con puertas que se cierran completamente. Cuando no cuentan con puertas sólidas, es común que haya algún tipo de sistema que evita que se vea su interior tal como cortinas de cuentas, cortinas u otros. Salas con sofás, salas de baile privadas[46] y salas de espera premium son otras formas de zonas VIP. [59] Las salas VIP tienen mesas y sillas más lujosas que las zonas de admisión general y adyacentes a la pista principal. A menudo, comprar acceso a la sala incluye tiempo con la(s) bailarina(s) de su elección. Algunas salas están equipadas con accesorios tales como duchas, jacuzzis o diversos tipos de ropa de cama.[59]

En los Estados Unidos existe un tipo de servicio VIP especializado llamado sala de champán (o patio de champán) en donde los clientes puede reservar tiempo (por lo general en incrementos de media hora) con una bailarina exótica en una sala privada dentro del recinto. Dependiendo de la categoría del club, tales salas, que suelen estar alejadas del bullicio del club principal, suelen estar lujosamente decoradas y contar con bar privado. Los clubes venden champán por copa o por botella, tanto para la bailarina como para el cliente. Algunos clubes también ofrecen servicios de comida o puros. Medios de comunicación en los Estados Unidos han reportado incidentes con cargos por salas de champán que alcanzan las decenas o incluso los cientos de miles de dólares estadounidenses por una sola visita.[102]

Zonas de acceso limitado

Algunas zonas de los clubes están destinadas exclusivamente a la operación y mantenimiento y por tanto su acceso suele estar restringido al personal y a las bailarinas.[63] Estas zonas incluyen (entre otras) las oficinas de administración, cabinas para empleados, vestuarios para las bailarinas o áreas de servicio, como la cocina o la parte trasera de las barras. Esta práctica comercial no difiere de manera significativa de las observadas en otros negocios de atención al cliente, como las tiendas minoristas o los restaurantes. Eso sí, es más común encontrar cabinas de entrada, en las que el personal de seguridad monitorea a los clientes que entran y salen del club y se cobra la entrada, así como cabinas para los DJ, desde donde trabajan estos.[103] Las cabinas de DJ contiene sonido, iluminación y otros equipos que empleados para «orquestar al público» ajustando el ambiente del club, y son similares a las cabinas o salas de control de los teatros tradicionales. [104]

Las bailarinas usan vestuarios o camerinos para prepararse para bailar, descansar entre actos o guardar pertenencias que no estén guardadas por otros medios.[63] Cuando ocurren disputas entre el personal del club suelen resolverse fuera del escenario y lejos de la vista de los clientes. Los vestuarios son un escenario común cuando la mediación implica exclusivamente a las bailarinas, aunque podría trasladarse a otras áreas si la administración está involucrada. Algunos clubes han experimentando con la posibilidad de otorgar mayor acceso a los clientes a áreas restringidas mediante tecnología,[45] por ejemplo transmitiendo en línea en vivo partes de los camerinos tras bambalinas a los que los usuarios pueden tener acceso pago y que pueden permitir incluso interactuar en vivo con las bailarinas. Un factor principal para limitar el acceso a estas zonas es la seguridad tanto de activos como del personal del club. Si se cuenta con equipos de vigilancia, las transmisiones de observan desde la oficina de administración.[105] En casos menos frecuentes, también se puede acceder a dichas transmisiones desde fuera del club. [106]

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Bailarinas y personal

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Bailarinas

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Una stripper en el escenario del Cabaret Kalesa en Río de Janeiro, Brasil

Los bailarines y bailarinas son llamadas strippers, estriptiseras o bailarinas exóticas, entre otras palabras, dependiendo del país. Son el principal atractivo de cualquier club. Su habilidad para entretener a los clientes es clave para generar ingresos, ya que mantiene a los clientes en el local y los anima a regresar.[97] La imagen de las strippers (tal como se conoce en la actualidad) evolucionó a finales de la década de 1960 y durante la de 1970 en los Estados Unidos y en otras culturas internacionales que adoptaron el striptease de estilo estadounidense, que fue introducido en la cultura popular gracias a los actos en toples de Carol Dodaen clubes de la ciudad de San Francisco, California, que definieron el género.[107] En la década de 1980, el baile en barra e imágenes explícitas que hoy se asocian con las strippers empezaron a ser ampliamente aceptadas y representadas con frecuencia en el cine, la televisión y el teatro. Las strippers residentes o de la casa son aquellas que trabajan para un club o franquicia específica.[108] Otras son strippers especiales o invitadas, que suelen tener su propia fama, y hacen circuitos de clubes y apariciones especiales.[42][66] Estrellas del cine pornográfico a menudo se convierten en strippers especiales para obtener ingresos extra y aumentar sus bases de fans. Este ha sido el caso de reconocidas actrices pornográficas como Jenna Haze o Teagan Presley, entre otras, quienes han participado en shows invitados de estriptis en los Estados Unidos, tal y como lo han hecho estrellas ya retiradas como Jenna Jameson.[109][110][111]

Entornos laborales

En algunos lugares, las strippers necesitan permisos legales para trabajar en el entretenimiento para adultos.[112] Dependiendo del tipo de establecimiento, las bailarinas pueden estar más o menos vestidas. Durante actos en bikini, tanto los senos como las áreas genitales de las bailarinas suelen permanecer cubiertas por atuendos reveladores, y las bailarinas suelen brindar servicios y entretenimiento. Las bailarinas go-gó, por ejemplo, suelen conservar la partes de arriba y de abajo de sus bikinis durante todo su acto. Una stripper cuyo torso está expuesto, pero cuyas áreas genitales permanecen cubiertas durante un acto, se dice que está en toples. Finalmente, algunas strippers desnudan sus áreas genitales junto con el resto de su ropa. Si bien la práctica del desnudo total está prohibida en muchas jurisdicciones,[43] muchas strippers sortean tales restricciones descubriendo selectivamente su vulva, ano o ambos, por breves períodos de tiempo, para taparlas de nuevo inmediatamente.[113] [114] No todas las strippers se sienten cómodas bailando en toples o completamente desnudas.[115]

En ocasiones, las strippers pueden ser contratadas para actuar fuera de los clubes.[66] Aquellas con fácil acceso a internet fuera del trabajo también han adoptado redes sociales como una forma menos intrusiva de mantener comunicación directa con sus clientes.[116] Otras usan internet para generar ingresos actuando por webcam, grabando contenido premium (a menudo en plataformas como OnlyFans) o gestionando su propio sitio web de suscripción.[117] [118] El contenido erótico en línea es omnipresente y se clasifica generalmente como pornografía.[119][120] Como ocurre en gran medida con las actividades dentro de los clubes, cada bailarina tiene niveles de comodidad diferente respecto a los servicios que ofrece en fiestas o funciones privadas.[66]

Además de anunciar servicios de striptease fuera de los clubes, un porcentaje desconocido de strippers también trabaja en otras áreas de la industria del sexo, tales como modelaje erótico y al desnudo, la pornografía, el escorting y, en algunos casos, laprostitución. El uso de clubes de estriptis para facilitar la prostitución es más común en unos países que en otros, y en tales lugares se considera que el estriptis es un tipo de publicidad para los servicios sexuales que se prestan en áreas privadas del club o fuera de las instalaciones.[2][70]

interacción social

La investigación ha sugerido que el baile erótico puede ser un ofiio bien remunerado, pero a menudo a un costo significativo para la stripper.[65] Una razón para esto es que hay un estigma negativo asociado al baile erótico. No todas las bailarinas se ven afectadas por igual. Algunas afrontan este estigma separando su vida social y revelando apenas una parte de su identidad.[121] Al hacerlo, las bailarinas pueden evitar ser caracterizadas por los atributos estigmatizantes asociados al baile erótico.[51] Fuera de los clubes, las bailarinas son indistinguibles en apariencia física del resto de la población en general y no tienen mayor probabilidad que otras mujeres de ser víctimas de actos como delitos violentos.[122] Dentro de los clubes, no es raro que los límites personales se traspasen entre bailarinas, clientes y el resto del personal. Las investigaciones indican que en algún momento todas las bailarinas se han sentido explotadas por clientes, la gerencia o incluso otras bailarinas. La queja más común de las bailarinas es que son mostradas como un objeto o un instrumento, en lugar de como una persona.[7] [123] Si bien las bailarinas sienten tal explotación y se ven afectadas por ella, algunas también admiten que explotan a su vez a sus clientes.[124]

Personal adicional

El personal adicional de un club casi siempre incluye a un gerente o administrador, y los clubes administrados por bailarinas son poco comunes. Uno o más administradores son responsables de las operaciones diarias en nombre de los dueños del club.[125] Las responsabilidades gerenciales incluyen el manejo del dinero, el inventario y la contratación y despido de empleados y contratistas. El rol de administrador puede dividirse entre un administrador general y uno o más encargados de una sala o piso.[112] Si el sitio cuenta con una barra, es posible que se contraten uno o más barman para atender a los clientes preparando sus bebidas o guardando las que traen en los clubes donde se permite a los clientes traer sus propias bebidas.[126] En algunos lugares, los barman deben tener un permiso legal individual para servir bebidas alcohólicas.[112] Es común que haya mujeres encargadas de supervisar a las bailarinas en nombre de la gerencia. Estas mujeres pueden ser particularmente útiles cuando el personal es mayoritariamente masculino, dada su capacidad para relacionarse con las bailarinas de una manera que los hombres tal vez no puedan.[127] No todos los clubes, sin embargo, tienen mujeres encargadas de estas tareas.

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Un cadenero frente al club nocturno Centrefolds Lounge Gentlemen's Club en King Street, Melbourne, Australia.

Los cadeneros o «sacaborrachos» son personal de seguridad. Suelen ser hombres relativamente grandes y fuertes, cuya tarea es hacer cumplir las normas del club y mantener el orden dentro y alrededor del local.[128] En algunos casos, es posible que haya policías u otros agentes de la ley en servicio cuando las autoridades consideran que un club está asociado con un alto riesgo de delincuencia.[129] Lo más frecuente es que se contrate seguridad privada (incluyendo policías fuera de servicio) para vigilar los clubes.[130] Los cadeneros también pueden desempeñar simultáneamente funciones de porteros o de disc-jockeys, fungiendo como presentadores y manteniendo el ritmo del entretenimiento e incluso a veces teniendo lista la música para que suene en el momento preciso durante los bailes.[131] Cuando los clubes no cuentan con disc-jockeys, la música puede venir de una jukebox o, en ocasiones, con músicos en directo.

Personal auxiliar

Los clubes de estriptis tienen diversas configuraciones y necesidades de personal. Algunos emplean presentadores o animadores para presentar el espectáculo, además de disc-jockeys. La presencia de presentadores es más común en clubes o turnos con mayor afluencia, así como durante eventos especiales, tales como noches de aficionadas o presentaciones invitadas. Si el club cobra entrada, personal especializado puede encargarse de la puerta para hacerse cargo de ello. Una práctica común en los Estados Unidos es emplear a mujeres jóvenes para esta función.[98] En ciertas zonas, los porteros que trabajan fuera del club actúan como promotores, incitando a la gente a entrar y disfrutar del espectáculo y los servicios.[132] La zona de clubes The Block en Baltimore, Maryland, es célebre por tener porteros agresivos apostados en casi todas las entradas, a escasos metros de distancia unos de otros en una zona con una alta concentración de clubes.[133] Esto ocurre también en la calle Broadway en San Francisco, California, aunque hay menos clubes agrupados.[122][134]

Camareras y camareros también se encargan de servir bebidas y, en algunos casos, comidas, a los clientes en la pista principal y otras zonas del club.[135] Camareras especializadas en cocteles sirven bebidas preparadas en copas para tragos pequeños (chupitos), que los clientes pueden comprar fácilmente.[136] Dependiendo de las ordenanzas locales, al servir estos tragos, las camareras puede mostrar alguna parte de su cuerpo, normalmente su escote.[84][137] Si el club tiene una política de consumo mínimo por visita o por hora, las camareras o camareros también se encargan de hacer cumplir tales normas. En algunos casos, las bailarinas tienen que generar un número determinado de ventas de bebidas por turno y, como parte de su ronda, las camareras pueden preguntar a los clientes si desean invitar a una copa a la bailarina que se sienta con ellos.[82][138] Si el club dispone de cocina y ofrece comida de alta calidad, es posible que se contrate a un chef para preparar los platos.

Los encargados del estacionamiento pueden ser personas que simplemente coordinan dónde estacionar y cuánto pagar, o bien, valet parking, que estacionan el vehículo y custodian las llaves del conductor mientras este se encuentra en el club.[139] Algunos clubes exigen que se pague el estacionamiento o el servicio de valet parking si se quiere mantener los autos dentro de las instalaciones, con el fin de generar ingresos y ayudar a regular el comportamiento de los clientes. Conserjes o aseadores supervisan a menudo los baños en nombre de la gerencia, principalmente para detectar posibles infracciones de las normas o problemas que puedan resultar en responsabilidad legal.[140] En los clubes de estriptis, el cumplimiento de las normas puede incluir vigilar que no ocurra consumo de drogas, sexo, peleas u otras actividades que el club preferiría se realicen fuera de las instalaciones. El encargado también procurará mantener limpios los baños, mantener aprovisionado de jabón y papel higiénico los baños y, si está disponible, vender una variedad de colonias, mentas u otros artículos desechables.[140]

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Negocios y operaciones

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Contexto

Para 2009, como industria global, los clubes de estriptis estaban en auge.[3] Solo en los Estados Unidos existían entre 3 500 y 4 000 clubes de estriptis para ese año.[95] En ese país se gasta más dinero en clubes de estriptis que en teatro, ópera, ballet, jazz y conciertos de música clásica juntos.[141] Algunos clubes tienen cientos de bailarinas en sus escenarios en un solo año.

Industria global

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Letrero de neón "Girls Girls Girls" en la fachada del club Burlesque con bailarinas desnudas delineadas (North Hollywood, Los Ángeles, California, EE. UU.)

Los mercados estadounidense e internacional de clubes que ofrecen espectáculos de estriptis de estilo estadounidense no están bien definidos y solo existen estimaciones de sus cifras de ingresos. En 2002, se estimaba que el tamaño de la industria estadounidense era de 3 100 millones de dólares, abarcando 2 500 clubes y generando el 19% del total de los ingresos brutos del entretenimiento para adultos legal.[5] Se estimaba que el mercado estadounidense de clubes de estriptis alcanzaba los 15 000 millones de dólares en 2005.[142] Ese mismo año, tan solo el estado de California generó 1 000 millones de dólares en ingresos,[143] y se estimaba que el tamaño total de la industria mundial de clubes de estriptis era de 75 000 millones de dólares.[3] Asimismo, en 2005, se calculaba que 300 000 mujeres trabajaban como bailarinas de estriptis en Estados Unidos, en unos 3 000 clubes.[3] En 2008, un experto del sector estimó el mercado estadounidense de clubes de estriptis en cerca de 2 000 millones de dólares, [144] basándose en estadísticas de Adult Video News Media Network (AVN)[96] y destacando tanto las variaciones metodológicas de los diferentes estudios como las dificultades para obtener estadísticas fiables sobre la industria. Desde entonces, el número de clubes en Estados Unidos aumentó hasta aproximadamente 4 000 en 2010. [95]

En Gran Bretaña, el número de clubes de estriptis aumentó más del 1000 % entre 1997 y 2010. Tan solo en 2008, se inauguró un club de estos casi cada semana.[145] Un factor que contribuyó a la proliferación de estos clubes en el Reino Unido fue la Ley de Licencias de 2003, que introdujo una licencia estándar para todos los establecimientos, lo que significó que los clubes de estriptis en ese país ya no necesitaban un permiso especial para exhibir desnudez.[146] En 2005, se estimó que los ingresos de la industria de los clubes de estriptis en el Reino Unido, uno de los sectores de mayor crecimiento dentro de la industria del ocio, ascendieron a 300 millones de libras esterlinas.[3] Los ingresos de 2006 solo en Escocia representaron 20 millones de libras esterlinas del total del Reino Unido. [3]

Mercados y propiedad

El estriptis al estilo estadounidense, estrechamente asociado con los clubes contemporáneos de todo el mundo, comenzó a aparecer fuera de Norteamérica en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial, inicialmente en espectáculos asiáticos a finales de la década de 1940 y en teatros europeos para 1950.[2] Un ejemplo contemporáneo, la cadena estadounidense Spearmint Rhino, tiene clubes ubicados en el Reino Unido, Rusia y Australia, así como en los Estados Unidos. En 2003, la sucursal de la compañía en Londres ganó según sus propios registros £3 por minuto (aprox. U$D 6 a fecha de 2025).[3] Se han creado clubes de estriptis que ofrecen estriptis de estilo estadounidense y otros servicios de entretenimiento para adultos en seis de los siete continentes (esto es, la Antártida es la única excepción),[3][147] y la demanda de este tipo de negocios está en auge en países en desarrollo económico.[148] La mayoría de empresas de entretenimiento para adultos, incluyendo los clubes de estriptis, son de propiedad privada.[149][150]

Dos compañías de clubes de estriptis cotizan en mercados financieros estadounidenses y aparecen en NASDAQ: VCG Holding Corp. (VCGH) y RCI Hospitality Holdings, Inc. (RICK). En febrero de 2010, los dos clubes acordaron en principio fusionarse, y Rick's Cabaret adquirió VCG Holding. El precio estimado de la compra, de acuerdo con la declaración de intenciones, era para la adquisición utilizando acciones de RICK a un valor de US$2,20 a US$3,80 por acción.[151] Sin embargo, el acuerdo de US$45 millones fracasó tras la expiración de la declaración de intenciones el 31 de marzo de 2010, y Rick's Cabaret no logró celebrar un acuerdo de fusión definitivo para adquirir todas las acciones en circulación de la VCG.[152] Una tercera empresa que cotiza en bolsa, Scores Holding Company, Inc. (SCRH), licencia su marca a operadores de clubes de estriptis, pero no posee ni opera ella misma ningún club.[153] Las declaraciones de ganancias reportadas públicamente por empresas estadounidenses que operan clubes de estriptis no han brindado orientación sobre cómo definen su segmento de mercado, competidores no públicos o ingresos generales de la industria.[95][96][153]

El mayor operador de clubes de estriptis a nivel internacional es la empresa estadounidense Déjà Vu, que cuenta con más de 130 locales en todo el mundo, incluyendo países como los Estados Unidos, el Reino Unido, Australia, Francia, Canadá y México.

Tendencias financieras

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Clubes de estriptis en el barrio The Block en Baltimore, Maryland, EE. UU.

La ágil expansión de la industria de los clubes de estriptis observada en la década de 2000 se produjo principalmente en el mundo occidental.[3] Lejos de su apogeo en las décadas de 1980 y 1990, la industria del sexo en Japón ha estado en una crisis prolongada en la primera década del siglo XXI, a raíz de la recesión económica.[154] Sus bares de anfitrionas y de striptease (los que no habían cerrado ya del todo) sintieron el impacto de la disminución de cuentas de gastos corporativos, lo que llevó a una mayor competencia (y una reducción de los límites) por los clientes que quedaron.[154] La rentabilidad de los clubes de estriptis, como ocurre con otros negocios orientados al servicio al cliente, está impulsada en gran medida por la ubicación geográfica y los hábitos de gasto de los clientes.[155] Clubes cercanos a la zona de Wall Street en la ciudad de Nueva York, son conocidos por albergar reuniones con personas de poder en la industria financiera, entre otros pesos pesados de los negocios, reuniones que con frecuencia son pagadascon fondos de las empresas.[156] Dado que clubes ubicados en áreas urbanas o centros de negocios han generado inquietudes sobre el tráfico y problemas sociales, algunos propietarios de clubes con intereses comunes en estrecha proximidad comparten la representación sin fusionar sus negocios.[157] Tras numerosos incidentes durante la década de 1990 con el gobierno local y estatal, Downtown Entertainment Inc. se formó en 2000 para representar los intereses de los dueños de negocios en la zona de The Block en Baltimore, Maryland, conocida por tener numerosos clubes de estriptis.[157]

Clubes de estriptis que aplican Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA) suelen reportar fondos de maniobra negativos, donde los pasivos circulantes superan a los activos circulantes. Los clubes reciben pagos inmediatos en efectivo por ventas, mientras que inventarios, gastos acumulados y otros pasivos corrientes suelen tener plazos de pago más largos. Se cree que esta práctica aumenta el efectivo neto generado por actividades operativas.[95] Los ingresos por servicios incluyen pagos a bailarinas por sus actuaciones en los clubes, tarifas de entrada de los clientes, pagos de los clientes por las cuentas y propinas, pagos en dólares para bailes y tarifas de alquiler de suites.[95] La crisis económica, que se aceleró en 2008, afectó a los clubes de todos los niveles, e incluso clubes de caballeros de alta gama en algunas partes de EE. UU. y en otros lugares tuvieron que ajustar sus prácticas comerciales para compensar la reducción de ingresos.[155]

Prácticas comerciales

Entre clubes, existe una variedad de diferentes maneras de brindar entretenimiento, y las estructuras de tarifas difieren por lo general entre clubes. Un «cover» (tarifa de entrada también conocida como mínimo) es habitual en muchos clubes,[158] y su monto puede variar dependiendo de factores como el día de la visita, la hora del día, el género u otros factores. Para que el cover sea más aceptable para los clientes, algunos clubes incluyen adicionales en el precio de la entrada, como boletos de bebidas que se pueden canjear una vez dentro. Algunos clubes también tienen tarifas de bebidas vinculadas a la interacción con las bailarinas.[59] Cuanto más grande sea la bebida, más tiempo se permite con la bailarina. Esta práctica es más común en clubes de estriptis europeos y en clubes de meseras africanos o asiáticos.[159] El precio de la habitación con champán (donde es posible comprar tiempo con una bailarina exótica en una habitación privada en las instalaciones) es una variación de este mismo tema.

Operaciones

En los Estados Unidos, las bailarinas de estriptis generalmente se clasifican como contratistas independientes. Algunos clubes pequeños pueden pagar un salario semanal, pero, en la mayoría de los casos, los ingresos de las bailarinas provienen exclusivamente de las propinas u otras comisiones que cobran a los clientes. En la mayoría de los clubes, las bailarinas deben pagar una «tarifa de escenario» o «tarifa de la casa» para trabajar en un turno específico.[158] En tales casos, las bailarinas reciben su pago en forma de propinas o pagos por servicios específicos que ofrece el club (como bailes de regazo). Muchos clubes también se llevan un porcentaje de las comisiones por cada baile privado. También es costumbre—y a menudo obligación en los Estados Unidos—que las bailarinas paguen una propina, generalmente al final de su turno, al personal de apoyo, como DJs, matronas, maquilladores, camareros, bármanes y cadeneros. Puede tratarse de una tarifa fija o de un porcentaje de las ganancias.[160] En el caso de los clientes, la estructura de tarifas de los clubes está determinada por las políticas administrativas.

En muchos clubes pequeños, una misma persona ocupa varios puestos de personal, como camarero y administrador. En casos extremos, una sola persona asume todas las funciones de apoyo dentro de un club.[161] Algunos clubes contratan a mujeres atractivas para el personal, como camareras o para que pasen por el club con bandejas vendiendo tragos, para complementar a las strippers. También pueden trabajar a la vez como animadoras de escenario o de bailes de regazo, según el club. Los puestos de personal remunerado son discrecionales. La rotación de empleados puede ser frecuente, pero las leyes laborales estándar se aplican en la mayoría de países y en algunos casos se han hecho cumplir a través de veredictos judiciales u otros medios regulatorios.[6] [108] Un caso muy publicitado en los Estados Unidos en 2010 tuvo que ver con una camarera embarazada en Nueva York, quien alegó que el Cafe Royale en Farmingdale, Nueva York, la discriminó porque el embarazo «no es sexy».[126] La contratación de personal y bailarinas en Estados Unidos es casi siempre voluntaria por parte del club y de la trabajadora. Algunos clubes de estriptis han organizado ferias de empleo para abordar sus necesidades de personal.[162] Si bien no es una práctica común en los Estados Unidos, a nivel mundial, muchas mujeres son obligadas regularmente a trabajar como strippers con el conocimiento de los administradores de los clubes.[163]

Marketing

La capacidad de atraer nuevos clientes es fundamental para el éxito de un club nocturno, de manera que las promociones, la publicidad o las ofertas especiales son los medios típicos para promocionar un club. Las estrategias de marketing para clubes de estriptis incluyen atraer nuevos clientes, aumentar la frecuencia de las visitas de clientes existentes y establecer un mayor reconocimiento de marca. El mercado objetivo puede incluir a viajeros de negocios, profesionales locales o empresarios.[95] Los estudiantes universitarios son también un mercado objetivo secundario.[95] La publicidad es esencial para los clubes de estriptis, pero las regulaciones locales o la reacción del público pueden dificultarla. Por tal razón, clubes de todo el mundo tienden a anunciarse en internet. La publicidad puede incluir pases de descuento, tours virtuales u horarios de bailarinas.[164]

La empresa estadounidense VCGH, Inc. utiliza diversos métodos altamente específicos para llegar a sus clientes, incluyendo emisoras de radio locales, camiones con vallas publicitarias, anuncios en internet, periódicos y revistas, y eventos deportivos profesionales. Sus gastos de publicidad y marketing disminuyeron aproximadamente un 3,9% a US$2.805.260 desde US$2.921.327 durante el año finalizado el 31 de diciembre de 2008. Los gastos de publicidad y marketing representaron aproximadamente el 5,1% de sus ingresos totales en 2009 y 2008. La disminución se atribuyó a un cambio en la publicidad, incluyendo el uso de camiones con vallas publicitarias para publicidad móvil frente al alquiler de vallas publicitarias fijas. [95] Por el contrario, en presentaciones públicas ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), Rick's Cabaret International informó un aumento en su presupuesto de publicidad de US$2.231.005 en 2008 a US$8.091.745 en 2009, creciendo del 3,9% al 10,8% de los ingresos anuales totales. [96]

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Aspectos legales

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Contexto

El estatus legal de los clubes de estriptis ha cambiado con el tiempo, y las leyes nacionales y locales se han vuelto cada vez más liberales en todo el mundo, aunque algunos países (como Islandia) han implementado límites y prohibiciones estrictas.[165] Los clubes de striptease son objeto frecuente de litigios en todo el mundo, y la industria del sexo, que abarca los clubes de estriptis, es un tema controversial y ampliamente debatido en la cultura popular y la política. Algunos clubes de estriptis han sido vinculados al crimen organizado,[166] que a menudo utiliza negocios legítimos como fachada para sus operaciones ilegales.

Américas

En tanto el sistema legal de los EE. UU. está basado en el derecho consuetudinario, las motivaciones de demandas hacia los clubes de estriptis pueden variar desde fundamentos legales legítimos hasta casos presentados con la intención de moldear la jurisprudencia en favor de los objetivos sociopolíticos de grupos de interés especiales. De acuerdo con estas demandas, clubes de estriptis de todo el país tienen personal y clientela que no solo participa en actos sexuales en las instalaciones,[60] sino también en el consumo de drogas u otras actividades ilegales. Los incidentes de dicha actividad varían ampliamente, y su prevalencia depende de diferencias regionales respecto a las actitudes de administradores, bailarinas, clientes y fuerzas del orden.[167] [168] Los clubes de estriptis están obligados a no permitir la entrada a los clubes ni el consumo de alcohol a menores de edad.[112] Si se descubre que un club ha servido bebidas alcohólicas a un menor de 21 años (mayoría de edad en los EE. UU.), se le puede suspender o rescindir su licencia de expendio de licores por infracciones reiteradas. [112] Las licencias también se pueden perder cuando hay evidencia de consumo de drogas en un club.[167] Varios clubes han cerrado sus negocios como resultado de la pérdida de una licencia de expendio de licor.[167]

Una ordenanza local estadounidense ampliamente citada es el Código Municipal 33.3610 de San Diego (California), [169] que se creó en respuesta a acusaciones de corrupción entre funcionarios municipales,[170] incluyendo contactos en la industria del estriptis. Entre tales disposiciones se encuentra la «regla de los seis pies», copiada por otros municipios, que exige que las bailarinas mantengan una distancia de seis pies (aprox. 180 cm) de los clientes durante sus bailes. Es posible que clubes con desnudos completos estén sujetos a requisitos adicionales, como restricciones en la venta de bebidas alcohólicas o reglas de no contacto entre clientes y bailarinas. Para eludir estas normas, es posible que se abran dos bares «separados» uno junto al otro, uno que ofrece bailes toples y venta de bebidas alcohólicas y el otro ofreciendo desnudos completos. En algunos estados y jurisdicciones estadounidenses donde es legal consumir alcohol, pero no venderlo, algunos clubes aún permiten que los clientes traigan sus propias bebidas.

Asimismo, otras normas prohíben la «desnudez total» en ciertos distritos, lo que puede variar incluso entre zonas diferentes de una misma ciudad. Algunas partes de EE. UU. tienen leyes que prohíben la exposición de los pezones femeninos o incluso las areolas, de forma que las bailarinas los cubren con pezoneras. Tales leyes no suelen aplicarse a la exposición de los pezones masculinos. Los gerentes, bailarinas y otro personal de los clubes pueden ser citados o arrestados por las autoridades locales o federales por infringir las leyes de desnudez, consumo de drogas u otras infracciones.[167] En febrero de 2010, la ciudad de Detroit, Michigan, prohibió que los senos fueron expuestos completamente en sus clubes de estriptis, siguiendo el ejemplo de Houston, Texas, que comenzó a aplicar una ordenanza similar en 2008.[50] Desde entonces, el ayuntamiento de Detroit ha suavizado las normas, eliminando el requisito de usar pezoneras, pero manteniendo otras restricciones.[171] Ambos municipios tenían fama de haber sufrido una incidencia rampante de actividades ilícitas, incluyendo la prostitución, todas ellas vinculadas a establecimientos de estriptis dentro de los límites de sus ciudades.»[172][173] Detroit también ha llamado la atención del gobierno federal por incidentes de trata de personas en sus clubes de estriptis.[174] En 2010, el estado de Missouri aprobó una ley similar a la de Houston y Detroit, que prohíbe la desnudez total en los clubes de estriptis de todo el estado.[175]

Los clubes de estriptis también han recibido atención en otros países de América, aparte de los Estados Unidos. En Canadá, ha habido varios intentos de modificar la Ley de Inmigración y Protección de Refugiados (IRPA), aprobada en 2001. La versión de 2009 del proyecto de ley (Proyecto de Ley C-45: Ley para modificar la Ley de Inmigración y Protección de Refugiados) contenía disposiciones destinadas a restringir la emisión de visas para bailarinas exóticas, con el fin de combatir la trata de personas.[176] En agosto de 2009, la ciudad de Río de Janeiro, mientras se postulaba para la Copa Mundial de 2014, cerró uno de sus clubes de estriptis más notorios, la discoteca Help. Había planes para demoler el club y «reemplazarlo con un museo de temática musical» con la firma estadounidense Diller Scofidio + Renfro como arquitectos, respaldados por el gobernador de Río, Sérgio Cabral Filho, quien también apoyaba la candidatura para los Juegos Olímpicos de 2016.[177] En noviembre de 2009, las autoridades de Río de Janeiro amenazaron con demandar al comediante estadounidense Robin Williams por comentarios despectivos hacia la ciudad en un programa de entrevistas nocturno. En uno de sus comentarios sobre la elección de la ciudad como sede de los juegos afirmó, «Río envió 50 strippers y medio kilo de cocaína. No es justo, ¿me entiendes?», comentario que se repitió varias veces en los noticieros brasileños y provocó la respuesta pública de su alcalde. El Comité Olímpico de Río encargó a sus abogados que investigaran si existían motivos para una demanda, pero no se presentaron cargos.[178]

Reino Unido

En 2009, el Reino Unido aprobó la Ley de Policía y Delitos tras preocupaciones por el aumento del número de clubes de estriptis en el país. En consecuencia, cualquier club de estriptis donde se realicen espectáculos en vivo más de 11 veces al año debe solicitar una licencia de local de entretenimiento sexual a las autoridades locales.[179] Estos clubes se enfrentan con frecuencia a la oposición de quienes consideran que «bajan el tono» de determinados barrios. La legislación produjo una reducción del número de locales relevantes, de unos 350 a comienzos de la década de 2000 a menos de 200, en todo el Reino Unido.[180] En 2014, se formó el Colectivo de Strippers del Este de Londres para mejorar las condiciones laborales en los clubes de estriptis. Sus preocupaciones incluían entornos de trabajo mal mantenidos, prácticas comerciales explotadoras que incluyen la imposición de tarifas, comisiones y multas, y la falta de protección y seguridad laboral.[181]

Resto de Europa

Durante un tiempo el gobierno irlandés tuvo categorías de visas especiales para «artistas del entretenimiento», que permitían el tráfico de mujeres para clubes de estriptis y prostitución.[3]

En 2001, el exdirector de inmigración de Chipre fue declarado culpable de aceptar sobornos para emitir permisos de trabajo a extranjeras (en este caso provenientes de Ucrania) para trabajar como strippers en clubes, algunas de las cuales fueron obligadas a prostituirse.[182] Estudios hechos en Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y los Países Bajos han demostrado que individuos rusos y grupos del crimen organizado están importando mujeres desde Rusia, Ucrania, los Estados Bálticos y Europa Central a la industria sexual rusa para trabajar en estriptis, prostitución, servicios de clubes de peep y espectáculos, masajes y servicios de escorts, entre otros.[163][183]

En marzo de 2010, Islandia prohibió los espectáculos de estriptis.[165] Jóhanna Sigurðardóttir, primera ministra de Islandia, declaró: «Los países nórdicos están liderando el camino hacia la igualdad de las mujeres, reconociéndolas como ciudadanas iguales en lugar de mercancías para la venta».[184] La política impulsora del proyecto de ley, Kolbrún Halldórsdóttir, declaró: «No es aceptable que las mujeres o las personas en general sean productos para la venta».[184]

Resto del mundo

Los clubes de estriptis alrededor del mundo suelen estar regulados de formas diferentes. Actividades que son ilegales en algunos países pueden estar permitidas en otras partes del mundo. Además, los vínculos con elementos criminales (tal y como se definen en el derecho internacional) pueden ser mucho más pronunciados.

En Europa del Este y Asia, incidentes comunes de delincuencia en clubes de estriptis incluyen que a los clientes se les cobre un precio al entrar, solo para descubrir después que la administración espera un pago mucho mayor antes de permitirles la salida. Se recurre a la intimidación y posiblemente a la amenaza de violencia para obligarlos a pagar.[88]

El gobierno japonés, al igual que Canadá e Irlanda, tenía categorías especiales de visa para «artistas del entretenimiento», que permitían la trata de mujeres para clubes de estriptis o para la prostitución.[3]

En Sudáfrica, ha habido una controversia pública sobre incidentes de prostitución y violencia relacionados con sus clubes de estriptis.[185][186][187] En junio de 2010, 17 clientes fueron arrestados, durante una redada en un club en Ciudad del Cabo, por cometer actos ilegales no especificados. 35 bailarinas de Europa del Este también fueron arrestadas por trabajar en el club sin los documentos correctos.[188][189]

En 2008, la Oficina de Estadísticas e Investigación Criminal de Nueva Gales del Sur en Sídney, Australia, informó que 1 600 personas habían sido acusadas de cometer una variedad de 27 delitos en los lugares de culto (iglesias, sinagogas, monasterios, mezquitas, conventos, catedrales y capillas) del estado. Las cifras mostraron que 282 personas fueron acusadas de los mismos delitos en locales clasificados como establecimientos de entretenimiento para adultos (clubes de estriptis, sex shops, burdeles, salones de masajes, clubes gay, casinos y clubes de apuestas). Un desglose de las cifras estadísticas mostró que 85 personas fueron agredidas en lugares de culto, en comparación con 66 en lugares de entretenimiento para adultos. Los incidentes de agresión sexual y comportamientos de acoso y amenazas también fueron mayores en los lugares de culto. La interpretación de la oficina fue que las personas tenían la misma probabilidad de ser atacadas o robadas en la santidad de una iglesia que en lugares de la industria sexual.[190]

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Impacto cultural

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Contexto

Los clubes de estriptis como espacios para el entretenimiento lascivo son un tema recurrente en la cultura popular.[7] En los medios de comunicación, los clubes se presentan principalmente como lugares de encuentro para el vicio y de mala fama. Tanto los clubes mismos como diversas características del negocio se destacan en tales referencias. El comediante estadounidense Chris Rock, por ejemplo, se ha burlado de los salones de champán en su grabación, «No Sex (In the Champagne Room)», de su álbum de 1999, Bigger & Blacker. Wyclef Jean posteriormente mencionó el comentario de Rock en su propia reflexión sobre las strippers, «Perfect Gentleman». En 2016, el cortejo fúnebre del rapero Shawty Lo se detuvo en su club de estriptis favorito, The Blue Flame Lounge en Atlanta, donde clientes y dolientes honraron su ataúd con un minuto de silencio.[191][192]

Cine, televisión y teatro

La imagen de las strippers tal como se la conoce hoy en día evolucionó a finales de las décadas de 1960 y 1970 en los EE. UU. y en las culturas internacionales que adoptaron el estriptis de estilo estadounidense.[28] En la década de 1980, el baile en barra e imágenes altamente explícitas asociadas con las bailarinas actuales fueron ampliamente retratadas en películas, televisión y teatro.

Décadas de 1980 y 1990

Además de videos menos conocidos como A Night at the Revuebar (1983), en la década de 1980 también aparecieron películas comerciales que involucraban a strippers y su trabajo como parte de la narrativa central. Entre estas se incluyen Flashdance (1983), que contaba la historia de una mujer que trabaja de noche como bailarina exótica y de día como soldadora.[193] Blaze (1989) presenta a Lolita Davidovitch como la famosa stripper Blaze Starr. Starr misma aparece en la película en un cameo. Exótica (1994), de Atom Egoyan, está ambientada en un club de bailes de regazo canadiense y retrata la obsesión de un hombre con una stripper colegiala. Showgirls (1995) de Paul Verhoeven y protagonizada por Elizabeth Berkley y Gina Gershon. Striptease (1996) fue una adaptación de la novela homónima y protagonizada por Demi Moore. The Players Club (1998) fue protagonizada por Lisa Raye, quien interpreta a una chica que se convierte en stripper para ganar suficiente dinero para ingresar a la universidad y estudiar periodismo.

Década de 2000-presente

En la década del 2000, las visitas a clubes de estriptis por parte de personajes de películas de acción eran algo común.[194] Dancing at the Blue Iguana (2000) es un largometraje protagonizado por Daryl Hannah . El elenco femenino de la película investigó la película bailando en clubes de estriptis y creó sus partes y sus historias para que fueran lo más realistas posible. The Raymond Revuebar the Art of Striptease (2002) es un documental dirigido por Simon Weitzman. Los debutantes (2003) es una película chilena ambientada en un club de estriptis en Santiago. En Closer (2004), Natalie Portman interpreta a Alice, una joven stripper recién llegada a Londres desde Estados Unidos. Sé quién me mató (2007) está protagonizada por Lindsay Lohan como Dakota Moss, una atractiva stripper involucrada en las maquinaciones de un asesino en serie, e incluye una larga secuencia de striptease en un club.[195] Stripsearch (2001–) es un reality show australiano que se mantiene vigente y se centra en la formación de strippers masculinos. En Degrassi: The Next Generation (2007), en el final de la sexta temporada de dos partes, titulado Don't You Want Me, Alex Nunez recurre al estriptis cuando no tiene suficiente dinero para pagar el alquiler de su apartamento.

Ubicaciones notables

Uno de los clubes de estriptis más famosos de Estados Unidos se encuentra en la Ruta 17 en Lodi, Nueva Jersey. Apareció en la serie de televisión Los Soprano con el nombre de The Bada Bing. El club es en realidad un bar go-gó, que sirve bebidas alcohólicas con bailarinas, pero no ofrece desnudos. [196] El Gold Club era un club de entretenimiento para adultos de Atlanta que recibió atención nacional por las acusaciones formales contra varios de sus dueños, gerentes y empleados, a las que numerosos atletas profesionales importantes fueron llamados a declarar.[5] [99] El club cerró tras la condena de su dueño, varios gerentes y empleados.[197]

El apphire Gentlemen's Club de Las Vegas[198] se considera el club de estriptis más grande del mundo. En 2006, se vendió en subasta por 80 millones de dólares estadounidenses.[80] La ciudad de Tampa, Florida, es conocida por sus clubes de estriptis, incluyendo el famoso Mons Venus. Howard Stern, presentador de radio y personalidad televisiva, menciona con frecuencia el Rick's Cabaret, que opera en varias ciudades. Bangkok y Pattaya, en Tailandia, son mundialmente famosas por sus bares de go-gó que ofrecen una variedad de servicios adicionales. [199]

Un artículo de 2013 publicado por el portal AskMen.com publicó una lista de los 10 mejores clubes de estriptis del mundo.[89] Según sus criterios, que incluían la estética, la calidad de las chicas, los servicios, etc., los mejores clubes en aquel momento eran:

  1. Playhouse Gentleman's Club, Varsovia
  2. Night Flight, Moscú
  3. Hustler Club de Larry Flynt, Nueva York
  4. 4 Play Gentlemen's Club, Los Ángeles
  5. Spearmint Rhino, Las Vegas
  6. Crazy Horse, París
  7. Seventh Heaven, Tokio
  8. Temptations, Bristol
  9. Wanda's, Montreal
  10. K5 Relax, Praga

El estriptis de estilo estadounidense sigue siendo un fenómeno global y una forma de entretenimiento culturalmente aceptada, a pesar del escrutinio en círculos legales y medios de comunicación. Más de la mitad de los clubes de la lista que aún permanecen abiertos se encuentran fuera de Estados Unidos. Sitios web populares para entusiastas de los clubes de estriptis también cuentan con listas de los mejores clubes, calculadas a partir de las opiniones de sus visitantes. La Ultimate Strip Club List incluye una lista de los 100 mejores clubes de striptease, generada mediante el análisis de las calificaciones de todos sus clubes, proporcionadas por los usuarios. [200] Su lista incluye regularmente clubes de estriptis de fuera de Estados Unidos y el sitio web detalla clubes de países de seis continentes. La Strip Club Network calcula su lista de clubes de striptease en línea, Los 100 mejores clubes, según el número total de visitas que ha recibido cada página de información de su sitio web. [201]

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Véase también

Referencias

Enlaces externos

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