Temporada de huracanes en el Atlántico de 2012
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La temporada de huracanes del Atlántico de 2012 fue el último año de una serie consecutiva de tres temporadas muy activas desde 2010, con 19 tormentas tropicales; aunque muchas de las tormentas fueron débiles y de corta duración. La temporada también fue una temporada costosa en términos de daños a la propiedad convirtiéndose en la sexta temporada más costosa, detrás de 2004, 2021, 2022, 2005 y 2017. La temporada comenzó oficialmente el 1 de junio y finalizó el 30 de noviembre de 2012, fechas que convencionalmente delimitan el período durante cada año en que se forman la mayoría de los ciclones tropicales en el Océano Atlántico. Sin embargo, Alberto, el primer sistema nombrado del año, se desarrolló el 19 de mayo, la fecha de formación más temprana desde la tormenta subtropical Andrea en 2007. Un segundo ciclón tropical, Beryl, se desarrolló más tarde ese mes. Esta fue la primera aparición de dos tormentas con nombre de pretemporada en la cuenca del Atlántico desde 1951. Llegó a tierra en el norte de Florida el 29 de mayo con vientos de 100 (65 mph), lo que la convierte en la tormenta de pretemporada más fuerte en hacer recalada en la cuenca atlántica. Esta temporada marcó la primera vez desde 2009 en la que no se formaron ciclones tropicales en julio. El huracán Nadine estableció otro récord más adelante en la temporada; el sistema se convirtió en el cuarto ciclón tropical de mayor duración jamás registrado en el Atlántico, con una duración total de 22,25 días.
Temporada de huracanes en el Atlántico de 2012 | ||
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Mapa resumen de la temporada, que trazan las trayectorias y la intensidad de las tormentas, de acuerdo con la escala de huracanes de Saffir-Simpson (EHSS) | ||
Límites de temporada | ||
Primer ciclón formado |
Alberto 19 de mayo de 2012 | |
Último ciclón disipado |
Sandy 29 de octubre de 2012 | |
Ciclón tropical más fuerte | ||
Nombre | Sandy | |
Vientos máximos |
185 km/h (115 mph) (durante 1 minuto) | |
Presión más baja | 940 mbar (hPa) | |
Estadísticas de la temporada | ||
Depresiones | 19 | |
Tormentas | 19 | |
Huracanes | 10 | |
Huracanes mayores (Categoría 3+) | 2 | |
Fallecimientos totales |
293 totales Ver lista Estados Unidos: 175
Haití Haití: 78 México México: 12 Cuba Cuba: 11 República Dominicana República Dominicana: 8 Trinidad y Tobago Trinidad y Tobago: 2 Bahamas Bahamas: 2 Canadá Canadá: 2 Guadalupe Guadalupe: 1 Jamaica: 1 Puerto Rico Puerto Rico: 1 | |
Daños totales |
≅$56.15 mil millones (estimación, 2012; la sexta más costosa registrada en la cuenca) | |
ACE total | 130.1125 (unidades) | |
Temporadas del Océano Atlántico norte 2010 2011 2012 2013 2014 | ||
El impacto durante la temporada fue generalizado y significativo. A mediados de mayo, Beryl llegó a la costa de Florida y causó 1 muerte y $25 millones en daños. A finales de junio y principios de agosto, la tormenta tropical Debby y el huracán Ernesto causaron ocho y doce muertos y $250 millones y $174 millones en daños tras azotar a la Florida y la Península de Yucatán, respectivamente. A mediados de agosto, los remanentes de la tormenta tropical Helene mataron a dos personas por fuertes lluvias en Trinidad y Tobago. A finales de agosto, Isaaac afectó severamente el Caribe y la costa del golfo de Estados Unidos matando al menos a 34 personas; 24 en Haití, 5 en República Dominicana y 5 en Estados Unidos y $2.73 mil millones en daños. El Huracán Rafael afectó a mediados de octubre a partes del Caribe con fuertes precipitaciones que resultaron en 1 fallecimiento en la isla de Guadalupe. El ciclón más costoso, mortal y notable de la temporada fue el Huracán Sandy, que se formó el 22 de octubre. Después de azotar a Cuba con una intensidad de categoría 3 en la escala de vientos huracanados Saffir-Simpson, el huracán tocó tierra en la costa sur de Nueva Jersey. Sandy dejó 235 muertos y $53 mil millones en daños a su paso, lo que lo convierte en uno de los huracanes más costosos del Atlántico registrado. En conjunto, Las tormentas de la temporada causaron al menos 293 muertes y alrededor de $56.15 mil millones en daños, lo que convirtió en la temporada más mortífera desde 2008 y la más costosa desde 2005.