Castillo de Windsor
palacio y residencia de la monarca del Reino Unido y de la Mancomunidad de Naciones / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
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El castillo de Windsor es un palacio y residencia real situado en Windsor, en el condado de Berkshire, Reino Unido, notable por su antigua relación con la familia real británica y porque encarna casi un milenio de historia arquitectónica.
Castillo de Windsor | ||
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Vista aérea del castillo de Windsor | ||
Ubicación | ||
País | Reino Unido Reino Unido | |
Localidad |
Windsor, Berkshire, Inglaterra Inglaterra | |
Dirección | SL4 1NJ | |
Coordenadas | 51°29′02″N 0°36′17″O | |
Características | ||
Tipo | Tres murallas y una torre del homenaje | |
Parte de | Royal Collection | |
Materiales | Piedra | |
Estilo | Gótico perpendicular | |
Uso actual | Residencia de la Familia Real Británica | |
Estado | Intacto | |
Propietario | Carlos III | |
Entrada | Con limitaciones | |
Administración | The Royal Household | |
Historia | ||
Conflictos bélicos | Primera Guerra de los Barones y Revolución inglesa | |
Eventos |
Primera Guerra de los Barones Revolución inglesa. | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en Berkshire | ||
Fachada sur del castillo en noviembre de 2006
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El castillo original se construyó en el siglo XI, tras la conquista normanda de Inglaterra por Guillermo I el Conquistador. Desde tiempos de Enrique I de Inglaterra (r. 1100-1135) ha sido habitado por todos los monarcas británicos, hecho que lo convierte en la segunda residencia real europea de ocupación más antigua solo superado por el Real Alcázar de Sevilla.[1][2][3] Algunas de sus lujosas estancias, como los «Apartamentos de Estado», son arquitectónicamente muy interesantes y han sido descritas por el historiador Hugh Roberts como «una secuencia magnífica e inigualable de habitaciones ampliamente reconocidas como la mejor y más completa expresión del estilo del periodo georgiano tardío».[4] El castillo incluye la Capilla de San Jorge, del siglo XV, considerada por el historiador John Robinson como uno «de los logros supremos del diseño del gótico perpendicular inglés».[5]
Esta fortificación fue diseñada originalmente sobre una mota y con tres murallas en torno a un montículo central para servir como baluarte de los conquistadores normandos en las afueras de Londres y dominar una zona estratégicamente importante del río Támesis. Su fábrica fue gradualmente sustituida por piedra, y a comienzos del siglo XIII sufrió un largo asedio durante la primera guerra de los Barones (1215-1217). Enrique III construyó un lujoso palacio real dentro del recinto a mediados de ese siglo y Eduardo III fue más allá con la reconstrucción del palacio, que creó un conjunto mayor de edificios que se convertiría en «el proyecto arquitectónico secular más caro de toda la Edad Media en Inglaterra».[6] El núcleo de la obra de Eduardo pervivió hasta el período Tudor (siglo XVI), cuando Enrique VIII e Isabel I le dieron al castillo un uso mayor como corte real y centro de entretenimiento diplomático.
El complejo sobrevivió al turbulento período de la guerra civil inglesa, en que fue usado como cuartel militar por las fuerzas parlamentarias y como prisión de Carlos I. Durante la Restauración de los Estuardo, Carlos II reconstruyó gran parte del castillo con ayuda del arquitecto Hugh May y creó una serie de extravagantes interiores barrocos que todavía hoy causan admiración. Tras un período de negligencia en el siglo XVIII, los reyes Jorge III y Jorge IV renovaron y reconstruyeron el palacio de Carlos II sin reparar en gastos para producir el diseño de los actuales Apartamentos de Estado, engalanados en estilo rococó, gótico y barroco. La reina Victoria realizó cambios menores en el castillo, que empleó como centro de entretenimiento real durante gran parte de su extenso reinado en el siglo XIX. El castillo de Windsor también sirvió como refugio de la familia real durante los intensos bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y sobrevivió a un incendio en 1992. En la actualidad en el castillo de Windsor viven y trabajan más de quinientas personas, es una atracción turística muy popular, sede de visitas de Estado y era el hogar de fin de semana preferido por la reina Isabel II del Reino Unido, siendo su última residencia oficial permanente[7] desde 2021. Sus instalaciones incluyen la Biblioteca Real, famosa por sus colecciones de dibujos de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarrotti.
El castillo de Windsor ocupa un área de más de cinco hectáreas y combina elementos de fortificación, de palacio y de pueblo pequeño.[8] El conjunto actual es fruto de diversas fases constructivas que culminaron en los trabajos de reconstrucción que se hicieron debido al grave incendio de 1992.[9] En esencia es un diseño de estilo georgiano y victoriano sobre una estructura medieval, con toques góticos reinventados en un estilo moderno. Desde el siglo XIV la arquitectura del castillo ha intentado crear una reinterpretación contemporánea de estilos y tradiciones del pasado, para lo que ha imitado repetidamente estilos antiguos o pasados de moda.[10] El resultado ha llevado al arquitecto sir William Whitfield a afirmar que la arquitectura de este castillo tiene «una cualidad de cierta ficción», pues el diseño pintoresco y gótico genera «un sentido de escenografía teatral», y ello a pesar de los esfuerzos de fines del siglo XX por recuperar muchas de las estructuras antiguas y dotarlo de mayor autenticidad.[11] Aunque han sido criticadas, la arquitectura del castillo y su historia le dan «un lugar entre los mejores palacios europeos».[12]
Recinto central
En el corazón del castillo de Windsor se halla el Recinto Central, amurallado en torno a una mota castral o colina artificial en el centro mismo del recinto. La mota tiene quince metros de altura y está hecha de piedra caliza excavada originalmente del foso circundante. La torre del homenaje que se levanta sobre ella, llamada Torre Redonda, se construyó sobre un edificio anterior del siglo XII que fue remodelado por el arquitecto Jeffry Wyattville a comienzos del siglo XIX para hacerlo nueve metros más alto y darle así un aspecto y silueta más imponentes.[13] El interior de esta Torre Redonda fue remodelado entre 1991 y 1993 para conseguir mayor espacio para los Archivos Reales, finalidad para la que se creó una nueva habitación en el espacio hueco creado por la ampliación de Wyattville.[13] Esta torre en realidad no es cilíndrica debido a la forma de la mota sobre la que se levanta y su altura ha recibido críticas por no estar en proporción con su anchura. El arqueólogo Tim Tatton-Brown, por ejemplo, describe su aumento de altura como una mutilación de la estructura medieval original.[14]
En la actualidad está abierto el acceso occidental del Recinto Central y una puerta de entrada conduce hacia la Terraza Norte desde este recinto.[15] Al este se sale por la Puerta Normanda,[15] que en realidad data del siglo XIV y cuenta con una alta bóveda decorada con esculturas entre las que se encuentran tallas medievales de leones y símbolos tradicionales de majestad que forman una entrada impresionante al Recinto Superior.[16] Wyattville rediseñó el exterior de esta puerta y su interior fue después profundamente remodelado, durante el siglo XIX, para su uso residencial.[17]
Recinto superior
El recinto superior del castillo de Windsor comprende varios grandes edificios rodeados por la muralla superior y formando un cuadrángulo central. Los Apartamentos de Estado se distribuyen en el lado norte del recinto, al este diversas estancias, al sur los apartamentos privados reales y la Puerta del Rey Jorge IV y en la esquina suroeste la Torre de Eduardo III. La mota y la Torre Redonda cierran el extremo oeste de este recinto. Ante la Torre Redonda se encuentra una estatua ecuestre de bronce del rey Carlos II.[18] Inspirada en la estatua de Carlos I en Londres que creó Hubert Le Sueur, este monumento fue fundido por Josias Ibach en 1679 y tiene un pedestal decorado con relieves en mármol elaborados por Grinling Gibbons.[18] El Recinto Superior es adyacente con la Terraza Norte, que mira hacia el río Támesis, y con la Terraza Este, con vistas a los jardines. Ambas terrazas fueron construidas por Hugh May en el siglo XVII.[19]
Tradicionalmente este recinto superior se ha considerado «a todos los efectos, una creación del siglo XIX… la imagen de qué es lo que se pensaba a principios del siglo XIX que debía ser un castillo». Ello fue el resultado de los extensivos rediseños realizados por Wyattville durante el reinado de Jorge IV.[20] Los muros del recinto superior están construidos con piedra de Bagshot cortada en sillares regulares y con detalles góticos en piedra amarilla de Bath.[21] Los edificios se caracterizan por el uso de mortero con pequeños trocitos de piedra para proteger la unión de los sillares, técnica usada originalmente en el castillo en el siglo XVII para dar a los muros de las distintas épocas una apariencia homogénea. El perfil del Recinto Superior está diseñado para causar una impresión efectista al verse silueteado en el horizonte desde la distancia, con una imagen de altas torres y almenas, según el gusto del movimiento pintoresquista de fines del siglo XVIII.[21] Los trabajos arqueológicos y de restauración posteriores al incendio de 1992 han mostrado la medida en que la estructura actual representa una supervivencia de elementos originales de los muros del siglo XII insertados en el contexto de la última remodelación de Wyattville.[22]
Apartamentos de Estado
Los Apartamentos de Estado ocupan la mayor parte del Recinto Superior, a lo largo del lado norte del cuadrángulo, donde los edificios modernos se asientan sobre los cimientos medievales construidos por Eduardo III. La planta baja alberga las estancias del servicio y bodegas, mientras que la parte principal del palacio se halla en la primera planta, que es de mucho mayor tamaño. Su extremo occidental es principalmente diseño del arquitecto Hugh May, mientras que el oriental representa la intervención de Jeffry Wyattville.
El interior de los Apartamentos de Estado fue diseñado en su mayor parte por Wyattville a principios del siglo XIX. Este arquitecto pretendió que cada estancia representara un estilo arquitectónico, con muebles y decoración a juego con cada período.[23] Con algunas alteraciones a lo largo de los años, este concepto es el que domina en el aspecto de los apartamentos. Así, las diferentes habitaciones siguen los estilos clásico, gótico y rococó, junto con algunos elementos del gusto jacobino.[24] En algunas de las cámaras del extremo oriental del castillo, que tuvieron que ser restauradas tras el incendio de 1992, se usaron métodos de «restauración equivalente», lo que quiere decir que se les devolvió su aspecto original pero con materiales y mejoras estructurales modernas que no son visibles para no alterar el aspecto de la decoración de siglos pasados.[25] Estas estancias han recibido también un nuevo diseño, levemente distinto del anterior. El historiador del arte Hugh Roberts ha alabado los apartamentos de Estado porque son «una secuencia magnífica e inigualable de habitaciones, ampliamente reconocidas como la mejor y más completa expresión del gusto georgiano tardío».[4] Otros, como el arquitecto Robin Nicolson y el crítico Hugh Pearman, opinan que son «claramente aburridas».[26]
La intervención más famosa de Wyattville son las habitaciones de estilo rococó. Estas estancias lucen la fluidez y aspecto lúdico de este movimiento artístico de mediados del siglo XVIII, con algunos elementos decorativos del estilo Luis XV proyectados a una escala «muy exagerada».[27] Las investigaciones posteriores al incendio de 1992 han demostrado sin embargo que muchos aspectos rococó del castillo moderno, que se pensaban eran incorporaciones dieciochescas transferidas desde Carlton House o la propia Francia, son de hecho imitaciones decimonónicas en escayola y madera diseñadas para integrarse con los elementos originales.[28] La Gran Sala de Recepción presenta el más destacado de estos diseños rococó, con sus 30 m de longitud y 12 m de altura que ocupan el espacio del gran salón de Eduardo III.[29] Esta estancia, restaurada tras el incendio, se cierra con una airosa bóveda de estilo rococó francés, sobre la que Ian Constantinides, su restaurador en jefe, dice que deja «completamente eclipsado por su efecto de total espectacularidad cuando se mira desde lejos».[30] La sala luce también tapices restaurados de la fábrica francesa de los gobelinos.[30] El resultado, aunque decorado con menos pan de oro que a principios del siglo XIX, permanece como «uno de los grandes ejemplos del estilo Regencia».[31] Los salones Blanco, Verde y Carmesí incluyen un total de sesenta y dos trofeos: paneles tallados y dorados que ilustran armas y despojos de la guerra, muchos con simbología masónica.[32] Estos trofeos, restaurados o remplazados tras el fuego, son famosos por su «vitalidad, precisión y cualidades tridimensionales» y habían sido traídos desde Carlton House en 1826, donde unos eran originalmente importados de Francia y otros tallados por Edward Wyatt.[32] El delicado mobiliario de estos salones, aunque lujoso, es más modesto que los originales de inicios del XIX.[33]
Del diseño de Wyattville se conservan tres habitaciones, originalmente construidas en el siglo XVII por Hugh May en colaboración con el pintor Antonio Verrio y el escultor Grinling Gibbons. La Cámara de la Presencia de la Reina, la Cámara de Audiencias de la Reina y el Comedor del Rey están decorados en estilo barroco, caracterizado por «interiores dorados enriquecidos con floridos murales», y primeramente introducido en Inglaterra a mediados del siglo XVII en Wilton House.[34] Las pinturas de Verrio están «empapadas de alusiones medievalistas» e imágenes clasicistas.[35] Estas habitaciones pretendían mostrar un innovador «barroco fusión» inglés de artes separadas como la arquitectura, la pintura y la escultura.[36]
Varias salas de los modernos Apartamentos de Estado reflejan los gustos tanto del siglo XVIII como del gótico victoriano. Por ejemplo, el Comedor de Estado, cuyo diseño actual data de la década de 1850 y resultó muy dañado en el incendio de 1992, ha sido restaurado a su estado de 1920, antes de que le fueran retirados sus dorados en las pilastras.[37] La Gran Escalera de Anthony Salvin data también del gótico victoriano y asciende hasta una sala de doble altura iluminada por una linterna —llamada el Gran Vestíbulo— diseñada en el siglo XVIII por James Wyatt y ejecutada por Francis Bernasconi.[38] Esta escalinata ha sido criticada por el historiador John Robinson por tener un diseño claramente más pobre que la escalera anterior construida tanto por Wyatt como por May.[39]
Algunas zonas de los Apartamentos de Estado resultaron completamente destruidas en el incendio de 1992 y fueron reconstruidas en el estilo llamado «gótico downesiano», por el nombre de su arquitecto, Giles Downes.[40] Este estilo presenta «una coherencia fría y sistemática de modernidad cosida dentro de una reinterpretación de la tradición gótica»,[41] aunque Downes dice que su diseño evita una «decoración florida», enfatizando en su lugar una estructura gótica orgánica y fluida.[42] Downes remodeló o construyó tres estancias del castillo de Windsor. La nueva bóveda que diseñó para el Salón de San Jorge es la mayor estructura de madera de roble construida desde la Edad Media, decorada además con brillantes y coloristas escudos que celebran los elementos heráldicos de la Orden de la Jarretera, un diseño que intenta crear una ilusión de altura adicional a través de un artesonado gótico a lo largo de todo el techo.[43] El Vestíbulo de la Linterna se decora con fluidas columnas de roble que sustentan una cubierta abovedada que imita la forma de una flor de lirio.[44] La nueva Capilla Privada es relativamente pequeña, con espacio para solo treinta fieles, pero combina elementos arquitectónicos del Salón de San Jorge, otros del Vestíbulo de la Linterna y una estructura de arco escalonado como la bóveda de la Capilla de Enrique VIII en Hampton Court.[45] El resultado es una «red de tracería extraordinaria, continua y finamente moldeada», complementada con nuevas vidrieras en las ventanas que recuerdan el incendio según diseños de Joseph Nuttgen.[46] La Gran Cocina, con su linterna recientemente expuesta a la vista, junto a las chimeneas y mesas que construyera Wyattville, es también producto de la reconstrucción realizada tras el gran fuego de los años 90.[47]
La planta baja de los Apartamentos de Estado conserva varios elementos medievales, caso de la Gran Cripta del siglo XIV, de unos sesenta metros de largo por nueve de ancho, dividida en trece tramos.[48] Para cuando se produjo el incendio de 1992 esta cripta había sido compartimentada en pequeñas estancias, aunque hoy aparece como un espacio unitario con un solado muy elevado para hacer más cómoda la utilización del espacio.[49] El Pasaje Larderie, del siglo XIV y «bellamente abovedado», discurre a lo largo del patio de la cocina y está decorado con tallas de rosas reales, elemento que indica que su construcción data del reinado de Eduardo III.[50]
Recinto inferior
El Recinto Inferior se extiende al oeste de la Torre Redonda y en un nivel inferior, al que se accede a través de la Puerta Normanda. Aunque conservó su diseño medieval en gran parte, la mayoría del recinto inferior fue remodelado o reconstruido a mediados de la era victoriana por Anthony Salvin y Edward Blore, con la intención de crear una «composición gótica consistente».[51] El Recinto Inferior alberga la Capilla de San Jorge y muchos de los edificios relacionados con la Orden de la Jarretera.
En el lado norte de este recinto encontramos la Capilla de San Jorge, un edificio de grandes dimensiones que es la sede espiritual de la Orden de los Caballeros de la Jarretera. Data de los siglos XV y XVI y se enmarca dentro del estilo del gótico perpendicular inglés.[52] Los ornatos de madera del coro son diseño del siglo XV, aunque este fue restaurado y ampliado por Henry Emlyn en el siglo XVIII y hoy presenta una decoración única de planchas de bronce que lucen las armas de los Caballeros de la Jarretera en los últimos seis siglos.[53] En el lado occidental de la capilla se encuentra una puerta y una gran escalera victoriana, usadas solo en ocasiones ceremoniales.[54] La vidriera del extremo este es de estilo victoriano y la ventana en voladizo de la parte norte fue construida por Enrique VIII para su esposa Catalina de Aragón.[55] Bajo la bóveda y frente al altar se hallan enterrados Enrique VIII, Jane Seymour y Carlos I, y muy cerca está el sepulcro de Eduardo IV.[56] El historiador John Robinson considera esta capilla uno «de los logros supremos del diseño del gótico perpendicular inglés».[5]
En el extremo este de la capilla de San Jorge está la Capilla de la Virgen, construida originalmente por Enrique III en siglo XIII y convertida en la Capilla Memorial Alberto entre 1863 y 1873 por George Gilbert Scott.[54] Creada para honrar la vida del príncipe Alberto, el ornato de esta capilla presenta una profusa decoración con tallas de mármol, vidrieras y bronce elaboradas por Henri de Triqueti, Susan Durant, Alfred Gilbert y Antonio Salviati.[54] La puerta este de la capilla, cerrada por una bella rejería, es original de 1246.[57]
En el extremo oeste del Recinto inferior está el Claustro de Herradura, llamado así por su forma semicircular. Construido en 1480 para dar cabida al clero, hoy sirve de vivienda a los coristas de la capilla.[58] Se afirma que este edificio curvo, de ladrillo y madera, fue diseñado para semejarse a una pata de caballo, un símbolo usado por Eduardo IV. George Gilbert Scott remodeló profundamente el edificio en 1871, por lo que apenas se conserva nada de la estructura original.[58] Junto a la herradura quedan otras estructuras de la época de III, reconocibles por su tracería pétrea perpendicular,[59] y que albergan oficinas, una biblioteca y las viviendas del deán y los canónigos.[59]
Detrás del Claustro de Herradura está la Torre Curfew, una de las estructuras supervivientes más antiguas del Recinto Inferior, pues data del siglo XIII.[54] En su interior se conserva una mazmorra y los restos de un antiguo acceso, una salida secreta para los habitantes del castillo en caso de asedio.[60] En su planta superior se hallan las campanas, que están ahí desde 1478, y el reloj del castillo, instalado en 1689. Su tejado cónico de estilo francés fue construido por Anthony Salvin en el siglo XIX en un intento por imitar la moda de la recreación medievalista que el arquitecto francés Eugène Viollet-le-Duc había hecho en Carcasona.[61]
En el extremo opuesto de la capilla existen varias edificaciones, entre ellas el alojamiento de los Caballeros Militares de Windsor y la residencia de su Gobernador.[62] Son construcciones del siglo XVI, todavía usadas por estos caballeros, que representan a la orden de la Jarretera todos los domingos.[63] En el lado sur del recinto inferior se abre la Puerta de Enrique VIII, que luce el escudo de armas de Catalina de Aragón y es la entrada secundaria al castillo.
Parque y entorno
El emplazamiento del palacio de Windsor en una colina restringe el tamaño de sus jardines,[64] que se extienden al este del castillo por un terreno aterrazado en el siglo XX.[65] Un extenso parque rodea el exterior del recinto palaciego, cuya área oriental es una creación paisajística del siglo XIX conocida como Home Park[66] que incluye jardines y dos granjas, además de varias casas de campo ocupadas por empleados de la Frogmore House. El Camino Largo, una avenida de doble vía jalonada de árboles, se extiende cuatro km al sur en línea recta y tiene 75 m de ancho.[67] Los olmos originales del siglo XVII han sido remplazados por la alternancia de castaños y platanáceas tras la replantación a gran escala que hubo de acometerse por culpa del impacto de la grafiosis a partir de 1945.[68]
El Home Park colinda con el extremo norte del más extenso Gran Parque Windsor, que ocupa 1900 hectáreas y contiene algunos de los bosques templados de frondosas más antiguos de Europa.[69] En el Home Park, al norte del castillo, se ubica una escuela privada, la Escuela de San Jorge, a la que asisten los coristas de la capilla. El célebre Colegio Eton se encuentra a menos de un kilómetro del castillo de Windsor, al otro lado del río Támesis.