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país de Europa De Wikipedia, la enciclopedia libre
Suecia (en sueco: ⓘ), oficialmente el Reino de Suecia (ⓘ), es un país escandinavo de Europa del Norte, constituido en estado social y democrático, con la monarquía parlamentaria como sistema de gobierno. Es uno de los veintisiete Estados soberanos que forman la Unión Europea. Limita al norte con Noruega y Finlandia, al este con Finlandia y el golfo de Botnia, al sur con el mar Báltico y al oeste con el mar del Norte y Noruega. Tiene fronteras terrestres con Noruega y Finlandia, y está conectado a Dinamarca por el puente de Øresund. Su capital es Estocolmo,[8] que es también su ciudad más poblada.
Con una extensión de 450 295 km²,[3] es el quinto país más extenso de Europa. En 2016, contaba con una población total de poco más de 10 millones de personas, de las cuales el 98% cuenta con acceso a Internet, lo que lo convierte en el país con la mayor penetración del servicio en el mundo. Tiene una densidad de población de solo 22 h/km², similar a otros países de su entorno. Cerca del 84% de la población vive en zonas urbanas.[9] La conservación de la naturaleza, la protección del medio ambiente y la eficacia energética son, por lo general, una prioridad en la formulación de políticas y cuentan con acogida por gran parte del pueblo.[10][11] Mantiene el modelo nórdico de bienestar que brinda asistencia sanitaria universal y educación terciaria gratuita a sus ciudadanos, tiene el undécimo ingreso per cápita más alto del mundo y ocupa un lugar destacado en numerosas mediciones de desarrollo humano, incluida la calidad de vida, seguridad, salud, educación, igualdad, y prosperidad.[12]
La mejora de los transportes y las comunicaciones ha permitido la explotación a gran escala de bienes naturales, sobre todo la madera y el mineral de hierro. En la década de 1980, la escolarización universal y la industrialización permitieron al país desarrollar una exitosa industria manufacturera. Tiene una rica oferta de energía hidráulica, pero carece de petróleo y de yacimientos de carbón importantes. En el siglo XX se ubicó constantemente entre los países con mejor Índice de Desarrollo Humano (IDH), actualmente ocupando la séptima posición.
Suecia ha estado habitada desde tiempos prehistóricos. Los habitantes surgieron como los gautas y los sueones, que juntos constituyeron los pueblos marineros conocidos como los nórdicos. Los orígenes de Suecia se remontan al siglo X, aunque no existe un verdadero consenso histórico sobre la fecha de su unificación.[13] En 1397, Suecia se unió a Noruega y Dinamarca para formar la Unión Escandinava de Kalmar,[14] que Suecia abandonó en 1523. Cuando Suecia se vio involucrada en la guerra de los Treinta Años del lado protestante, comenzó una expansión de sus territorios, formándose el Imperio Sueco, que permaneció una de las grandes potencias de Europa hasta principios del siglo XVIII. Durante esta época, Suecia controlaba gran parte del mar Báltico. La mayoría de los territorios conquistados fuera de la península escandinava se perdieron durante los siglos XVIII y XIX. La mitad oriental de Suecia, la actual Finlandia, se perdió ante la Rusia imperial en 1809. La última guerra en la que Suecia estuvo directamente involucrada fue en 1814, cuando Suecia, por medios militares, obligó a Noruega a una unión personal, unión que duró hasta 1905.[15]
El nombre «Suecia» deriva del latín Suetidi, el cual proviene del vocablo del inglés antiguo Sweoðeod, que significa «pueblo de los suiones» (en escandinavo antiguo Svíþjóð). Esta palabra deriva de sweon/sweonas (en escandinavo antiguo sviar, en latín suiones). La etimología de Suiones, y por ende de Suecia, deriva probablemente del proto-germánico Swihoniz, que significa «propiedad de uno»,[17] refiriéndose a la propiedad de una tribu germánica. El nombre en sueco, Sverige, significa literalmente «Reino de los suiones» (sve ‘suiones’; rike ‘reino’), el cual se utilizaba para designar la zona sur del país habitada por la tribu germánica del mismo nombre.
Variaciones del inglés Sweden se utilizan en la mayoría de los idiomas, excepto en danés y en noruego, donde el nombre es el mismo que en sueco, Sverige. En los idiomas finlandés (Ruotsi) y estonio (Rootsi), el nombre proviene de la misma raíz que la palabra «Rusia», refiriéndose a la etnia rus, originaria de las zonas costeras de Uppland y Roslagen.
Su prehistoria comienza en el periodo llamado Oscilación de Allerød, alrededor del año 12 000 a. C. durante el Paleolítico superior, con la llegada de grupos nómadas de cazadores-recolectores en la zona sur del país, caracterizados por el uso de puntas de flecha hechas de piedra.[18]
La agricultura y la ganadería, junto con la construcción de monumentos megalíticos, llegaron del continente con la cultura de los vasos de embudo alrededor del año 4000 a. C.. El sur de Suecia fue parte del área donde se desarrolló la Edad de bronce nórdica. Este periodo comenzó cerca del año 1800 a. C. con el inicio de la importación del bronce desde Europa central.[19] La minería no fue practicada durante este periodo y como el territorio no posee grandes yacimientos, todos los metales eran importados. La Edad de Bronce Nórdica fue completamente pre-urbana: la gente se volvió sedentaria y vivía en pequeñas aldeas y granjas, en casas comunales hechas de madera.[19]
En ausencia de la dominación del Imperio romano, se considera que la Edad del Hierro sueca finalizó en el momento de la introducción en sus tierras de la arquitectura de piedra y de órdenes monásticas alrededor del año 1100.[18] Como los registros escritos de esta época son de poca credibilidad, este periodo es considerado protohistórico, es decir, que aquellos registros aparecieron después del periodo en cuestión, y que fueron escritos en distintas áreas, o que los registros locales y contemporáneos son extremadamente cortos.
Un intento de los romanos por extender su imperio más allá de los ríos Rin y Elba fue abortado en el año 9 d. C., cuando los germanos derrotaron a las legiones romanas bajo el mando de Varo, al emboscarlas en la batalla del bosque de Teutoburgo. Alrededor de esta época hubo un gran cambio en materia de cultura en Escandinavia, resultado de un mayor contacto con los romanos.[18]
Durante esta época el clima empeoró, forzando a los granjeros a resguardar a sus animales dentro de cobertizos durante los largos inviernos. Esto llevó a una acumulación anual de estiércol, que pudo ser usado por primera vez de forma sistemática para el enriquecimiento del suelo. De esta forma, la agricultura y la ganadería progresaron y se convirtieron en el motor económico de las primeras ciudades.[18] A principios del siglo II, gran parte del suelo cultivado del sur de sus tierras fue dividido en lotes con bardas pequeñas hechas de piedra. De un lado del muro se encontraban los sembradíos permanentes y prados para el forraje de invierno, mientras que del otro estaba el bosque y la tierra para pastar el ganado. Esta división de la tierra fue usada hasta el siglo XIX.[20]
En la protohistoria entró con el libro Germania de Cornelio Tácito en el año 98. Aunque la poca información que reporta sobre esta distante área ha sido estimada como incierta, ya que hace mención a varias tribus, como los suiones y los lapones de siglos posteriores.[21] En cuanto a su escritura, el alfabeto rúnico fue inventado por la élite del sur de Escandinavia en el siglo II, pero todo lo que ha llegado al presente son breves inscripciones en artefactos, principalmente nombres masculinos, poniendo en evidencia que los pueblos del sur de Escandinavia hablaban proto-nórdico en aquella época, un idioma del que se derivó el sueco y otras lenguas nórdicas.[22]
La época vikinga sueca abarca desde el siglo VIII hasta el XI. Durante este periodo, se cree que los suiones se expandieron hacia el sureste y se mezclaron con los gautas que habitaban el sur de la actual Suecia.[23] Los vikingos suecos y los vikingos guter realizaban viajes principalmente hacia el este y hacia el sur, yendo a Finlandia, los países bálticos, Rus de Kiev, el Mediterráneo y a ciudades tan lejanas como Bagdad. Sus rutas atravesaban los ríos de la Rus de Kiev hasta llegar a la capital del Imperio bizantino, Constantinopla (actualmente Estambul, Turquía), de donde partían hacia distintas direcciones (véase, por ejemplo, la Ruta comercial de los varegos a los griegos). El emperador bizantino Teófilo comprobó la destreza que poseían para la guerra y los invitó a servirle como su guardia personal, la cual tomó el nombre de Guardia varega.[24] También se cree que un grupo de vikingos suecos, llamados «rus», fueron los padres fundadores de la Rus de Kiev y, por ende, de Rusia. Las expediciones de estos fueron plasmadas en muchas piedras rúnicas existentes en el país, tales como las piedras rúnicas griegas y varegas. Hubo también una participación vikinga considerable en expediciones al oeste, las cuales fueron registradas en las piedras rúnicas inglesas. La última gran expedición vikinga fue el fallido viaje que dirigió Ingvar el Viajero a Serkland, la región del sureste del mar Caspio. Sus expedicionarios son conmemorados en las piedras rúnicas de Ingvar, ninguna de las cuales menciona a algún superviviente. Se desconoce lo que le sucedió a la expedición, pero se cree que fueron víctimas de alguna epidemia.[25]
No se sabe cuándo ni cómo se creó el reino de Suecia, pero la lista de monarcas suecos solo nombra a aquellos que reinaron en Sueonia y Gotia al mismo tiempo, siendo el primero de ellos Erico el Victorioso.[26] Previamente, Suecia y Gothia habían sido naciones separadas. Aunque no se sabe desde cuándo existían aquellos reinos, Beowulf los describe en las semilegendarias guerras entre suecos y gautas del siglo VI.
Durante los primeros años de la era vikinga en Escandinavia, Ystad en Escania y Paviken en Gotlandia fueron grandes centros del comercio de aquella época. Existen ruinas de lo que se piensa era un gran mercado en Ystad, que data de los años 600 a 700 d. C.[27] En Paviken, un importante centro comercial de la región Báltica durante los siglos IX y X, se han encontrado restos de un gran muelle con talleres de construcción de barcos e industrias artesanales. Entre los años 800 y 1000, el comercio llevó a la abundancia de plata en Gotlandia, y de acuerdo con varios especialistas, los habitantes de la isla tenían mayor cantidad de este metal que todo el resto de la población de Escandinavia junta.