La gens Casia fue una familia romana de la Antigüedad. La gens fue originariamente patricia, pero todos los miembros que aparecen en épocas posteriores fueron plebeyos. El primero de los Casios que obtuvo el consulado fue Espurio Casio en 502a.C. Fue quien propuso la primera ley agraria y fue ejecutado por los patricios. Como todos los Casios que se conocen de entonces en adelante son plebeyos, no es improbable que los patricios expulsaran a los Casios de su orden o que la abandonasen después del asesinato de Viscelino.[1]
La gens Casia fue considerada una de las más nobles de Roma; miembros de ella son mencionados constantemente durante la República y el Imperio. La calzada romana que iba desde Arretium se llamaba Vía Casia y la localidad de Casiano Hirpino recibió este nombre por una finca de la familia en el territorio de los hirpinos. Una rama de los Casios fue una de las dinastías dominantes en Olisipo, Lusitania.[1]
Una posible clave respecto al origen de los Casios es el cognomen Viscelino o Vecelino (en latín, Viscellinus o Vecellinus) que llevó la rama más antigua de la familia. Parece derivar de la ciudad de Viscelio o Vescelio, un asentamiento de los hirpinos que Tito Livio menciona en relación con la segunda guerra púnica. La ciudad fue una de las tres tomadas por el pretorMarco Valerio Levino después de que se rebelasen en el año 215a.C. Sus habitantes, los viscelanos, también son mencionados por Plinio. Esto sugiere la posibilidad de que los antepasados de los Casios procedieran de Hispino o tuvieran alguna otra relación con Viscelio. La existencia de un patrimonio sustancial de los Casios en territorio de los hirpinos en tiempos posteriores apoya aún más tal conexión.[2][3]
Los principales nombres de los Casios durante la República fueron Lucio, Gayo y Quinto. El praenomen Espurio sólo fue usado por la casa patricia de los Casios Viscelinos. Marco se conoce en un solo caso a finales de la República proporcionado por Valerio Máximo.[1]
La principal familia de los Casios en la época republicana llevó el apellido Longino. Otros cognomina de esta época fueron Hemina, Parmense, Ravila (agnomen del cónsul del año 127a.C.),[4] Sabacón, Varo y Viscelino. Los Viscelinos son la única familia patricia de la gens. Bajo el Imperio, sus apellidos son muy numerosos.[1]
Casios patricios
Espurio Casio, cónsul en 502, 493 y 486a.C. y el primer magister equitum en 501a.C.; ejecutado por los patricios después de proponer la primera ley agraria durante su tercer consulado.
Tres hijos del cónsul cuyos praenomina se desconocen, perdonados por el Senado después de la ejecución de su padre. Ellos o sus descendientes pudieron haber sido expulsados del patriciado o haberlo abandonado voluntariamente para pasarse a los plebeyos.[5][6]
Casios Longinos
Quinto Casio Longino, tribuno militar en 252a.C., durante la primera guerra púnica. Fue privado de su mando después de una severa derrota, después de presentar batalla al enemigo contra las órdenes del cónsul, Cayo Aurelio Cota.[7]
Lucio Casio Q. f. Longino, hijo del tribuno de 252a.C.
Cayo Casio Longino, abuelo del cónsul de 171a.C.
Cayo Casio C. f. Longino, padre del cónsul de 171a.C.
Casio Barba, un amigo de César, quien dio a Cicerón guardias para su villa, cuando César lo visitó en el año 44a.C.[20]
Casio Etrusco, un autor ridiculizado por Horacio, a veces confundido con Casio Parmense.
Casio de Parma o Casio Parmense, tribuno militar en el ejército de Bruto y Casio, ejecutado por Octaviano.
Casio Betilino, aparentemente un error por Betilieno Baso.
Casio Severo, un célebre orador y escritor satírico, en la época de Augusto y Tiberio.
Casio Querea, tribuno de la guardia pretoriana bajo Calígula, contra quien conspiró y a quien ayudó a asesinar, con la intención de restaurar la República.
Casio Asclepiodoto, un rico hombre de Bitinia, exiliado por Nerón, pero luego llamado por Galba.
Casio Félix, también llamado Casio Jatrosofista, autor del tratado médico Quaestiones Medicae et Problemata Naturalia.
Casio Clemente, llevado a juicio alrededor del año 195, por haberse puesto de parte de Pescenio Níger, se defendió con tal dignidad que Septimio Severo le perdonó la vida y le permitió conservar la mitad de sus propiedades.[21]
Dion Casio, autor de una monumental historia de Roma.
Casio Dion, cónsul en 291, quizás el nieto del historiador.[1]